El Schwab US Dividend Equity ETF, conocido como SCHD, ha capturado la atención de inversores y analistas debido a una significativa caída en su valor y la formación de un patrón técnico preocupante llamado 'death cross'. Desde diciembre del año pasado, el ETF ha perdido un 13.25%, situándose en torno a los 25.10 dólares, nivel que encendió las alarmas entre la comunidad financiera. Este descenso coincide con un escenario global marcado por crecientes tensiones comerciales y una economía estadounidense que enfrenta un ambiente incierto.
El patrón conocido como 'death cross' ocurre cuando la media móvil de 50 días cruza a la baja la media móvil de 200 días. Esta señal técnica es un presagio clásico de un posible mercado bajista, sugiriendo que los vendedores están dominando y que el precio del activo puede continuar disminuyendo. En el caso del SCHD, este cruce no se daba desde 2023, por lo que su reaparición añade una capa extra de preocupación para quienes apuestan por una recuperación rápida. Este evento técnico se da justo después de un canal ascendente observado entre diciembre y abril, lo que podría señalar que el impulso alcista ha perdido fuerza y que el ETF está entrando en un periodo correctivo prolongado. Acompañando esta señal, indicadores técnicos como el Índice de Fuerza Relativa (RSI) y el MACD muestran tendencias bajistas, reforzando el pronóstico negativo.
Además, el ETF ha retrocedido hasta el nivel de 50% en el retroceso de Fibonacci, una herramienta utilizada para identificar posibles zonas de soporte o resistencia en los movimientos de precios. Si el SCHD falla en mantener este nivel, el siguiente soporte clave se encuentra cerca del 78.6% del retroceso, en 22.78 dólares. Las causas detrás de este comportamiento bajista entre los inversores tienen un fundamento externo al análisis técnico.
La persistente guerra comercial entre Estados Unidos y China ha creado un ambiente de incertidumbre y miedo en los mercados globales. El reciente anuncio de aranceles adicionales y medidas proteccionistas ha aumentado las preocupaciones sobre una desaceleración económica global y la posibilidad inminente de una recesión. La gestión del entonces presidente Trump introdujo aranceles más estrictos sobre productos chinos, una estrategia que, aunque pretendidamente negociadora, ha escalado tensiones y generado volatilidad. Estos movimientos impactan directamente en las empresas que forman parte del ETF SCHD, aunque en menor medida respecto a otros sectores, debido a que muchas de ellas pertenecen a la industria de servicios financieros, farmacéutica y bienes de consumo básico, áreas generalmente más resilientes frente a conflictos comerciales. No obstante, el miedo ha dominado las decisiones de muchos inversores, como evidencia el Crudo índice Fear and Greed, que recientemente se ha situado en zonas extremas de miedo.
Esta situación históricamente ha llevado a movimientos de venta masiva o a que los inversores se mantengan al margen, aumentando la presión bajista sobre el SCHD. Los expertos señalan que la principal amenaza en este contexto es la posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión si la guerra comercial no se resuelve a tiempo. El economista Mark Zandi, de Moody’s, ha elevado las probabilidades de recesión a un 60% tras la caída en la confianza del consumidor, lo que podría afectar negativamente tanto los ingresos como los márgenes de las empresas que conforman el ETF. La estructura de SCHD, sin embargo, ofrece cierto nivel de protección debido a la cualidad defensiva de muchas de sus compañías. La presencia importante de bancos regionales, farmacéuticas y compañías de consumo básico pueden proporcionar cierta estabilidad relativa en tiempos económicos turbulentos, aún cuando las acciones pueden verse afectadas a corto plazo por el sentimiento del mercado.
Cabe destacar que las negociaciones comerciales no están completamente estancadas. Hay indicios de que Washington podría estar utilizando la imposición de aranceles como una herramienta estratégica para forzar acuerdos más favorables. El reciente encuentro con delegaciones de Japón y las esperanzas de un acuerdo cercano con China podrían revertir la tendencia negativa si resultan en avances concretos. En términos técnicos, el panorama bajista para el SCHD únicamente se invalidaría si el ETF logra superar de forma sostenida el nivel de resistencia clave ubicado alrededor de los 28 dólares. Un movimiento alcista por encima de este nivel indicaría que los compradores están retomando el control y podría marcar el inicio de una recuperación.
Desde una perspectiva de inversión más amplia, resulta crucial que los inversores consideren tanto los análisis técnicos como las condiciones macroeconómicas y geopolíticas actuales antes de tomar decisiones sobre el SCHD. La volatilidad que genera un patrón como la 'death cross' puede implicar riesgos, pero también presentar oportunidades para aquellos dispuestos a asumir el riesgo o adoptar una estrategia de diversificación. La reciente tendencia bajista del SCHD pone de relieve la importancia de monitorear continuamente las señales técnicas y las dinámicas del mercado, especialmente en un entorno donde factores externos como las guerras comerciales y las políticas económicas tienen un impacto directo y rápido en los precios. Además, los inversores deben estar preparados para afrontar posibles caídas hasta niveles cercanos a $24, y si dicha barrera es superada, incluso niveles más bajos podrían ser alcanzados. En conclusión, el SCHD ETF enfrenta un periodo de alta volatilidad y riesgo, marcado por la formación de la 'death cross' y un contexto económico complicado.
La confluencia entre indicadores técnicos negativos, el impacto de la guerra comercial y un sentimiento de mercado predominado por el miedo, configura un escenario que precisa cautela. No obstante, la posible solución en las negociaciones comerciales y la naturaleza defensiva de algunas empresas en el fondo brindan herramientas para mitigar riesgos. Para los inversores, seguir de cerca la evolución de estos factores será clave para navegar por este periodo turbulento y tomar decisiones informadas que equilibren riesgo y oportunidad.