La lucha contra el cáncer continúa siendo uno de los mayores desafíos en la medicina contemporánea, y la innovación en terapias dirigidas resulta esencial para aumentar la tasa de éxito en su tratamiento. En este contexto, la reciente alianza entre Veraxa Biotech y OmniAb representa un avance significativo en la búsqueda de terapias oncológicas más efectivas y seguras. Ambas compañías han anunciado un acuerdo conjunto para el desarrollo de un programa de anticuerpos bispecíficos conjugados con fármacos (bsADC) orientado específicamente a tumores sólidos, una de las áreas más complejas y difíciles de abordar dentro de la oncología actual. Veraxa Biotech, una empresa reconocida por su experiencia en tecnologías de conjugación de anticuerpos con fármacos y sus avances en el desarrollo de formatos innovadores como los bsADC y BiTAC (bi-targeted tumour-associated cytotoxicity), aportará sus conocimientos en el diseño y optimización de los enlaces químicos y conjugación. Por su parte, OmniAb, con su sólida plataforma de descubrimiento de anticuerpos humanos transgénicos, proporcionará los anticuerpos humanos de alta calidad que serán el punto de partida para los candidatos terapéuticos.
La sinergia entre ambas compañías responde a la necesidad urgente de contar con tratamientos que combinen especificidad, potencia y seguridad para el abordaje de tumores sólidos, un ámbito con importantes retos como la heterogeneidad tumoral, la evasión inmunitaria y la toxicidad sistémica. Los anticuerpos bispecíficos, que pueden dirigirse a dos antígenos simultáneamente, ofrecen la oportunidad de potenciar la selectividad contra células cancerosas, minimizando daños en tejidos sanos. Uno de los factores diferenciadores del programa conjunto es la utilización de la tecnología de anticuerpos de OmniAb, que se basa en ratones transgénicos diseñados para generar anticuerpos humanos de alta afinidad. Este enfoque permite obtener leads altamente optimizados desde la etapa inicial, gracias a la maduración de afinidad in vivo, un proceso natural que mejora la eficacia del anticuerpo. Este aspecto es clave para asegurar que los anticuerpos que se conjuguen posean la mejor capacidad de unión a sus dianas, requisito indispensable para el éxito terapéutico.
Por su lado, Veraxa asume la responsabilidad de aplicar su tecnología propietaria de conjugación y su experiencia en la fabricación de ADCs para desarrollar los bispecíficos conjugados con fármacos. La capacidad para diseñar enlaces estables que liberen el agente citotóxico únicamente dentro del microambiente tumoral es crucial para maximizar el efecto terapéutico y reducir al mínimo los efectos secundarios adyacentes. Además, la empresa liderará la validación preclínica de los candidatos obtenidos, evaluando su eficacia y toxicidad en modelos experimentales antes de avanzar hacia ensayos clínicos. Más allá del impacto clínico, este programa posee un modelo comercial en el que ambos socios compartirán la copropiedad intelectual y las futuras ganancias derivadas del desarrollo, licencia y comercialización del producto. Esta estructura refleja un compromiso profundo de cooperación y busca optimizar la explotación de los avances científicos para beneficio mutuo y, fundamentalmente, para los pacientes.
El CEO y cofundador de Veraxa, Christoph Antz, destacó la complementariedad de las tecnologías implicadas en la alianza, que permitirán crear una nueva clase de ADCs bispecíficos. Según Antz, esta innovación puede transformar el panorama terapéutico para tumores sólidos difíciles de tratar y representa un paso acorde con la estrategia de crecimiento basada en asociaciones estratégicas. De hecho, esta colaboración es la segunda gran iniciativa de Veraxa en un corto período, evidenciando su enfoque dinámico para potenciar su portafolio a través de alianzas. La relevancia del desarrollo de bsADCs radica en su capacidad para atacar tumores de manera dual, dirigiéndose a dos antígenos específicos que pueden estar implicados en la progresión o evasión del tumor. Esta doble especificidad no solo aumenta la selectividad hacia las células malignas, sino que también puede superar mecanismos de resistencia que limitan los efectos de terapias monospecíficas convencionales.
Así, bsADCs prometen mejorar la efectividad terapéutica y extender la duración de las respuestas en los pacientes. Además, es importante destacar que Veraxa está en proceso de salir a bolsa en Estados Unidos a través de una fusión con Voyager Acquisition Corp, una compañía de adquisición con propósito especial (SPAC) enfocado en el sector salud. Esta operación, prevista para concretarse en el último trimestre de 2025, dotará a Veraxa de recursos financieros adicionales para acelerar sus programas de desarrollo y expandir su alcance global. La combinación de su pipeline en ADCs bispecíficos y formatos BiTAC con esta nueva asociación fortalece su posición en un mercado altamente competitivo y en rápido crecimiento. En el panorama actual, las terapias con anticuerpos conjugados con fármacos han mostrado resultados alentadores en varios tipos de cáncer hematológico y sólidos.
No obstante, la introducción de bispecificidad constituye una evolución natural con el potencial de superar limitaciones clásicas. El éxito del programa de Veraxa y OmniAb puede abrir camino a nuevos productos que cambien la vida de millones de pacientes y añadan valor significativo a la oncología personalizada. La selección de tumores sólidos como indicación foco no es casual: representan la mayoría de los cánceres diagnosticados mundialmente y a menudo presentan barreras biológicas y microambientales que dificultan la penetración y acción de medicamentos. El diseño de bsADCs que puedan sortear estas barreras y atacar de forma precisa componentes clave del tumor es un reto técnico y científico que esta colaboración está decidida a afrontar con innovación y rigor. En conclusión, la alianza entre Veraxa y OmniAb marca un hito en el desarrollo de terapias avanzadas contra el cáncer.
Al fusionar su experiencia en descubrimiento de anticuerpos humanos y tecnología de conjugación innovadora, están sentando las bases para el próximo nivel en el tratamiento de tumores sólidos mediante bispecific ADCs. Este enfoque podría transformar radicalmente la terapia oncológica, ofrecer nuevas esperanzas a pacientes con enfermedades de difícil manejo y consolidar la importancia de las colaboraciones estratégicas en la vanguardia de la biotecnología.