Las criptomonedas han sido durante años un activo de alta volatilidad y, aún más, un reflejo de las tendencias económicas globales. En 2025, la economía mundial ha enfrentado numerosos desafíos, entre ellos las nuevas tarifas anunciadas por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que han tenido un impacto considerable en los mercados digitales. Estas medidas arancelarias no solo han afectado a productos físicos y tradicionales, sino que también han influido en el comportamiento de ciertos tipos de criptomonedas. En particular, dos categorías han sufrido fuertes caídas: las redes blockchain de capa 1 y las criptomonedas meme. Aquí analizamos a fondo qué está sucediendo y qué implicaciones tiene para inversores y entusiastas del mercado cripto antes de tomar decisiones financieras.
Primero, es fundamental entender qué son las redes blockchain de capa 1. Estas plataformas actúan como la base fundamental sobre la que se construyen aplicaciones descentralizadas y otros tipos de activos digitales. Ejemplos importantes incluyen Ethereum, Solana, Cardano, Sui y Avalanche. Durante años, estas redes han sido consideradas pilares importantes dentro del ecosistema cripto debido a su capacidad para albergar contratos inteligentes y facilitar transacciones rápidas y seguras. No obstante, tras la implementación de las nuevas tarifas de Trump, estas plataformas han experimentado caídas notables en su valor.
Ethereum es el ejemplo más sobresaliente en esta categoría. Considerada la segunda criptomoneda más grande del mundo en términos de capitalización de mercado, Ethereum ha visto disminuir su valor en aproximadamente un 46% a lo largo del año. Este movimiento bajista es particularmente significativo si se considera la solidez histórica y la amplia adopción que Ethereum ha logrado mantener durante la última década. Por otro lado, Solana y Cardano han registrado descensos más moderados, alrededor del 20%, pero igualmente preocupantes para sus inversores. Avalanche y Sui, pese a conservar capitalizaciones millonarias, también han enfrent pérdidas considerables.
La situación para Ethereum parece paradójica dada la vinculación pública con la administración Trump, que recientemente favoreció a esta criptomoneda como parte de su nuevo U.S. Digital Asset Stockpile. Altos miembros de la familia Trump, incluyendo al expresidente, han expresado apoyo abierto a Ethereum en redes sociales y a través de empresas relacionadas, alineándose con una estrategia de diversificación en activos digitales. Sin embargo, la confianza del mercado no ha seguido esta línea y la percepción respecto a Ethereum se ha tornado negativa, reflejando una brecha creciente con otros proyectos.
Por otro lado, las criptomonedas meme han sido las que han recopilado la peor parte en esta tormenta tarifaria. Estas monedas, que comenzaron como bromas o tokens virales sin un fuerte respaldo tecnológico, han generado históricamente mucha especulación, pero también riesgos significativos. Entre las más representativas de esta categoría se encuentran Dogecoin, Shiba Inu, Pepe y el conocido meme coin oficial asociado al nombre de Trump. Los números son contundentes. Dogecoin, la criptomoneda meme más grande por capitalización, ha perdido un 45% de su valor en lo que va del año.
Shiba Inu, la segunda más popular, cayó un 37%, mientras que Pepe registra una caída aún más drástica del 53%. La peor noticia la trae el meme coin oficial de Trump, que desde su lanzamiento ha descendido un 84%, un desplome que ha alarmado a la comunidad entera. Este escenario refleja un marcado desinterés y aversión al riesgo de los inversores, quienes en el contexto actual prefieren evitar activos especulativos y carentes de fundamentos sólidos. Expertos financieros reconocidos, como Cathie Wood de Ark Invest, han señalado que la mayoría de estas monedas meme están en riesgo de perder casi todo su valor, especialmente ante la incertidumbre económica derivada de tensiones comerciales y políticas internacionales. El ambiente de tarifas está generando una mentalidad de “riesgo fuera”, donde los capitales tienden a retirarse de los activos más volátiles en favor de opciones más seguras o consolidadas.
Este movimiento, a su vez, presiona a estas criptomonedas a mantener un rendimiento por debajo del promedio, complicando cualquier expectativa de recuperación sostenida a corto plazo. Dentro de este contexto turbulento, surge la pregunta inevitable: ¿existen oportunidades de inversión en medio de estas caídas? La respuesta no es sencilla, pero algunos analistas apuntan hacia un posible interés en Solana, que a pesar de la incertidumbre relacionada con las tarifas, muestra señales de recuperación en la actividad dentro de su blockchain. En los últimos meses, Solana ha reforzado su posición como principal competidora de Ethereum, especialmente ante la creciente crisis y la percepción negativa que esta última enfrenta. Solana había sorprendido al mercado en 2023 con un aumento de valor superior al 900%, demostrando su potencial de crecimiento en condiciones favorables. Los inversores que busquen aprovechar una posible recuperación podrían considerar monitorear atentamente este proyecto, siempre conscientes de que el contexto macroeconómico, incluyendo los riesgos de recesión e inflación, puede seguir impactando el sector tecnológico y financiero.
Paralelamente, Bitcoin continúa consolidándose como el refugio más seguro dentro del universo cripto frente a las tensiones económicas y geopolíticas. Históricamente, Bitcoin ha mostrado mayor resiliencia que muchas altcoins bajo escenarios adversos, posicionándose como una potencial cobertura contra una desaceleración económica global. Su naturaleza descentralizada y su limitada emisión le otorgan características similares a las de un activo refugio clásico, aunque con volatilidad propia. En cuanto a Ethereum, la situación invita a la prudencia. A pesar de la magnitud de su caída y los obstáculos actuales, sigue siendo una de las criptomonedas con mayor adopción y desarrollo tecnológico.
Sin embargo, los analistas financieros destacados no lo incluyen entre las opciones de mayor recomendación para la compra inmediata, sugiriendo enfocar la atención en activos con perspectivas más sólidas a corto y mediano plazo. Para los interesados en invertir en criptomonedas bajo esta dinámica, es esencial comprender que el sector sigue siendo altamente especulativo y sensible a variables externas, incluidas decisiones políticas como las tarifas de Trump. La volatilidad puede representar tanto riesgos significativos como oportunidades si se manejan con conocimiento y estrategia. En conclusión, las nuevas tarifas impuestas han generado un efecto contundente sobre ambos grupos analizados: las redes de capa 1 y las criptomonedas meme. Mientras las primeras mantienen una base tecnológica y una capitalización considerable pero enfrentan dudas y caídas sensibles, las segundas reflejan un declive casi imparable, con amplia desaprobación del mercado.
En este escenario, proyectos como Solana y activos como Bitcoin podrían representar alternativas relativamente más seguras y prometedoras, siempre acompañadas de un monitoreo constante del desarrollo económico global y las políticas comerciales. La clave para inversores y entusiastas será mantener la atención en las evoluciones del mercado, las innovaciones tecnológicas y las decisiones regulatorias o políticas que pueden alterar el rumbo de las criptomonedas en este entorno complejo y en constante cambio.