En los últimos meses, el ecosistema criptográfico ha mostrado señales claras de un cambio importante en la dinámica del mercado. La dominancia de Bitcoin, tradicionalmente dominante en términos de capitalización de mercado, ha experimentado una notable caída, mientras que las altcoins empiezan a brillar con rendimientos que se cuentan en triple dígito. Al mismo tiempo, la participación del stablecoin USDT (Tether) en el mercado ha disminuido considerablemente, lo que sugiere una rotación de capital que podría marcar el inicio de una nueva 'altseason'. Este término se refiere a un periodo en el que las altcoins superan en rendimiento al Bitcoin durante un tiempo extendido, generando grandes oportunidades para los inversores que buscan diversificar y maximizar ganancias. La caída en la dominancia tanto de Bitcoin como de USDT es un fenómeno que merece análisis en profundidad por lo que significa para el futuro próximo del mercado cripto.
La dominancia de Bitcoin, medida como la proporción de su capitalización respecto al mercado total de criptomonedas, ha bajado un 4% en tan solo seis días, el descenso más pronunciado desde noviembre de 2024. Este movimiento indica que los inversores están moviendo capital fuera de Bitcoin hacia altcoins, beneficiando especialmente a proyectos emergentes y monedas con fundamentos sólidos o atractivo especulativo. Esta rotación se refleja también en la caída de la dominancia del USDT, la stablecoin más popular y utilizada para operaciones en exchanges. Su presencia en el mercado ha descendido a niveles vistos por última vez a comienzos de 2022, acercándose a mínimos históricos. El USDT se utiliza normalmente como refugio de liquidez y base para transacciones entre criptos, por lo que una reducción en su participación suele indicar que los operadores están sacando liquidez del stablecoin para invertir directamente en activos digitales.
La combinación de estos factores crea un ambiente propicio para que las altcoins tomes el protagonismo, y es lo que muchos analistas interpretan como el preludio de una altseason explosiva. Técnicamente, los indicadores en gráficos como el TOTAL2, que representa la capitalización combinada de todas las criptomonedas excluyendo Bitcoin, muestran que se ha roto una tendencia bajista establecida desde enero de 2025. Este quiebre va acompañado de patrones de «ruptura de estructura» y formación de mínimos crecientes que sugieren una consolidación alcista y entrada de capital sostenida. Los analistas técnicos ven que superar niveles de resistencia cercanos a 1.25 billones de dólares podría abrir la puerta para una ola ascendente fuerte y prolongada en el mercado de altcoins.
Estos movimientos no solo favorecen a las criptomonedas de alto perfil, sino que también validan el interés por tokens más pequeños y proyectos con fundamentos sólidos que estarían listos para despegar. Desde una perspectiva fundamental, la tendencia también está siendo impulsada por un sentimiento creciente de optimismo en torno a ciertas criptos que muestran avances tecnológicos, adopción y apoyo comunitario. Por ejemplo, Ethereum sigue siendo un referente destacado con ganancias significativas, junto a proyectos como Solana, XRP, y otros que han presentado incrementos importantes en sus cotizaciones recientemente. En concreto, ether ha aumentado más del 44% en la última semana, mientras que Solana y XRP han subido alrededor de 22% y 20% respectivamente, muy por encima del aumento del 10% de Bitcoin en el mismo periodo. Este rendimiento relativo resalta cómo la atención de los inversores se está desplazando hacia activos digitales que ofrecen diferenciación y potencial de crecimiento en distintas áreas como finanzas descentralizadas (DeFi), tokens no fungibles (NFT) y soluciones blockchain escalables.
Por otro lado, el análisis de expertos como Michael Van Poppe enfatiza que la caída en la dominancia de Bitcoin representa un giro crucial. Según Van Poppe, hay una fuerte divergencia bajista que apunta a que la supremacía de Bitcoin podría haberse alcanzado ya, abriendo la puerta para que las altcoins terminen la etapa bajista y comiencen una nueva fase de crecimiento. Este giro de ciclo no solo cambiaría el panorama para invertir en criptomonedas, sino que también destaca la creciente madurez y diversificación del sector. El mercado se está alejando del paradigma donde Bitcoin es el único foco, para dar espacio a una amplia gama de proyectos con distintas propuestas de valor y aplicaciones. Otro factor que sustenta esta tendencia es la formación de patrones técnicos en muchas altcoins que han superado sus máximos de febrero y marzo, lo que algunos expertos interpretan como un indicio temprano de recuperación sostenida.
A pesar de este impulso, es importante señalar que la mayoría de altcoins continúan estando entre un 70% y 90% por debajo de sus máximos históricos, señalando que aún queda mucho camino para una recuperación completa y, por ende, atractivas oportunidades para quienes aún no han invertido o buscan ampliar cartera. Por su parte, la caída en el dominio del USDT podría tener implicaciones profundas para el mercado de liquidez en las plataformas de intercambio. Al reducirse la demanda de esta stablecoin, los operadores estarían buscando alternativas más activas y dinámicas, apostando directamente por criptomonedas con potencial de apreciación en lugar de mantener sus fondos en activos que solo replican el valor del dólar. Esto también implica que la confianza en la estabilidad de capital dentro del ecosistema cripto está creciendo, al menos a corto y mediano plazo, lo cual se traduce en mayor apetito por riesgo y expectativa de rentabilidad. El concepto de altseason no es nuevo, pero su llegada suele generar entusiasmo renovado en la comunidad inversora, ya que brinda la oportunidad de diversificar en un mercado que tradicionalmente ha estado dominado por Bitcoin.