En el contexto actual del mercado financiero y empresarial del Reino Unido, la auditoría de pequeñas y medianas empresas (pymes) se ha convertido en un tema crucial que exige atención y revisión constantes para garantizar la calidad y proporcionalidad de los procesos. La Asociación de Contadores Certificados y Colegiados, conocida mundialmente como ACCA, ha lanzado una llamada firme al Consejo de Información Financiera (FRC) para que asegure que los estándares de auditoría aplicados a las pymes sean adecuados, justos y estén en sintonía con las mejores prácticas internacionales. Este posicionamiento de ACCA surge a raíz de la consulta pública que está realizando el FRC sobre el estudio del mercado de pymes, donde se ha enfatizado la necesidad de no basar las reglas exclusivamente en el tamaño de la empresa, sino en la complejidad real y particularidad de cada negocio. Esta perspectiva busca evitar cargas innecesarias para las empresas más pequeñas o menos complejas, al mismo tiempo que promueve un marco regulatorio sólido y confiable que beneficie al sector empresarial en general. La auditoría para las pymes representa un desafío especial, dado que estas empresas suelen tener estructuras menos complejas que las grandes corporaciones, pero no por ello su contribución a la economía es menor ni su necesidad de confianza ante inversores, acreedores y el público es menos relevante.
En este sentido, la ACCA destaca que las normativas internacionales, como las emitidas por la IAASB (International Auditing and Assurance Standards Board), proponiendo los estándares internacionales de auditoría adaptados a entidades menos complejas (ISA para LCE), deberían considerarse con mayor seriedad antes de diseñar legislaciones nacionales y regionales. Mike Suffield, director de Políticas e Información de ACCA y exjefe del equipo de Revisión de Calidad de Auditoría del FRC, enfatiza que mantener una coherencia global en las normas de auditoría fortalece la confianza pública y mejora la calidad del reporte financiero. Aboga por que el FRC explique con claridad a todos los actores implicados su decisión en torno a la adopción o no de estos estándares internacionales, y que presente alternativas bien fundamentadas para recibir aportes de todas las partes interesadas. Uno de los aspectos que ACCA subraya es la necesidad de explorar mecanismos para reducir la brecha de expectativas en el mercado de auditoría en el Reino Unido. Esta brecha acontece cuando los distintos públicos —inversionistas, socios comerciales, público general— tienen perspectivas distintas y a veces erróneas sobre el papel real del auditor.
Mejorar la comunicación y educación acerca de las responsabilidades y limitaciones de la auditoría es vital para aumentar la confianza y disminuir malentendidos. Además, desde ACCA se recomienda enfáticamente que el FRC, junto con los organismos profesionales, incrementen los esfuerzos para promocionar y destacar los beneficios claros que ofrecen las auditorías, no solo en términos de cumplimiento normativo sino también en cómo pueden agregar valor real a las pymes. La inversión de tiempo y recursos en auditorías de calidad se traduce en una mayor transparencia, credibilidad y posibilidades de crecimiento para el sector pyme. La proporcionalidad de las Normas Internacionales de Auditoría (ISAs) para el contexto británico es otro eje fundamental. ACCA propone que se realice un análisis profundo sobre la escalabilidad de estas normas para que puedan adaptarse mejor a la realidad de las pequeñas y medianas empresas.
La idea es evitar la rigidez o excesiva burocracia que transforme la auditoría en un proceso costoso y complicado, pero sin sacrificar el rigor y la calidad necesarios. Además, se hace hincapié en la necesidad de llevar a cabo investigaciones específicas sobre la aplicación de las normas éticas referentes a las actividades de auditoría y aseguramiento en el entorno pyme. Estos estudios podrían facilitar la creación de guías adicionales que apoyen de forma práctica a los auditores, ofreciendo claridad en situaciones que hasta ahora pueden presentar ambigüedades o interpretaciones diversas. El compromiso de ACCA con la sostenibilidad y la mejora continua del sector financiero también se refleja en colaboraciones internacionales, como el evento organizado en colaboración con el Astana International Financial Centre Green Finance Centre en Kazajistán. Allí se trató la importancia de las divulgaciones sostenibles y cómo estas deben integrarse además en regulaciones y prácticas de auditoría para fomentar la responsabilidad y la transparencia ambiental y social.
En conclusión, la postura de ACCA frente al FRC es clara: el desafío de auditar a las pymes en el Reino Unido requiere un enfoque flexible, informado y globalmente coherente que permita fortalecer la confianza, mejorar la calidad de la información financiera y facilitar el crecimiento económico. La adaptación de las regulaciones y estándares bajo criterios de proporcionalidad y complejidad, junto con una comunicación efectiva para reducir la brecha de expectativas, son claves para conseguir un sector pyme más robusto y confiable, beneficiando no solo a los individuos y empresas involucrados sino a la economía británica en su conjunto. Las pymes conforman la espina dorsal de la economía del Reino Unido y es fundamental que sus procesos de auditoría no solo cumplan con los requisitos legales mínimos, sino que también les proporcionen una herramienta para crecer, atraer inversores y generar confianza en los mercados domésticos e internacionales. La llamada de ACCA al FRC representa un paso importante en la discusión sobre cómo lograr este equilibrio, abriendo la puerta a un debate constructivo y a la implementación de soluciones que respondan a las necesidades reales de este segmento empresarial.