Es demasiado tarde: Una Reflexión sobre el Momento Económico Actual La famosa canción de Carole King “It's Too Late” resuena en el contexto económico actual de Estados Unidos y en la política monetaria de la Reserva Federal. A medida que la economía enfrenta desafíos crecientes, la pregunta que todos se hacen es: ¿es demasiado tarde para tomar medidas efectivas? A lo largo de los últimos dos años, el camino hacia el control de la inflación ha sido un viaje tortuoso. La Reserva Federal, en su búsqueda de un “aterrizaje suave”, se encuentra ante la familiar encrucijada de si es excesivamente tarde para reducir las tasas de interés y evitar una recesión. La situación era diferente, pero similar, en 2022. En aquel entonces, la Reserva Federal se debatía entre la posibilidad de que la inflación fuese transitoria o persistente.
Este dilema llevó a una respuesta lenta y titubeante ante una inflación que alcanzó un asombroso 9.1% en junio de 2022, la más alta en cuatro décadas. Esta falta de acción oportuna forzó a la Reserva a realizar aumentos de tasas agresivos que pudieron haber sido evitados con una respuesta más decidida y adelantada. Recientemente, el informe sobre el empleo en Estados Unidos, divulgado el 6 de septiembre, transmitió una sensación de alarma en los mercados. En los últimos tres meses, la creación de empleo se ha reducido a un promedio de solo 96,000 nuevos puestos al mes, una cifra alarmante que evoca memorias de los oscuros días previos a la crisis financiera global de 2007.
Esta desaceleración en el crecimiento del empleo ha indicado debilidades subyacentes en la economía que podrían desencadenar una recesión. Esta incertidumbre ha afectado a los inversores, provocando que el índice S&P 500 se desplomara un 4.1% y el Nasdaq 100 un 5.8% en la primera semana de septiembre. La presión está sobre la Reserva Federal para decidir si debe reducir las tasas en 25 o 50 puntos básicos.
Una reducción de 25 puntos podría percibirse como una medida demasiado cautelosa, incrementando la inquietud entre los inversores que recuerdan el retraso de la Reserva en 2022. En contraste, un recorte de 50 puntos básicos podría interpretarse como un reconocimiento de una situación aún más grave, alimentando el temor a una recesión y potencialmente agitando más los mercados. Mientras la Reserva Federal lidia con estas decisiones cruciales, el interés de los inversores en el ámbito global comienza a cambiar de rumbo. Cada vez más, observamos un flujo de capital que se dirige desde Estados Unidos hacia mercados emergentes con mayor potencial de crecimiento. En particular, las economías de la ASEAN, y en especial Filipinas, se están posicionando como beneficiarias de esta nueva dinámica.
Durante la última década, Filipinas ha permanecido en gran medida fuera del radar de los inversores internacionales. Sin embargo, la situación ahora está cambiando. A medida que los flujos de capital se diversifican, Filipinas comienza a ganar atención nuevamente. Aunque los flujos iniciales son modestos, reflejan un creciente optimismo sobre las perspectivas del país. A medida que la economía de Estados Unidos se ralentiza, se espera que la Reserva Federal disminuya las tasas de interés, lo cual ampliaría el diferencial de tasas entre Filipinas y Estados Unidos.
Este diferencial, el cual representa la diferencia de tasas de interés entre dos países, vuelve más atractivos a los activos filipinos para los inversionistas que buscan mayores retornos. Esta evolución positiva es un augurio alentador para la bolsa de valores filipina y para el peso. El índice de la Bolsa de Valores de Filipinas (PSEi) cerró la semana pasada en 7,022, marcando su primer cierre semanal por encima de los 7,000 puntos desde febrero de 2023. Desde junio, el PSEi ha aumentado un 12%, mientras que el peso se ha apreciado un 5% desde julio, cerrando a 55.995.
El dicho popular de que es mejor ser menospreciado que ignorado cobra relevancia en este contexto. Durante años, Filipinas ha sido ignorada, pero ahora la creciente atención de los inversores se traduce en un cambio positivo. Con su potencial de crecimiento, fundamentos económicos estables y un panorama de mercado mejorado, Filipinas está bien posicionada para absorber parte del capital que se mueve lejos de mercados más maduros. A medida que los inversores analizan dónde colocar sus recursos, la pregunta que se impone es si la Reserva Federal de Estados Unidos será capaz de reaccionar a tiempo para evitar una recesión o si, lamentablemente, se encontrará de nuevo en esa retórica de “es demasiado tarde”. La economía mundial está en un punto crucial donde las decisiones deben tomarse con rapidez y precisión.
Demasiadas veces hemos visto qué ocurre cuando las acciones se demoran y las oportunidades se pierden. Mirando hacia el futuro, es esencial que tanto los responsables de la política monetaria como los inversores en todo el mundo estén atentos a las señales económicas que suman. La historia nos ha enseñado que la pasividad en tiempos de crisis a menudo lleva a consecuencias desastrosas. Por lo tanto, ahora más que nunca, es crucial actuar con decisión y previsión. En conclusión, el momento que estamos viviendo es una invitación a la reflexión.
La frase de Carole King puede servir como un recordatorio de que las oportunidades perdidas a menudo no regresan. Como ciudadanos y participantes en la economía global, debemos estar alertas y preparados para actuar antes de que sea realmente demasiado tarde. La clave estará en saber anticiparse y reconocer el valor de la intervención proactiva frente a la inercia que puede llevar a resultados no deseados.
