Durante la administración de Donald Trump, una de las áreas de política que llamó considerablemente la atención fue el sector farmacéutico, especialmente con la propuesta de un plan para regular y reducir el costo de los medicamentos en Estados Unidos. Este plan no solo tuvo repercusiones internas, sino que también afectó de forma significativa a las acciones de las compañías farmacéuticas asiáticas, dado el papel crucial que desempeñan estas empresas en la cadena global de suministro y producción de productos farmacéuticos. El plan de Trump buscaba varias medidas para contener el gasto en medicamentos, incluyendo la posibilidad de permitir que Medicare negociara precios con los fabricantes, algo que hasta ese momento estaba prohibido. Esta propuesta inquietó no solo a los gigantes farmacéuticos estadounidenses, sino también a muchas empresas internacionales, destacando particularmente a las firmas asiáticas que tienen una sólida presencia en el mercado global. Las compañías farmacéuticas asiáticas, especialmente las de países como India, China, y Corea del Sur, han experimentado un fuerte crecimiento en las últimas décadas.
Estas empresas han sido reconocidas por su capacidad para producir medicamentos genéricos a costos inferiores y un desarrollo robusto en biotecnología. Sin embargo, con la propuesta de Trump, los inversionistas comenzaron a temer que si Estados Unidos limitaba los precios de los medicamentos o extendía sus regulaciones, la rentabilidad de estas empresas se vería mermada drásticamente, lo que generó una caída notable en sus cotizaciones bursátiles. Además de las negociaciones directas sobre precios, el plan también incluía presiones para que las cadenas de suministro se hicieran más transparentes y se redujera la dependencia excesiva de laboratorios externos, lo cual podría afectar a las fábricas en Asia que producen materias primas y productos terminados para el mercado estadounidense. La posible reubicación de parte de la producción farmacéutica fuera de Asia, para minimizar riesgos geopolíticos o garantizar la seguridad sanitaria, se convirtió en una preocupación real para los mercados. Otro factor importante fue la percepción de los inversores sobre la política comercial de la administración Trump, que se había mostrado proteccionista y con una tendencia a imponer aranceles o restricciones a ciertas importaciones.
La incertidumbre sobre las futuras políticas comerciales provocó que varios fondos y accionistas reevaluaran la exposición que tenían a las empresas farmacéuticas asiáticas, resultando en ventas masivas y volatilidad en sus acciones. La dinámica del mercado también se vio influenciada por el contexto global que rodeaba a la industria farmacéutica. En vista de la pandemia de COVID-19, el sector adquirió una relevancia crítica en términos de innovación, producción y distribución de vacunas y tratamientos. Sin embargo, las tensiones comerciales y regulatorias añadieron capas de complejidad a las relaciones entre Asia y Estados Unidos, con la industria quedando en el centro de estas disputas. Empresas como Sun Pharma de India, Samsung Biologics de Corea del Sur, y varias firmas chinas de producción biofarmacéutica enfrentaron desafíos en este marco.
A pesar de sus sólidos fundamentos y capacidad de innovación, sus acciones reflejaron la ansiedad del mercado frente a un posible recorte en los márgenes de ganancia debido a políticas estadounidenses que buscaban la reducción de precios y mayor control regulatorio. Además de la caída en el precio de sus acciones, estas compañías tuvieron que adaptarse a un entorno cambiante. Algunas invirtieron en fortalecer sus pipelines de investigación y desarrollo para diferenciarse en un mercado que podría volverse aún más competitivo y regulado. Otras buscaron diversificar su base de clientes y expandir su presencia en mercados emergentes para evitar depender exclusivamente de Estados Unidos. Por otro lado, la respuesta política y empresarial en Asia encontró también en esta coyuntura una oportunidad para fortalecer sus sistemas locales de regulación y aumentar la colaboración entre países asiáticos.