El debate sobre los aranceles comerciales ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente en un contexto de tensiones comerciales globales y transformaciones económicas. Mientras que Warren Buffett, reconocido como el Oráculo de Omaha, ha calificado los aranceles como un arma perjudicial para el libre comercio y la economía global, Marc Rowan, CEO de Apollo Global Management, comparte una perspectiva distinta que añade matices importantes a la conversación sobre este tema. Rowan considera que no todos los aranceles son negativos ni deben categorizarse de manera simplista, y pone énfasis en la compleja realidad económica que enfrentan las empresas en un escenario lleno de incertidumbres. Marc Rowan expuso sus ideas durante su intervención en la Conferencia Global del Instituto Milken en 2025, un espacio donde líderes empresariales, expertos financieros y funcionarios políticos debaten sobre las tendencias que marcan el rumbo de la economía mundial. Para Rowan, los aranceles no son necesariamente una “arma”, como argumenta Buffett, sino más bien una herramienta que puede ser utilizada tanto con inteligencia como de manera contraproducente, dependiendo de los fines y las circunstancias.
En sus propias palabras, “hay aranceles inteligentes y aranceles estúpidos”, reflejando que el uso y la intención detrás de los gravámenes comerciales son determinantes para entender su efecto real. Esta diferenciación es fundamental para comprender cómo algunas medidas proteccionistas pueden tener implicaciones positivas o, al menos, mitigar ciertos impactos dañinos. Por ejemplo, un arancel diseñado para proteger a ciertas industrias estratégicas o para negociar condiciones comerciales más equitativas podría ser considerado inteligente, mientras que, por otro lado, un arancel impuesto sin un objetivo claro o que provoque represalias comerciales puede generar problemas graves tanto para consumidores como para productores. Uno de los puntos críticos que subrayó Marc Rowan tiene que ver con la reacción del mercado y de las empresas ante la incertidumbre creada por la imposición de aranceles. Según Rowan, la verdadera amenaza no reside únicamente en los aranceles en sí, sino en la falta de claridad sobre las reglas comerciales.
Cuando las empresas no pueden prever cómo serán las condiciones comerciales en el futuro próximo, tienden a reducir o frenar sus inversiones, contratar menos personal y adoptar una actitud más conservadora ante la toma de decisiones estratégicas. Esta parálisis puede tener consecuencias negativas en el crecimiento económico y en el dinamismo del mercado laboral. Apollo Global Management, bajo la dirección de Rowan, maneja un portafolio diversificado y global que no está centrado exclusivamente en Estados Unidos o Europa, sino que abarca distintas geografías y sectores. Desde esta perspectiva, Rowan ha señalado que, en su experiencia como inversor, los aranceles se manifiestan como una cuestión secundaria o incluso una “no-issue” al balance general. Esto quiere decir que dentro del vasto universo de negocios que opera Apollo, los efectos de los aranceles son heterogéneos: existen ganadores y perdedores, pero el panorama general refleja más bien un ambiente de volatilidad y precaución que una afectación uniforme y catastrófica.
Los resultados financieros trimestrales más recientes de Apollo confirman esta situación compleja. Aunque la compañía reportó un aumento en los ingresos por comisiones y ganancias ajustadas, también enfrentó desafíos derivados del contexto volátil para los activos de riesgo, algo que refleja la inestabilidad que puede generar la incertidumbre comercial y económica en general. Cabe destacar que Apollo empleó recursos significativos para capitalizar las dislocaciones del mercado tras periodos de alta volatilidad, invirtiendo considerablemente en los mercados de deuda pública. Esta estrategia, según Rowan, responde a un enfoque pragmático ante las condiciones cambiantes que afectan la economía mundial. La posición de Marc Rowan invita a una reflexión más profunda sobre las políticas comerciales y su interacción con el mundo empresarial.
