El mercado tecnológico ha sido testigo de una importante sacudida tras las recientes declaraciones de un alto ejecutivo de Apple en un caso antimonopolio que involucra a Google. Las acciones de Google sufrieron una significativa caída luego de que Eddy Cue, vicepresidente senior de servicios de Apple, revelara que las búsquedas realizadas a través del navegador Safari en dispositivos móviles de la compañía experimentaron por primera vez una disminución en abril. Este hecho además se dio en el marco de un juicio federal que examina la posición dominante de Google en el sector de las búsquedas en internet. La información ha desatado un amplio debate sobre la relación entre ambas gigantes tecnológicas, la viabilidad del modelo de negocio de Google y el impacto de la competencia creciente, especialmente con la irrupción de tecnologías de inteligencia artificial. Históricamente, Google ha pagado alrededor de 20 mil millones de dólares anuales a Apple para ser el motor de búsqueda predeterminado en iPhones, un acuerdo que ha sido clave para su dominio en el mercado.
Sin embargo, el panorama parece estar en transformación. La disminución en las búsquedas desde dispositivos Apple, por primera vez reportada en años, podría reflejar cambios en el comportamiento de los usuarios y en las estrategias comerciales debido a la evolución tecnológica y a las presiones regulatorias. En el juicio, que ha sido seguido con mucha atención por Wall Street y los expertos en tecnología, Eddy Cue también señaló que Apple está explorando activamente la incorporación de capacidades de búsqueda basadas en inteligencia artificial dentro de su navegador Safari. Además, la empresa está evaluando posibles asociaciones con compañías emergentes como OpenAI, Perplexity y Anthropic para integrar estas tecnologías. Estas iniciativas podrían alterar significativamente la dinámica del mercado, reduciendo la dependencia de Google y fomentando una competencia más intensa en el ámbito de las búsquedas en internet.
La respuesta de Alphabet, matriz de Google, no tardó en llegar. La compañía afirmó que, a pesar de las afirmaciones de Apple, el crecimiento global en las consultas realizadas a través de Google continúa al alza, incluso proveniente de dispositivos y plataformas Apple. Esta declaración buscaba mitigar la caída en el precio de sus acciones y tranquilizar a los inversores sobre la fortaleza del negocio de búsqueda. Sin embargo, algunos analistas como Doug Anmuth de JPMorgan sugirieron que la reacción del mercado ante los comentarios de Apple podría estar exagerada. Apuntaron que Apple tiene un interés en que Google parezca menos dominante para fortalecer su posición en el litigio y resaltar la importancia de incrementar la competencia.
Más allá del litigio, el negocio principal de Google enfrenta un desafío tecnológico considerable con la aparición de nuevas alternativas de búsqueda impulsadas por inteligencia artificial, como ChatGPT de OpenAI. A diferencia del modelo tradicional de Google, que ofrece enlaces a páginas web en respuesta a consultas, estas nuevas plataformas proporcionan respuestas directas y conversacionales, cambiando la experiencia del usuario y potencialmente afectando la cuota de mercado de Google. En respuesta a esta nueva realidad, Google ha implementado innovaciones significativas, como el despliegue de resúmenes conversacionales con inteligencia artificial, conocidos como "AI Overviews", que comenzaron a aparecer en los resultados de búsqueda en Estados Unidos a mediados de 2024. Estas funciones emplean el modelo de inteligencia artificial Gemini desarrollado internamente por Google y prometen mejorar la interacción del usuario con el motor de búsqueda mediante respuestas más completas y contextuales. No obstante, esta transición todavía se encuentra en una etapa temprana y el mercado permanece cauteloso ante la rápida evolución del sector tecnológico y las posibles implicaciones legales.
El juez federal Amit Mehta, encargado de la causa antimonopolio contra Google, dictaminó el año anterior que Alphabet mantenía ilegalmente el monopolio en los servicios de búsqueda en línea y actuaba para impedir que competidores desarrollaran productos propios. Uno de los puntos en discusión es el acuerdo económico que permite a Google ser la opción predeterminada en iPhones, lo que ha sido clave para su dominio. El Departamento de Justicia está considerando diversas sanciones para Google, incluyendo la posible venta de su navegador Chrome y otras medidas que podrían afectar la relación con Apple. Los próximos meses serán determinantes, pues se espera que el juez emita la decisión final sobre las penalizaciones requeridas para Alphabet y las soluciones antimonopolio. En cuanto a los movimientos bursátiles, las acciones de Google cayeron el miércoles un 7.
3%, mientras que las de Apple disminuyeron un 1.1% tras las declaraciones de Eddy Cue. Pese a la caída, en las operaciones del jueves temprano ambas compañías mostraron recuperación en sus valores, reflejando la volatilidad del mercado ante esta disputa judicial. Desde el punto de vista técnico, las acciones de Google han retrocedido alrededor de un 20% en lo que va de 2025, mientras que Apple acumula una caída del 22% en el mismo período. A pesar de estas pérdidas, Google mantiene una calificación compuesta de 81 sobre 99 según el sistema de Investor's Business Daily (IBD), que combina métricas fundamentales y técnicas para evaluar la fortaleza de una acción, posicionándose aún como una opción relevante para inversores interesados en el sector tecnológico, especialmente en inteligencia artificial.
El avance de la inteligencia artificial representa una doble arma para Google. Por un lado, la competencia que generan plataformas con modelos conversacionales pone en duda su dominio tradicional. Por otro, el desarrollo interno de tecnologías como Gemini ofrece un camino para mantener e incluso potenciar su liderazgo si logra implementarlas eficazmente en sus servicios. Será crucial observar cómo evoluciona la integración de estas innovaciones y si logran atraer y retener la atención de los usuarios frente a otros buscadores emergentes. Por último, la situación también pone en relieve la compleja relación entre Apple y Google.