En un movimiento significativo dentro del mundo de las inversiones en criptomonedas, VanEck, reconocido gestor global de activos, ha presentado formalmente ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) la solicitud para lanzar el primer fondo cotizado en bolsa (ETF) basado en BNB, la criptomoneda nativa de Binance. Este hecho representa un paso crucial para la expansión del acceso institucional y minorista a activos digitales específicos, al tiempo que impulsa la diversificación dentro del sector cripto en los mercados tradicionales. La solicitud, realizada el pasado 2 de mayo de 2025, detalla que el fondo tiene como objetivo replicar el precio de BNB, descontando los gastos operativos. Esta propuesta implica que el ETF mantendrá en custodia tokens reales de BNB cuya valoración se basará en los precios recopilados de las cinco plataformas de intercambio más grandes, garantizando una referencia precisa y confiable para los inversores. MarketVector Indexes, proveedor de índices reconocido, será responsable de calcular el valor base del ETF a partir de dichas fuentes.
Una característica novedosa que incluye VanEck en su solicitud es la posibilidad de participar en un mecanismo de staking con estos tokens, sujeto claro está a la aprobación regulatoria correspondiente. El staking permitiría que el fondo genere ingresos adicionales mediante la participación en validaciones de la red Binance Smart Chain, obteniendo recompensas que serían consideradas como ingresos para el fondo fiduciario. Este aspecto podría ofrecer un atractivo adicional para potenciales inversores al combinar el crecimiento del valor del activo con ingresos pasivos derivados de la participación activa en la blockchain. El fondo también aclara que no reivindicará derechos sobre activos derivados o airdrops relacionados con posibles bifurcaciones de la red, limitando así su gestión exclusivamente al token BNB y evitando así riesgos adicionales que puedan implicar activos incidentales o irregulares. La estructura operativa del ETF contempla que la emisión y redención de acciones se realizará únicamente en grandes bloques o “baskets”, exclusivamente disponibles para inversores institucionales autorizados, quienes podrán hacer transacciones en efectivo o mediante transferencias en especie de BNB.
Por su parte, los inversores minoristas podrán comprar y vender las acciones en el mercado secundario con precios que fluctuarán de acuerdo con la oferta y la demanda, así como el valor intrínseco del activo subyacente. Es importante destacar que este fondo fiduciario no está registrado bajo la Ley de Compañías de Inversión de 1940 ni se considera un fondo de productos básicos bajo la supervisión de la Commodity Futures Trading Commission (CFTC). Asimismo, VanEck establece que el ETF no actúa como asesor de inversiones, lo que lo posiciona fuera del alcance de la regulación habitual que afecta a otros vehículos de inversión. La firme apuesta de VanEck por expandir el ecosistema de activos digitales mediante instrumentos financieros regulados refleja la creciente demanda por parte de inversores que buscan exposición a criptomonedas sin la complejidad y riesgos asociados a la tenencia directa. El proceso ya cuenta con capital semilla aportado por un inversor privado, quien ha adquirido las primeras acciones destinadas a establecer el cimiento financiero para el lanzamiento.
Pese al optimismo generado, VanEck advierte sobre la naturaleza especulativa y arriesgada de invertir en BNB, subrayando la volatilidad inherente de este tipo de activos y la posibilidad de pérdidas totales. Además, el fondo no cuenta con protección mediante aseguradoras gubernamentales como la FDIC, haciendo que el riesgo quede enteramente a cargo de quienes decidan participar. El interés creciente por ETFs relacionados con altcoins, fuera del tradicional foco en Bitcoin y Ethereum, muestra cómo gestores como VanEck buscan diversificar las opciones para inversionistas deseosos de acceder a criptomonedas que han ganado relevancia por su utilidad y adopción en ecosistemas específicos, como es el caso de Binance Coin, pieza central del ecosistema Binance, una de las mayores plataformas de intercambio de criptomonedas a nivel mundial. En términos regulatorios, esta solicitud representa un desafío y una prueba para las autoridades estadounidenses, que históricamente han mostrado cautela ante la aprobación de ETFs basados en activos digitales debido a preocupaciones sobre volatilidad, manipulación del mercado y protección al inversor. La eventual aprobación marcaría un precedente y podría abrir la puerta a una mayor innovación en productos financieros vinculados a criptomonedas.
En conclusión, la iniciativa de VanEck para lanzar el primer ETF de BNB en Estados Unidos es un indicativo claro del avance y maduración del mercado cripto hacia formas más accesibles y reguladas de inversión. Los inversores, institucionales y retail, deberán seguir de cerca la evolución regulatoria y entender las características específicas de esta nueva oferta para evaluar cómo encaja dentro de sus estrategias financieras, siempre considerando los riesgos que implica la volatilidad y la naturaleza emergente de estos activos digitales en el panorama global.