Ethereum, la segunda criptomoneda más importante y una de las plataformas de contratos inteligentes más utilizadas a nivel mundial, se encuentra en un punto crucial de su evolución tecnológica. La capacidad actual de Ethereum para procesar transacciones ha sido un tema central para desarrolladores y usuarios, debido a los límites inherentes a su estructura de bloques y al impacto que esto tiene en las tarifas y velocidad de operaciones. Sin embargo, recientemente un nuevo enfoque promete transformar radicalmente este panorama: un investigador destacado de la Ethereum Foundation ha propuesto un aumento extraordinario del límite de gas de Ethereum por un factor de 100 en un plazo de cuatro años. Este ambicioso plan abriría las puertas a una escalabilidad mucho más amplia, aumentando sustancialmente la cantidad de transacciones que pueden incluirse en cada bloque y posicionando a Ethereum para competir con otras cadenas de bloques de alto rendimiento. Dankrad Feist, investigador reputado y reconocido por su trabajo en la solución de almacenamiento de datos llamada “danksharding”, presentó el 27 de abril una propuesta oficial conocida como Ethereum Improvement Proposal 9698 (EIP-9698).
Esta propuesta plantea un crecimiento determinista y gradual del límite de gas, iniciándose en un punto específico del tiempo (época 369017, aproximadamente el 1 de junio) y proyectando un aumento exponencial en incrementos predecibles que permita a la red escalar ordenadamente sin sacrificar la estabilidad. El límite de gas representa una métrica esencial en Ethereum que define la cantidad máxima de operaciones que un bloque puede contener. Desde su introducción, este límite ha ido incrementándose, aunque de forma pausada. Por ejemplo, en agosto de 2021, durante la actualización London Hard Fork, este límite se duplicó aproximadamente de 15 millones a 30 millones. Recientemente, en febrero, los validadores de Ethereum acordaron ampliar este límite hasta 36 millones, evidenciando una búsqueda constante por mejorar la capacidad de la red.
No obstante, la propuesta de Feist se distancia radicalmente al planificar un aumento hasta 3,6 mil millones, multiplicando el límite actual por cien. Esta ampliación permitiría que cada bloque incluya alrededor de 6,000 transacciones, lo que podría elevar la capacidad de procesamiento de Ethereum a unas 2,000 transacciones por segundo aproximadamente. Esta cifra representa un salto considerable, especialmente si se compara con la capacidad actual que ronda las 20 transacciones por segundo en bloques mayormente compuestos por transacciones simples. El impacto de este crecimiento es inmenso. Por un lado, aumentaría la competencia de Ethereum frente a blockchain rival como Solana, que actualmente procesa entre 800 y 1,050 transacciones por segundo y teóricamente puede alcanzar hasta 65,000 TPS.
Aumentar la capacidad de Ethereum posibilitaría una experiencia de usuario más ágil y económica, mitigando la saturación y las elevadas comisiones que actualmente afectan a la red durante períodos de alta demanda. Un aspecto fundamental de la propuesta es su enfoque gradual y determinista. Feist reconoce que un aumento tan acelerado y elevado del límite de gas podría generar estrés en nodos menos optimizados y aumentar los tiempos de propagación de bloques, afectando la sincronización y seguridad de la red. Por esto, el plan contempla incrementos muy pequeños por época, lo que ofrece a los operadores de nodos y desarrolladores tiempo suficiente para adaptar sus sistemas a los nuevos requisitos. Esta estrategia permite una transición paulatina que equilibra la necesidad de escalar con la importancia de mantener la estabilidad y la eficiencia operativa del ecosistema.
Para que la propuesta entre en vigor, será necesario que los clientes de Ethereum voten a favor. Esta decisión forma parte del gobernanza descentralizada que define el rumbo tecnológico de la red. La participación activa de la comunidad y de los actores involucrados es indispensable, ya que un cambio de esta magnitud requiere consenso y compromiso para asegurar su correcta implementación. Esta iniciativa se suma a los esfuerzos recientes en la comunidad Ethereum para mejorar la escalabilidad a nivel de capa base, después de un fuerte enfoque en soluciones de capa 2 en los últimos años. Aunque las tecnologías de capa 2 han resultado útiles para aliviar la congestión y reducir costos, han atraído críticas por fragmentar el ecosistema en múltiples cadenas silo con poca interoperabilidad, generando un desafío en la experiencia de usuario y una posible barrera para la adopción masiva.
En paralelo, los desarrolladores de Ethereum también están evaluando aumentos menos drásticos en el límite de gas para implementaciones más cercanas, como la propuesta bajo el EIP-9678, que sugiere cuadruplicar el límite actual en la próxima actualización Fusaka programada posiblemente para finales de 2025. Estas iniciativas complementan la visión a largo plazo de Feist, creando un camino estratégico por etapas para incrementar la capacidad de la red de manera sostenible. El contexto de este desarrollo tiene relevancia adicional ante la evolución del mercado financiero y la tokenización de activos tradicionales, donde Ethereum juega un papel predominante. Con un valor de mercado estimado en cientos de miles de millones de dólares, la mejora en capacidad y eficiencia tecnológica se traduce en mayor confianza para inversores institucionales y proyectos que dependen de la red para operaciones seguras y escalables. Además, esta propuesta se integra dentro del marco de innovación constante que ha caracterizado a Ethereum desde sus inicios, reflejando su comunidad dinámica y orientada hacia la solución de problemas complejos mediante colaboraciones abiertas y el desarrollo de propuestas que buscan beneficiar a todos los participantes del ecosistema.
En resumen, la propuesta de Dankrad Feist para escalar el límite de gas de Ethereum por 100 veces a lo largo de cuatro años es un paso audaz y visionario que podría redefinir la capacidad operativa de la red, mejorando la velocidad, reduciendo costos y permitiendo que Ethereum continúe siendo una plataforma líder en el espacio blockchain. La implementación exitosa de este plan dependrá de la participación activa de desarrolladores, validadores y usuarios para garantizar un camino de crecimiento sostenido y adaptado a las demandas futuras del ecosistema digital global.