En un giro significativo dentro del ámbito de la regulación de criptomonedas, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha anunciado que no pretende presentar una nueva demanda por fraude contra Richard Schueler, más conocido en el ecosistema crypto como Richard Heart, el fundador de Hex. La noticia fue confirmada mediante una carta oficial enviada por el representante legal de la SEC, Matthew Gulde, a la jueza Carol Bagley Amon del Tribunal de Distrito de Nueva York el 21 de abril de 2025. La decisión marca un punto crucial en la batalla legal que se ha desarrollado durante los últimos meses, destacando los desafíos regulatorios que enfrentan las autoridades estadounidenses cuando intentan ejercer jurisdicción en casos con elementos internacionales y productos digitales innovadores. El caso comenzó en julio de 2023, cuando la SEC presentó una demanda contra Heart alegando que había llevado a cabo ofertas de valores no registradas mediante tres tokens ligados a sus proyectos: Hex, PulseChain (PLS) y PulseX (PSLX). Según la demanda, Heart habría obtenido más de mil millones de dólares con la promoción de estos criptoactivos, que supuestamente se vendían a los inversores como una vía para alcanzar grandes beneficios financieros.
Sin embargo, el avance de la demanda encontró varias dificultades, siendo la principal la necesidad de demostrar que las actividades de Heart estaban dirigidas específicamente a inversores residentes en Estados Unidos y que la SEC tenía jurisdicción válida para juzgar el caso. La jueza Amon evaluó que la SEC no logró establecer de manera clara esa jurisdicción, dado que las operaciones y la residencia de Heart no se encontraban en territorio estadounidense. Esta consideración fue fundamental para que, el 28 de febrero de 2025, la corte decidiera desestimar la demanda original. La jueza otorgó a la SEC la opción de presentar una denuncia enmendada, con un plazo inicial hasta el 20 de marzo que luego fue extendido hasta el 21 de abril, algo que finalmente la entidad reguladora decidió no hacer. Ante esta decisión, Richard Heart publicó un comunicado en la red social X celebrando lo que describió como una victoria completa para el software de código abierto, las criptomonedas y la libertad de expresión.
Destacó que, en su caso, la SEC perdió en todos los reclamos presentados, una realidad poco común dentro de las acciones legales de la agencia contra otros proyectos cripto. Además, Heart se refirió a la singularidad del caso porque, según su interpretación, la SEC intentó demandar el propio código fuente del software, generando un debate sobre la naturaleza y limitaciones del marco legal aplicado a las criptomonedas y tecnologías descentralizadas. El caso de Heart también tuvo repercusiones internacionales. En diciembre de 2024, Interpol emitió una notificación roja buscando su detención en Finlandia, país donde las autoridades sospechaban de presunta evasión fiscal. Además, en uno de los operativos realizados durante esta investigación, la policía finlandesa confiscó relojes de lujo pertenecientes a Heart con un valor estimado en 2.
6 millones de dólares. Estas acciones reflejan las complejidades de perseguir a individuos con operaciones globales en el espacio cripto, donde múltiples jurisdicciones pueden involucrarse en paralelo. En cuanto al desempeño de Hex, el token nativo de PulseChain, su comportamiento en los mercados también ha sido notable. Tras alcanzar un máximo histórico de 0.031 dólares en diciembre de 2024, el precio sufrió una caída considerable del 76%, un reflejo del sentimiento volátil que domina la mayoría de los altcoins en relación con el movimiento de Bitcoin este año.
Este dinamismo del mercado añade una capa extra de incertidumbre para los inversores y analistas, que ven en las regulaciones y las disputas legales un factor determinante para la confianza y adopción de estos activos digitales. La decisión de la SEC de abandonar la continuación del juicio contra Heart además se produce en un contexto más amplio de reconsideración dentro del organismo, que en 2025 ha dejado caer o suspendido varios casos contra empresas del sector criptográfico. Esto podría indicar un cambio en la estrategia regulatoria, posiblemente buscando un balance entre la protección del inversor y la innovación tecnológica, además de considerar las dificultades legales y prácticas para hacer cumplir normativas existentes en un entorno cada vez más globalizado y digitalizado. El fallo en el caso de Heart también reabre la discusión sobre el papel de la regulación internacional en criptomonedas. Dado que muchas actividades de blockchain son inherentemente transnacionales y no confinan sus operaciones a los límites geográficos tradicionales, las autoridades enfrentan el desafío de adaptar marcos legales que puedan ser aplicables sin imponer controles excesivamente restrictivos que limiten la innovación.
En este contexto, la libertad de expresión y el reconocimiento del software como objeto legal adquieren especial relevancia, pues podrían definir cuál es el alcance y las limitaciones de la supervisión estatal en el futuro tecnológico. El desenlace del proceso judicial contra Richard Heart influye en gran medida en la percepción que tienen los actores del ecosistema cripto sobre el grado de riesgo asociado a los litigios regulatorios. Para los desarrolladores y emprendedores, la victoria significa una reafirmación sobre la posibilidad de crear proyectos basados en código abierto sin temor a sanciones legales graves bajo la jurisdicción estadounidense, siempre que su actividad no se dirija directamente a ese mercado. Para los inversores, es una señal de que, aunque las regulaciones son un aspecto fundamental, pueden existir disputas prolongadas y resultados inciertos que afectan la valoración y la estabilidad de los activos digitales. Asimismo, el caso ha impulsado una mayor visibilidad para los temas de soberanía digital y jurisdicción en el ámbito cripto, poniendo en evidencia la necesidad de un diálogo más profundo entre países para establecer reglas consensuadas y mecanismos efectivos de cooperación.
El hecho de que asuntos fiscales o penales se investiguen en distintos países simultáneamente evidencia que las viejas estructuras políticas y administrativas deben modernizarse para adaptarse a la economía descentralizada y global. Finalmente, la experiencia con el caso Hex y Richard Heart puede servir de ejemplo para futuras disputas legales en el espacio de las criptomonedas, incentivando a los actores a diseñar productos y estrategias en línea con las normativas vigentes y a buscar alianzas regulatorias proactivas. Al mismo tiempo, la industria podría aprovechar los aprendizajes para impulsar mejores estándares de transparencia y responsabilidad que contribuyan a construir confianza con usuarios y reguladores. En conclusión, la decisión de la SEC de no reanudar la demanda por fraude contra Richard Heart representa un hecho trascendental para la regulación criptográfica y los marcos legales internacionales relacionados. Marca un precedente sobre la fermentación jurídica de los criptoactivos y la relación entre la innovación tecnológica y la supervisión estatal.
La resolución de este caso no significa el fin de los desafíos legales en el sector, pero sí pone de manifiesto la necesidad de una evolución en la manera en que se legisla y se entiende el código abierto, la soberanía digital y las finanzas descentralizadas a nivel global.