El sector tabacalero vive una transformación profunda y significativa que va mucho más allá de la clásica producción y venta de cigarrillos. British American Tobacco (BAT), una de las compañías más icónicas en la industria, ha comenzado a redefinir su modelo de negocio hacia un futuro donde el tabaco sin humo será el foco principal. Esta evolución ha llamado la atención de diversas instituciones financieras y analistas, entre ellos Bank of America, que recientemente reinstaló la cobertura de las acciones de BAT con una calificación de compra. Esta decisión refleja una creciente confianza en la capacidad de la empresa para captar oportunidades de crecimiento a través de productos innovadores y una estrategia adaptada a las tendencias emergentes en el consumo de nicotina. Fundada en 1902, BAT es propietaria de marcas que han dejado una huella permanente en el mercado global, como Camel, Lucky Strike y Dunhill.
Sin embargo, la empresa no se está quedando en el pasado. Consciente de los cambios en los hábitos de los consumidores y la regulación cada vez más estricta en el mercado del tabaco tradicional, BAT ha apostado por un cambio estratégico que busca transformar la empresa hacia un negocio predominantemente sin humo para 2035. Esto implica un enfoque agresivo en el desarrollo y la expansión de su cartera de productos, que incluye vaporizadores electrónicos como Vuse, dispositivos de calentamiento de tabaco como Glo y los productos de nicotina en forma de bolsas, como Velo. Este giro hacia productos alternativos más seguros y menos perjudiciales para la salud ha sido aceptado positivamente por el mercado. Los analistas de Bank of America destacan que estas nuevas categorías de productos están "transformando el negocio" de BAT y constituyen la base para oportunidades de ventas y crecimiento a largo plazo.
Además, una regulación más rigurosa que combate el mercado ilegal de vaporizadores en Estados Unidos puede representar un beneficio adicional para la empresa, reforzando sus márgenes y controlando mejor el mercado. El desempeño financiero de British American Tobacco también es un factor fundamental para su atractivo entre inversores conservadores que buscan estabilidad y rentabilidad. La empresa genera un flujo de caja robusto y paga un dividendo anualizado del 6.72%, uno de los más altos entre las acciones del sector y especialmente atractivo en un contexto de volatilidad en los mercados. Actualmente, el dividendo trimestral se sitúa en 72 centavos, lo que añade un componente adicional de ingresos constantes para quienes optan por incluir estos títulos en sus carteras.
En términos de cotización, BAT ha mostrado un rendimiento sólido en 2025. La acción alcanzó un precio de apertura de 43.55 dólares tras ganar un 1.6% en una sesión reciente, y cerró al alza en otras jornadas. Esto representa una ganancia del 3.
6% en abril y un aumento del 18% desde principios de año, indicadores positivos para los inversores que ya tenían posiciones abiertas y también para aquellos considerando nuevas incorporaciones. Más aún, la acción está por encima de un punto tradicional de compra en una base técnica con forma de taza con asa, un patrón muy valorado por analistas técnicos para señalar potenciales rupturas al alza. No es un caso aislado. Otro gigante del sector, Philip Morris International, también está experimentando un repunte considerable. La empresa reportó resultados del primer trimestre mejores de lo esperado, impulsados por un aumento significativo en las ventas de sus productos sin humo, incluyendo las populares bolsas de nicotina Zyn.
Philip Morris incrementó su proyección para el segundo trimestre debido a esta demanda creciente. UBS, uno de los principales bancos de inversión, mejoró la recomendación de acciones de Philip Morris de vender a neutral, elevando el precio objetivo de 130 a 170 dólares tras un trimestre con fuerte desempeño y renovadas perspectivas positivas. La competitividad y transformación del sector está reflejada en el comportamiento del índice de la industria del tabaco. El grupo de nueve acciones relacionadas seguido por Investor's Business Daily (IBD) ha acumulado una ganancia cercana al 19% durante 2025, posicionándose como uno de los sectores más destacados entre casi 200 industrias analizadas. El interés de los inversores por sectores defensivos con altos dividendos se mantiene firme, especialmente en periodos de incertidumbre macroeconómica.
Las métricas técnicas también son favorables para BAT desde una perspectiva de análisis cuantitativo. La acción ostenta un Composite Rating de 91 sobre 99 posibles, reflejando un excelente desempeño relativo en comparación con otras acciones. Además, tiene una calificación de Fuerza Relativa (RS) de 92 y una significativa puntuación en Ganancias por Acción (EPS) de 53, indicadores que sugieren solidez en sus fundamentos y atractivo para inversores enfocados en crecimiento y estabilidad. La volatilidad intradía medida a través del Average True Range (ATR) de 21 días es de 2.39% para BAT, lo que implica movimientos moderados y menos riesgosos para los inversionistas que prefieren evitar acciones con grandes fluctuaciones diarias.
Esto guarda coherencia con aconsejar carteras equilibradas que se mantengan alejadas de activos altamente volátiles en momentos en que el mercado global se encuentra en procesos correctivos o de alta incertidumbre. La apuesta por un futuro más saludable y sostenible es algo común en el sector tabacalero ahora. Las empresas buscan reducir los riesgos asociados al tabaco tradicional y a la nicotina, destinando inversiones significativas a innovación en productos alternativos y campañas para un público cada vez más preocupado por su salud. Esta transformación puede representar años de crecimiento para empresas que logren adaptarse mejor que sus competidores a los nuevos retos y exigencias regulatorias. Los próximos reportes trimestrales de British American Tobacco, programados para finales de julio, serán un momento clave para que la compañía demuestre a los inversores cómo está avanzando en esta transición, sus niveles de ventas y crecimiento en las nuevas categorías, y cómo se comportan sus márgenes en un entorno indirectamente impactado por factores regulatorios y económicos.