En los últimos años, los incendios forestales han aumentado en frecuencia y severidad en muchas regiones del mundo, incluyendo la provincia canadiense de Columbia Británica. Estos incendios representan un desafío formidable para los servicios de emergencia, poniendo en riesgo vidas, ecosistemas y propiedades. Ante esta situación, la innovación tecnológica se ha convertido en una herramienta fundamental para mejorar la capacidad de respuesta y reducir los daños. Uno de los avances más prometedores en este campo es el uso de drones pesados específicamente diseñados para la lucha contra incendios forestales. En abril de 2025, Fireswarm Solutions, una empresa canadiense cofundada por un ingeniero aeroespacial y un exguardián de incendios forestales, junto con el grupo de gestión de recursos naturales Strategic Natural Resource Group, comenzaron las pruebas de los drones Thunderwasp en la región del Valle de Squamish, Columbia Británica.
Estos drones, fabricados originalmente por la empresa sueca ACC Innovations, son vehículos aéreos no tripulados (UAV) de tipo cuadricóptero que han sido adaptados para soportar entornos de fuego y dotarlos de tecnología avanzada para su operación. La capacidad de carga de estos drones es uno de sus mayores atractivos. Pueden levantar hasta 400 kilogramos cada uno y una flota pequeña de tres drones podría transportar hasta 1,200 kilogramos de agua o retardante químico para incendios. Esta cifra es comparable a la capacidad de carga de helicópteros medianos utilizados actualmente en operativos contra incendios, que pueden transportar entre 1,100 y 1,600 kilogramos. Esta similitud en capacidad plantea una alternativa y un complemento efectivo a los métodos tradicionales, especialmente en condiciones donde el vuelo tripulado es peligroso o imposible.
Un aspecto innovador de estos drones es su operación con inteligencia artificial. Equipados con sensores térmicos, cámaras y algoritmos de enjambre, pueden coordinarse para trabajar juntos de manera autónoma y eficiente. Uno de los usos experimentales más interesantes durante las pruebas en Squamish ha sido la capacidad de los drones para cargar agua de manera autónoma y realizar descargas precisas sobre áreas marcadas con símbolos en tierra, lo que demuestra su potencial para responder rápidamente y con precisión a los focos de incendio. Este tipo de tecnología también tiene el potencial de operar durante la noche, un momento en que los incendios pueden intensificarse y en que los pilotos humanos no pueden volar debido a las condiciones peligrosas. De esta manera, los drones pueden ofrecer un servicio continuo, garantizando actividad las 24 horas y mejorando el monitoreo y la extinción en momentos críticos.
El origen de esta iniciativa se remonta a la terrible temporada de incendios de 2023, la más destructiva registrada en Canadá, durante la cual comunidades como Gun Lake, ubicada al norte de Pemberton, sufrieron daños catastróficos incluyendo la pérdida de propiedades. Alex Deslauriers, un ingeniero aeroespacial y una de las mentes detrás de Fireswarm Solutions, fue motivado por su vivencia cercana con el desastre y su deseo de aplicar tecnología innovadora para evitar tragedias similares en el futuro. Las pruebas están siendo supervisadas de cerca por el Servicio de Incendios Forestales de Columbia Británica, que evaluará si estos drones podrán integrarse eventualmente en la estrategia provincial para la gestión y respuesta ante incendios forestales. Este proceso de evaluación es crucial para asegurar que las nuevas tecnologías cumplan con los estándares de seguridad y eficacia requeridos y puedan brindar un apoyo significativo a los equipos de tierra y aire. La colaboración con el grupo Strategic Natural Resource Group, una firma de gestión de recursos naturales y respuesta a emergencias indígena con más de dos décadas de experiencia trabajando con el Servicio de Incendios Forestales, añade valor a este esfuerzo.
El conocimiento local y la experiencia práctica en manejo de incendios complementan las capacidades técnicas de los drones, creando un enfoque integral y culturalmente consciente en el combate de incendios. Además de sus aplicaciones directas en la extinción, estos drones pueden contribuir en otros frentes, como la vigilancia y recopilación de datos en tiempo real, monitoreo de cambios atmosféricos y evaluación post-incendio. Esta información es vital para la planificación, prevención y recuperación, proporcionando a científicos y autoridades datos precisos y actualizados que pueden influir en decisiones estratégicas. Otra ventaja significativa es la reducción del riesgo para el personal humano. Los bomberos enfrentan condiciones extremadamente peligrosas, incluyendo la exposición a altas temperaturas, humo y terrenos accidentados.
La introducción de drones pesados capaces de realizar tareas complejas de forma autónoma o semiautónoma puede disminuir la exposición directa al peligro y mejorar la seguridad general en las operaciones. La implementación de tecnología de inteligencia artificial y sensores avanzados en estos drones permite una respuesta rápida y adaptativa frente a escenarios impredecibles como los incendios. Mediante algoritmos de enjambre, múltiples drones pueden actuar coordinadamente para cubrir áreas extensas y ajustar sus acciones en función de las condiciones cambiantes, lo que representa un importante avance en comparación con las máquinas no conectadas o las intervenciones exclusivamente humanas. La innovación en la lucha contra incendios forestales con drones pesados en Columbia Británica también refleja una tendencia global hacia la integración de tecnología en la gestión de desastres naturales. A medida que el cambio climático intensifica fenómenos extremos, las herramientas digitales y los vehículos autónomos se posicionan como aliados imprescindibles para las comunidades que enfrentan estos retos.
Según los creadores de Fireswarm Solutions, el objetivo es tener estos drones listos y aprobados para entrar en servicio durante la temporada de incendios de 2026 en Columbia Británica. La fase de pruebas continúa durante la temporada actual para recopilar datos, ajustar funcionalidades y asegurar que la tecnología sea confiable y efectiva en condiciones reales. El desarrollo de drones como Thunderwasp abre también el camino para que otras provincias o países con problemas similares consideren esta tecnología como parte de sus estrategias de mitigación. La combinación de capacidad de carga, autonomía, inteligencia artificial y colaboración con expertos en terreno hace de esta innovación una solución integral y adaptable. En resumen, los drones pesados en la lucha contra incendios forestales en Columbia Británica representan un ejemplo fascinante de cómo la tecnología avanzada puede transformar radicalmente la gestión de riesgos naturales.
La colaboración entre ingenieros aeroespaciales, expertos en incendios y comunidades locales está dando lugar a soluciones que no solo mejoran la eficiencia y seguridad, sino que además tienen el potencial de salvar vidas y proteger ecosistemas en una época donde la lucha contra el fuego es más crucial que nunca.