En un mundo donde la atención se ha convertido en la moneda más valiosa, entender cómo compartirla es clave para el futuro del entretenimiento y la economía digital. Yat Siu, presidente y cofundador de Animoca Brands, es una de las voces más relevantes cuando hablamos de la evolución de Web3, las nuevas formas de propiedad digital y el auge de la cultura y los activos en cadena. Su perspectiva es especialmente relevante cuando analiza fenómenos recientes como la viralización de las imágenes ‘‘Ghibli-ficadas’’, que capturaron la imaginación global al transformar fotografías comunes en obras con estilo de Studio Ghibli mediante inteligencia artificial como ChatGPT. Este fenómeno no solo revela la complejidad del choque entre tecnologías emergentes y derechos de propiedad intelectual tradicionales, sino que también pone en evidencia el potencial para que los creadores encuentren nuevas formas de monetizar y compartir su trabajo. Si bien algunos creadores se mostraron alarmados por lo que consideraron apropiación indebida, Siu invita a una reflexión más profunda: ¿qué pasaría si Studio Ghibli lanzara una nueva película en los próximos meses? ¿Generaría este fenómeno un mayor interés y ventas o un detrimento para la marca? La respuesta sugiere que la digitalización y reinterpretación creativa pueden ampliar los límites del mercado y atraer audiencias nuevas y más comprometidas.
Animoca Brands ha apostado fuertemente por la gamificación de la cultura y la digitalización de derechos de propiedad como vías para distribuir valor de forma más inclusiva y social. La empresa ha sido pionera en integrar tecnología blockchain para transformar cómo se reconocen y valoran los activos digitales, no solo desde una perspectiva financiera, sino también social. Este enfoque propone que la verdadera riqueza en la era digital se encuentra en el poder de las redes y los efectos de la comunidad, donde todos los participantes pueden beneficiarse del crecimiento compartido. Aunque Bitcoin abrió la puerta para mostrar cómo las comunidades pueden crear valor colectivo mediante redes descentralizadas, es la cultura la que hoy se está insertando en el blockchain con fuerza. Proyectos como Coinage, reconocida como uno de los primeros medios Web3 en pagar distribuciones a poseedores de NFT en Estados Unidos, ejemplifican cómo la monetización directa y transparente puede beneficiar a creadores y consumidores.
En el ecosistema de Animoca Brands también surgen marketplaces como TinyTap, plataforma educativa que permite a maestros ganar dinero por sus planes de lecciones y ofrece a padres contenido personalizado, demostrando que la tokenización abre múltiples posibilidades para mercados dinámicos y descentralizados. Siu explica que el dinero es en esencia una forma de moneda social, que solo adquiere valor porque está en manos de todos. Aplicado al contexto digital, distribuir el valor a través de tokens y NFTs construye un poder colectivo y facilita la expansión de redes influyentes. La estrategia de Animoca Brands de apostar por la ‘‘tokenización’’ aspira a que el mundo entero reconozca y adopte lo que se denomina como derechos digitales de propiedad, un concepto que redefine la manera en que los activos y la identidad digital se gestionan y protegen en internet. Uno de los aspectos más esperanzadores en la visión de Siu es la posibilidad de que, gracias a la blockchain, los usuarios puedan poseer y controlar sus datos, reputación y activos digitales sin importar la plataforma que utilicen.
Esta interoperabilidad y autonomía frenan la concentración de poder que hoy ejercen grandes corporaciones digitales y devuelven la agencia a individuos y comunidades. Aunque la consolidación de estas propuestas ha tardado más de lo esperado, en parte debido a la complejidad para ofrecer utilidades tangibles a los usuarios, 2025 se perfila como un año decisivo. La entrada de gigantes como Sony, que están comenzando a llevar su propiedad intelectual a la cadena de bloques, crea nuevas oportunidades para que Animoca Brands, con su liderazgo en propiedad digital, expanda su influencia y abra caminos para nuevos modelos de negocio y experiencia de usuario. Los resultados financieros recientes de Animoca Brands demuestran la solidez y relevancia de sus iniciativas. Con ingresos aproximados de 350 millones de dólares y EBITDA cercano a 100 millones, además de activos por un valor estimado de 4 mil millones, la empresa evidencia que la digitalización de derechos de propiedad es una tendencia consolidada que aún tiene amplio margen de crecimiento.
En un contexto donde la inteligencia artificial y nuevas herramientas digitales parecen desafiantes para los derechos de autor tradicionales, la apuesta de Animoca Brands por crear ecosistemas sostenibles y colaborativos resalta como una solución pragmática y justa. En vez de evitar el cambio, Yat Siu y su equipo trabajan para construir puentes entre tecnologías emergentes y modelos económicos que realmente recompensen a los creadores y usuarios. Además, Siu recalca que el verdadero valor no está únicamente en la riqueza individual sino en la capacidad de compartirla para crear comunidad y generar efectos de red que se amplifican con el tiempo. Esta filosofía no solo sustenta la estrategia de Animoca Brands sino que se presenta como la clave para que Web3 ‘‘gane’’ y se establezca como la nueva arquitectura económica y social en internet. En definitiva, la visión de Yat Siu sobre Web3, combinada con los ejemplos concretos como la reinterpretación cultural con Studio Ghibli y la tokenización de activos, señala un camino claro hacia un futuro donde la descentralización y la propiedad digital serán protagonistas.
2025 tiene el potencial de ser el año en que estas ideas se materialicen definitivamente, impulsando una transformación profunda en cómo se crea, comparte y se valora el contenido en el mundo digital. Este fenómeno no solo afectará al sector del entretenimiento o la tecnología, sino que impactará en la manera en que millones de personas interactúan, aprenden, trabajan y generan ingresos, consolidando una nueva era donde los derechos digitales y la economía colaborativa serán la norma. Animoca Brands, liderada por Yat Siu, está en el epicentro de esta revolución, y su experiencia ofrece indicios clave para entender hacia dónde vamos y cómo aprovechar las oportunidades que Web3 nos brinda.