Mientras algunos defensores de la libre circulación sin barreras pueden ver las tarifas como un obstáculo que contradice sus principios, Rowan pone en relieve que en la práctica las políticas comerciales suelen tener efectos complejos que dependen del contexto, el diseño y la implementación. Además, exige que los tomadores de decisiones reconozcan la importancia de la estabilidad normativa para mantener un entorno favorable a la inversión y el crecimiento. En contraste, Warren Buffett ha sido un crítico abierto de los aranceles, calificándolos de arma en el sentido de que se utilizan para alcanzar objetivos políticos o estratégicos que pueden dañar las relaciones comerciales y económicas. Buffett aboga por el libre comercio como una vía para fomentar la eficiencia, reducir costos y beneficiar a los consumidores en general. Si bien su opinión es respaldada por muchos economistas, la divergencia de opiniones con líderes como Rowan muestra que el tema no es monolítico y merece un análisis detallado.
El debate también refleja la amplia gama de desafíos que enfrentan las empresas multinacionales hoy en día. La globalización, aunque ha propiciado mayores oportunidades, también ha expuesto a las compañías a riesgos geopolíticos, barreras comerciales, cambios regulatorios y fluctuaciones en los mercados financieros. En este marco, una política arancelaria selectiva y bien diseñada podría ser una herramienta válida para proteger intereses nacionales o negociar mejores acuerdos, siempre y cuando se maneje con cautela para evitar desencadenar represalias y afectaciones a largo plazo. A medida que avanza el 2025, la economía global continúa mostrando signos de estrés y ajustes. Los líderes empresariales como Marc Rowan enfatizan la necesidad de claridad y previsibilidad en las reglas del juego para fomentar la innovación, la contratación y la expansión de inversiones.
La incertidumbre, mucho más que el propio nivel de los aranceles, puede erigir barreras informales que limiten el crecimiento económico y la creación de empleo. El testimonio del CEO de Apollo también apunta a la importancia de diversificar riesgos y adaptarse a entornos cambiantes. Las empresas con portafolios globales amplios están mejor posicionadas para amortiguar impactos negativos en ciertas áreas con oportunidades en otras regiones o sectores. Por ende, entender las complejidades de los aranceles y no demonizarlos simplistamente es crucial para diseñar políticas empresariales y gubernamentales que promuevan el equilibrio. En definitiva, la postura de Marc Rowan frente a los aranceles aporta una visión matizada que puede contribuir a un debate más informado y pragmático sobre las políticas comerciales.
Mientras Warren Buffett representa la defensa del libre comercio como principio para el desarrollo económico, Rowan invita a considerar que los aranceles, como herramientas, pueden tener distintas aplicaciones y consecuencias, dependiendo de su contexto y ejecución. El desafío para los responsables de las políticas públicas y para los empresarios es encontrar ese equilibrio que permita proteger intereses sin sacrificar el crecimiento y la estabilidad a largo plazo. El futuro del comercio internacional y la economía global dependerá en gran medida de la capacidad de los actores involucrados para gestionar las tensiones, reducir la incertidumbre y promover entornos favorables para la inversión y el empleo. La discusión entre figuras influyentes como Marc Rowan y Warren Buffett es un reflejo de este complejo escenario, donde las decisiones sobre aranceles y también sobre otros instrumentos económicos juegan un papel fundamental. A su vez, es esencial que los inversores y el público en general comprendan que no existe una respuesta única o universal sobre el impacto de los aranceles.
Evaluar sus efectos requiere una mirada profesional, basada en datos, análisis sectoriales y el contexto global. En este sentido, la visión del CEO de Apollo puede ser un aporte valioso para entender que, más allá de las etiquetas y posturas ideológicas, el mundo económico está compuesto por muchas realidades interconectadas. Con miras al futuro, la colaboración internacional y el diálogo entre políticas económicas será vital para establecer reglas claras y equitativas, que reduzcan la volatilidad y promuevan un desarrollo sostenible. En este proceso, opiniones diversas y fundamentadas como las de Marc Rowan son necesarias para enriquecer el debate y favorecer soluciones que beneficien a múltiples actores. Así, el análisis de la posición de Apollo respecto a los aranceles invita a una reflexión profunda sobre cómo las herramientas económicas pueden ser utilizadas de manera inteligente, siempre considerando sus múltiples dimensiones y efectos.
Este enfoque pragmático puede ser un camino hacia una mejor gestión de las políticas comerciales globales y, por ende, de una economía mundial más equilibrada y resiliente.