La economía australiana comienza a mostrar signos alentadores tras un período de incertidumbre, y uno de los indicadores más significativos proviene de uno de sus actores financieros más importantes: Westpac. El banco, que es el segundo mayor prestamista hipotecario en Australia, ha declarado que lo peor ya ha quedado atrás y que la demanda por financiamiento para fusiones y adquisiciones (M&A) está tomando fuerza. Estas declaraciones llegan en un momento clave para la nación, en que los mercados buscan señales de estabilidad y crecimiento sostenido. Anthony Miller, CEO de Westpac, expresó en la conferencia Macquarie Australia en Sydney, que han notado una disminución considerable en los niveles de estrés hipotecario. Esto se refleja principalmente en una menor cantidad de préstamos que están atrasados más de 90 días en sus pagos.
Este dato es un punto relevante porque los préstamos hipotecarios representan una gran parte de la cartera crediticia de los bancos y su estado es un fiel reflejo de la salud financiera de los consumidores y de la economía en general. La reducción en la morosidad hipotecaria no solo indica un alivio para los hogares australianos que enfrentaron dificultades financieras en años recientes, sino que también señala una mejora en la confianza del consumidor. Cuando los prestatarios pueden cumplir con sus obligaciones en tiempo y forma, los bancos se encuentran en una posición más sólida para otorgar créditos y financiamiento para diversas actividades económicas. En paralelo, Westpac ha reportado un aumento importante en el interés por financiamiento destinado a fusiones y adquisiciones, un segmento fundamental para la dinámica empresarial del país. Aunque el valor de las transacciones de M&A en el primer trimestre de 2025 fue de 20.
54 mil millones de dólares australianos, cifra que representa una caída del 13.7% comparado con el mismo período del año anterior, las expectativas son optimistas respecto a un repunte en el segundo trimestre. Este optimismo se sustenta en varios factores. En primer lugar, la Reserva Australiana recortó las tasas de interés en febrero de 2025 en 25 puntos base, ubicándolas en 4.1%, su primera reducción en cuatro años.
Este movimiento buscó estimular la economía tras una serie de incrementos que habían encarecido el crédito y afectado el consumo y la inversión. Además, se anticipa otro recorte en mayo, siguiendo la tendencia a la baja de la inflación núcleo observada en el primer trimestre, que alcanzó su nivel más bajo en tres años. El contexto de tasas de interés más bajas impulsa la actividad en el mercado financiero y empresarial por varias razones. Por un lado, el coste de financiamiento se reduce, haciendo más viable la realización de adquisiciones corporativas que, en un entorno de costos elevados, suelen postergarse o cancelarse. Por otro, mejora el acceso al crédito para empresas que buscan expandirse, consolidarse o reinventarse mediante fusiones con competidores o compra de nuevos activos.
Anthony Miller mencionó que la disminución continua en los niveles de estrés en el segmento de banca empresarial es motivo de gran aliento para Westpac. Esto sugiere que tanto pequeñas y medianas empresas, como grandes corporativos, están recuperando estabilidad financiera y tienen mayor apetito por operaciones de crecimiento estructurado. Además, Miller destacó que el volumen y la magnitud de las oportunidades de M&A que Westpac está analizando y para las cuales se ha sido invitado a participar, superan las expectativas que tenían en medio del entorno económico actual. Aunque muchas de estas operaciones aún están en proceso de ejecución, la mera existencia de un amplio pipeline de actividad representa un claro signo de recuperación y confianza en el mercado. Es importante también resaltar los resultados financieros del banco en el primer semestre de 2025.
A pesar de enfrentar un escenario de margen de interés neto contracturado, Westpac reportó una pequeña disminución, del 1%, en su beneficio neto, alcanzando los 3.32 mil millones de dólares australianos. Esta estabilidad en las ganancias, aunada a la baja en préstamos en mora, indica una buena gestión del riesgo crediticio y una base sólida para afrontar los próximos desafíos económicos. El comportamiento positivo de la cartera hipotecaria, con una reducción en los préstamos vencidos a más de 90 días del 1.12% al 0.
86% en solo seis meses, es otro indicador de la mejoría en la situación financiera de los hogares australianos. Esto no solo repercute en la dinámica interna del banco sino que contribuye a la estabilidad del sistema financiero nacional y refuerza la confianza en el mercado inmobiliario. Por otra parte, el favorable entorno económico se alimenta del equilibrio entre política monetaria prudente y medidas que favorecen la reactivación. El banco central, al tomar la decisión de reducir tasas, responde a una economía que comienza a mostrar señales de desaceleración inflacionaria y necesidad de estímulo para mantener el crecimiento. Este tipo de políticas afectan directamente tanto a consumidores como a inversores.
Para los primeros, significa que la deuda es más manejable y que el ahorro puede tener mayor rentabilidad real. Para los segundos, abre oportunidades para adquirir empresas con financiamientos más accesibles y tasas de interés competitivas. En la perspectiva empresarial más amplia, el aumento en la actividad de fusiones y adquisiciones es fundamental porque estas operaciones permiten consolidaciones que pueden generar eficiencias, acceso a nuevos mercados y tecnologías, y fortalezas competitivas que ayuden a las compañías a superar posibles turbulencias económicas futuras. En suma, los recientes anuncios y reportes de Westpac pintan un panorama alentador para Australia. La combinación de una deuda más saludable de los hogares, un sector empresarial activo y apetito renovado por operaciones de M&A, así como una política monetaria que busca equilibrar crecimiento e inflación, sugiere que la nación está transitando hacia una fase de recuperación más estable.
Esta recuperación también tiene implicancias para el resto de la economía australiana y su posición en los mercados internacionales. La mayor actividad financiera y empresarial puede traducirse en aumento de inversión extranjera, generación de empleo de calidad y fortalecimiento del sistema bancario. Además, el optimismo en el sector financiero puede impulsar otros sectores relacionados, como el inmobiliario, el tecnológico y los servicios profesionales. No obstante, pese a estas señales positivas, es importante mantener la cautela y seguir monitoreando factores externos que pueden afectar el desempeño económico, tales como fluctuaciones en los mercados globales, cambios en las políticas comerciales y geopolíticas, y posibles repercusiones de crisis económicas en otras regiones. Para los inversores, empresarios y consumidores australianos, la recomendación es aprovechar las oportunidades que surgen de esta coyuntura favorable, aunque con una gestión prudente y bien informada.
El acceso a financiamiento para fusiones y adquisiciones representa una herramienta clave para crecer y adaptarse, mientras que la mejora en los indicadores hipotecarios alienta a los hogares a planificar una recuperación sostenible. En conclusión, Westpac, con su análisis y resultados, aporta una luz de esperanza para la economía australiana al afirmar que lo peor ha quedado atrás y que la demanda por financiamiento corporativo se fortalece. Este mensaje es fundamental para una población y un mercado que buscan retornar a la senda del crecimiento y la estabilidad después de tiempos inciertos.