En la era actual, caracterizada por la movilidad y la necesidad de flexibilidad en el trabajo, los dispositivos ultra-portátiles han ganado una relevancia significativa. Josh Sharp, un desarrollador de Melbourne y cofundador de Hello Code, compartió su experiencia con el GPD Pocket 4, un dispositivo compacto que representa una solución innovadora para quienes necesitan un equipo funcional, ligero y que se adapte a espacios reducidos o situaciones poco convencionales, como trabajar desde la cama. El trasfondo que llevó a Josh a adquirir el GPD Pocket 4 está marcado por la experiencia del confinamiento debido a la pandemia y un período de agotamiento profesional. En ese contexto, se hizo evidente que pasar largas horas frente a un escritorio no siempre es factible, ni siquiera deseable. Para personas que sufren burnout o simplemente buscan un cambio en la rutina sin comprometer la productividad, la idea de una laptop extremadamente portátil y pequeña se vuelve atractiva.
Sin embargo, la oferta en el mercado para este tipo de productos es limitada, y aquí es donde GPD destaca como uno de los pocos fabricantes especializados en el mercado "ultra-portátil". El GPD Pocket 4 captura la atención por sus características físicas y técnicas. Su pantalla de 8.5 pulgadas con resolución 2560 x 1600 y relación de aspecto 16:10 ofrece una calidad visual notable, aunque hay que destacar que el panel es originalmente de orientación vertical, ya que proviene de una tableta, lo que puede generar algunas particularidades en el uso diario. En cuanto al rendimiento, la versión que Josh adquirió cuenta con un procesador AMD Ryzen 365 y 32GB de memoria RAM, un conjunto muy potente que supera las necesidades básicas, pero que brinda garantía de futuro y capacidad para operaciones más exigentes.
No obstante, pese a las virtudes, el equipo también tiene algunos inconvenientes. El consumidor reportó un píxel muerto o una posible suciedad bajo la pantalla. Intentar un cambio con el fabricante resultó frustrante debido a la falta de soporte y reconocimiento efectivo del problema, lo cual genera cierta incertidumbre sobre el servicio postventa de GPD. El verdadero desafío del Pocket 4 reside en su teclado, que por cuestiones de tamaño no puede incluir un diseño completo y convencional. Las teclas de letras son de tamaño estándar y están bien ubicadas, pero las teclas de puntuación y números presentan dimensiones reducidas y ubicaciones poco intuitivas.
Por ejemplo, las teclas númericas cumplen doble función con las teclas de función, además de tener un tamaño reducido verticalmente, lo que puede desacelerar la escritura y afectar la fluidez, especialmente para usuarios ya acostumbrados a teclados más tradicionales. Otra particularidad importante es la ubicación del teclado en relación al touchpad, que se encuentra desplazado hacia atrás y al lado derecho, situación que Josh encontró aceptable una vez aclimatado. El desempeño térmico también es un factor a considerar. Debido a la mínima superficie y al hardware de alto rendimiento, el dispositivo tiende a calentarse rápidamente bajo cargas de trabajo mayores, acompañado de un ventilador que produce un ruido notable, lo que podría resultar incómodo en ciertos escenarios, especialmente en entornos silenciosos como bibliotecas o espacios de trabajo compartidos. Desde el punto de vista del sistema operativo, Josh optó por una configuración dual instalando Fedora Kinoite junto a Windows 11.
Esta elección responde a su interés en explorar sistemas con actualizaciones atómicas que brindan estabilidad y seguridad mediante particiones inmutables. Fedora Kinoite, basado en KDE, fue seleccionado por ofrecer un entorno personalizable y eficiente. La comunidad KDE tiende a ser valorada por su flexibilidad y familiaridad, aunque algunas aplicaciones nativas como el gestor de archivos Dolphin pueden ser consideradas visualmente menos atractivas que sus contrapartes GNOME. La experiencia con Fedora fue positiva, con la mayoría de los componentes funcionando sin problemas desde el inicio, aunque el usuario debió realizar ajustes para adaptar la orientación de la pantalla, dada la naturaleza original vertical del panel. La escalabilidad fraccionada del 175% en Wayland mejoró la legibilidad y usabilidad, aunque ciertos procesos como las actualizaciones del sistema presentaron ocasionales tiempos de espera prolongados sin explicación clara.
Un detalle curioso en seguridad es que la pantalla de solicitud de contraseña para desencriptar el disco con LUKS aparece en orientación vertical, sin solución práctica para rotarla, siendo este un pequeño inconveniente que no afecta la funcionalidad global pero que recuerda el origen del hardware. En cuanto al uso diario, Josh reconoce que incluso con las ventajas del Pocket 4, usar una laptop en la cama resulta más difícil de lo esperado. La postura y posición del cuerpo influyen significativamente en la comodidad para teclear y visualizar la pantalla. En posiciones laterales o acostado con las rodillas levantadas es posible usar el dispositivo, aunque no de manera óptima. Además, dada la pequeña pantalla, leer y trabajar durante largas sesiones puede ser menos agradable que en monitores más grandes.
En resumen, el GPD Pocket 4 se presenta como un dispositivo destinado a usuarios que requieren movilidad extrema y un equipo capaz de operar en espacios muy reducidos o situaciones poco convencionales. No es un reemplazo para un equipo de escritorio o laptop tradicional en términos de comodidad para escritura intensiva o multitarea prolongada, pero sí puede ser una herramienta complementaria para trabajo ligero, viaje, o momentos en los que sentarse formalmente a laborar no es una opción. Desde la perspectiva del desarrollador que lo adquirió, a pesar de no cumplir al 100% las expectativas iniciales de uso frecuente en cama, ha encontrado un espacio adecuado para este pequeño equipo gracias a su potente hardware y la flexibilidad del software. La experiencia con Fedora KDE aporta además una sensación de control y personalización que contrasta con la configuración estándar de Windows, ayudando a equilibrar productividad y confort. En definitiva, el GPD Pocket 4 simboliza la tendencia creciente de la tecnología hacia dispositivos cada vez más pequeños sin sacrificar capacidad, ideal para quienes buscan una alternativa diferente, funcional y moderna para situaciones específicas.
Aunque no está exenta de compromisos como el teclado reducido o el ruido del ventilador, su diseño y prestaciones lo convierten en una opción que merece considerarse dentro del segmento de computadoras portátiles ultra-portátiles. Para desarrolladores, emprendedores y usuarios ávidos de movilidad, la propuesta de GPD representa una invitación a replantear los espacios y formas de trabajo, abrazando la versatilidad con dispositivos adaptados a la nueva realidad laboral y personal. Aunque algunos detalles pueden ser mejorados, la consolidación de esta categoría sugiere que el futuro del trabajo remoto y la productividad móvil apunta a equipos cada vez más compactos, potentes y diseñados para acompañar al usuario en cualquier lugar. Josh Sharp concluye con una valoración práctica y equilibrada. El Pocket 4 es un equipo “kind-of, just” para los objetivos que tenía inicialmente, pero una buena herramienta para uso ocasional y en viajes.
Más que un reemplazo, es un complemento que amplía las posibilidades y adapta la experiencia computacional a nuevas maneras de vivir y trabajar. En definitiva, es un paso hacia adelante en la evolución de dispositivos portátiles que vale la pena explorar.