En un mundo cada vez más interconectado, la transmisión de datos en alta velocidad es fundamental para impulsar avances tecnológicos en múltiples sectores, desde las telecomunicaciones hasta la exploración espacial. Recientemente, China ha demostrado un progreso significativo con el desarrollo y la implementación exitosa de enlaces de comunicaciones vía láser entre satélites en órbita terrestre baja. Esta innovación no solo promete transformar la forma en que los satélites se comunican entre sí, sino también reducir la dependencia de estaciones terrestres y potenciar la capacidad de transmisión de datos con velocidades sin precedentes. El hito fue alcanzado por Laser Starcom, una empresa comercial aeroespacial con sede en Beijing fundada en 2020. En marzo, Laser Starcom anunció que había logrado establecer un enlace de comunicación láser con una velocidad de 400 gigabits por segundo entre dos de sus satélites, Guangchuan 01 y Guangchuan 02, operando a una separación de aproximadamente 640 kilómetros en órbita terrestre baja.
Estos satélites fueron lanzados en noviembre del año anterior a bordo de un cohete Zhuque-2, desarrollado por la empresa Landspace, también con base en Beijing. El uso de enlaces láser para las comunicaciones satelitales supone una revolución frente a la tecnología tradicional basada en radiofrecuencia. Mientras que las ondas de radio ofrecen una capacidad limitada y pueden estar sujetas a interferencias, los enlaces ópticos utilizan haces láser que operan en frecuencias mucho más altas, permitiendo una transferencia de datos con mayores anchos de banda y menor latencia. No obstante, estas ventajas vienen acompañadas de desafíos técnicos que han sido superados gracias a avances en precisión y control en el punteo de los haces. Los satélites que operan en órbita terrestre baja viajan a velocidades cercanas a los 28,000 kilómetros por hora, lo que implica que cualquier enlace de comunicación óptico necesita un sistema muy sofisticado para mantener la alineación de los haces láser con precisión ultrafina.
De hecho, Laser Starcom logró un error de seguimiento inferior a cinco microradianes, una medida que refleja una estabilidad y precisión excepcionales en el control de los telescopios móviles instalados en los satélites. Este avance no solo es técnico, sino también estratégico dentro del contexto global. Las redes de satélites en órbita baja están en auge con proyectos como Starlink de SpaceX o constelaciones europeas como IRIS², que buscan proveer conectividad global de banda ancha. El logro de China con enlaces capaces de alcanzar hasta 400 Gbps fortalece su posición competitiva en este mercado y abre la puerta para sistemas de Internet satelital más eficientes y con menor necesidad de infraestructura en tierra. Además, la transferencia de datos a través de enlaces láser es vital para misiones que requieren enviar cantidades masivas de información, como los satélites de observación terrestre que recopilan datos científicos y medioambientales.
Por ejemplo, estos satélites suelen tener ventanas de comunicación muy limitadas con las estaciones terrestres debido a su rápida órbita, generalmente de pocos minutos. La posibilidad de transmitir datos a velocidades superiores mejora la cantidad y calidad de la información recogida, potenciando investigaciones y estudios basados en datos en tiempo casi real. La iniciativa de Laser Starcom tiene además implicaciones para el futuro de la exploración espacial más allá de la Tierra. Comunicaciones rápidas, estables y seguras serán clave para el éxito de proyectos espaciales ambiciosos, como bases lunares o misiones científicas profundas. En el caso de China, el desarrollo de estos enlaces podría colaborar con sus planes para la Estación Internacional Lunar, marcando un salto en la tecnología de comunicaciones espaciales y facilitando la gestión y control de estas bases remotas.
A nivel tecnológico, aunque el logro de Laser Starcom significa uno de los enlaces láser más rápidos conseguidos globalmente, expertos señalan que todavía representa una evolución incremental dentro de tecnologías comerciales existentes, en lugar de una revolución radical. Sin embargo, la capacidad de escalar estos sistemas para distintos niveles de velocidad, desde 10 Gbps hasta 400 Gbps, sugiere que la flexibilidad en los diseños permitirá adecuar las comunicaciones a la misión específica que cada constelación o satélite requiera. Internacionalmente, iniciativas como el proyecto High-throughput Digital and Optical Network (HydRON) de la Agencia Espacial Europea trabajan paralelamente en el desarrollo de sistemas láser ópticos con el objetivo de alcanzar velocidades de hasta un terabit por segundo en redes satelitales. Esto evidencia que la tecnología de comunicaciones ópticas en el espacio es una de las áreas de mayor interés estratégico y científico en el escenario espacial mundial. No obstante, las comunicaciones láser espaciales también enfrentan retos como la interferencia atmosférica cuando la señal necesita enviarse o recibirse desde la Tierra, debido a turbulencias y dispersión del rayo láser.