William Shatner es, sin lugar a dudas, una figura emblemática en la historia de la cultura pop. Para muchos, su nombre está indisolublemente ligado al legendario Capitán James T. Kirk, el intrépido comandante de la nave Enterprise que definió la ciencia ficción televisiva durante la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, limitar a Shatner a ese único rol sería ignorar una trayectoria artística multifacética y una evolución personal que desafía las nociones comunes sobre la celebridad y la expresión creativa. Su álbum "Has Been", lanzado en 2004 bajo el sello Shout! Factory, representa un punto de inflexión en su carrera musical y poética.
Para quienes solo conocían a Shatner a través de su fama televisiva o como un personaje legendario en la galaxia de Star Trek, este proyecto ofreció una faceta desconocida y sorprendente. Allí, Shatner explora territorios artísticos que van desde la música hablada hasta composiciones que combinan géneros aparentemente opuestos, creando una obra que es a la vez provocadora, introspectiva y genuina. Es importante entender que "Has Been" no surge de la nada. Previamente, Shatner había incursionado en la música con dos álbumes previos que ya daban indicios de su amor por las letras y lo escénico. Su primera producción mezclaba textos de Shakespeare y partes de 'Cyrano de Bergerac' con canciones populares, un experimento que podría resultar incómodo para algunos pero que reflejaba su singular enfoque hacia el arte y la interpretación.
Su segundo álbum, una grabación en vivo de un monólogo basado en 'Cyrano', reafirmaba su fascinación por la poesía y el teatro más allá de la pantalla. "Has Been" podría verse como el diálogo maduro entre Shatner como artista y Shatner como icono cultural. La producción, a cargo de Ben Folds, reconoce y abraza la pesada sombra del legado de su personaje en Star Trek, pero al mismo tiempo se libera de su control. Folds, con su amplia experiencia en distintos estilos como el jazz, el country y el minimalismo, tejió un paisaje sonoro donde la voz y el estilo único de Shatner encuentran un equilibrio perfecto. Este nivel colaborativo eleva el álbum a un espacio donde la experimentación y la sensibilidad conviven armoniosamente.
Una de las cualidades más llamativas de "Has Been" es su habilidad para cruzar estilos con fluidez y sin perder coherencia. El álbum abre con una interpretación de "Common People", originalmente un éxito del britpop, que es reinterpretado con un toque irreverente y consciente. Luego, canciones como "It Hasn’t Happened Yet" abordan temas universales como la crisis de la mediana edad, la búsqueda de serenidad y la reflexión sobre la mortalidad. Estos momentos vulnerables conectan al oyente con Shatner no solo como celebridad, sino como ser humano enfrentando las mismas dudas y anhelos que cualquiera. El humor negro y la ironía son herramientas que Shatner utiliza con maestría para desactivar la solemnidad de los temas profundos.
En "You’ll Have Time", la meditación sobre la inevitabilidad de la muerte está envuelta en una atmósfera casi gospel, con coros de fondo y un piano que impone un aire de predicación. La canción logra combinar lo serio y lo cómico en una estructura que no solo entretiene sino invita a la reflexión. Otra pieza de particular interés es "I Can’t Get Behind That", una colaboración con Henry Rollins, donde ambos artistas intercambian quejas y observaciones con una energía casi teatral, apoyados por una instrumentación intensa y ruidosa. Este segmento puede recordar a escenas emblemáticas de cine donde la confrontación verbal y la expresión emocional alcanzan su máxima potencia. Sin embargo, lo más conmovedor del disco quizá sea la momentánea desnudez emocional que muestra Shatner en canciones como "What Have You Done".
En esta pieza, el relato poético aborda una tragedia personal, la muerte de su tercera esposa Nerine, sumergiendo al oyente en una experiencia dolorosa y compleja. El minimalismo musical y el tono contenido hacen que la canción funcione casi como un lamento, una confesión íntima que trasciende el mero testimonio para convertirse en arte. Esta cercanía se extiende a temas como "Familiar Love", donde Shatner y Folds abordan el amor de largo plazo desde una perspectiva auténtica y sin artificios. Lejos de los clichés románticos que predominan en la industria del entretenimiento, la canción presenta momentos cotidianos con una simplicidad que revela la profundidad del afecto y la compañía. Detalles pequeños, desde compartir una comida hasta dormirse juntos viendo la televisión, construyen una imagen de intimidad que se siente honesta y palpable.
El tono autocrítico continúa en "Ideal Woman", donde Shatner juega con las expectativas y las imperfecciones dentro de una relación. Aquí el equilibrio entre ternura y humor ligero refleja no solo un entendimiento maduro del amor, sino también una honestidad refrescante que se aleja de la idealización simplista. Este recorrido musical y poético de William Shatner muestra a un artista que ha encontrado en su carrera una forma de diálogo con su propia imagen pública y sus propias vulnerabilidades. La figura del Capitán Kirk, que en su momento pudo haber parecido una "jaula de cristal", se transforma aquí en una presencia aceptada y reconvertida en motor creativo. Para quienes dudan de la valía de este trabajo, es importante destacar que "Has Been" no pretende encajar en moldes convencionales.
Es un producto de un hombre que ha vivido la fama, la crítica y la evolución personal, y ha decidido volcar esas experiencias en un formato artístico que escapa de categorías definidas. El resultado es una obra que puede parecer en ocasiones disonante o episódica, pero precisamente esa diversidad contribuye a su riqueza y autenticidad. Al reconocer la humanidad detrás del mito, William Shatner invita al público a acercarse a él más allá del estereotipo. Su música, a menudo percibida como curiosidad o una exageración única, descubre en realidad una tradición personal de autoexploración y comunicación. Este legado artístico es un recordatorio de cómo los actores y celebridades pueden trascender sus personajes y encontrar nuevas formas de expresión.
Shatner no solo reinterpretó el concepto de estrella televisiva, sino que también reivindicó el papel del arte hablado y la música experimental como vehículo para contar historias vitales. En definitiva, defender a William Shatner es reconocer la valentía de un creador que se enfrenta abiertamente a su público y a sí mismo, aceptando su pasado y explorando nuevas dimensiones. La mezcla entre humor mordaz, poesía íntima y una música cuidadosamente elaborada convierte "Has Been" en un documento que merece atención y respeto. La historia de Shatner nos enseña que la fama no es un destino cerrado, sino un punto de partida para reinventarse constantemente. Su obra nos invita a repensar el juicio fácil que suele acompañar a las figuras públicas y a abrirnos a la complejidad que yace detrás de cada voz reconocible.
Así, más allá de sus días al mando de la Enterprise, William Shatner continúa navegando en el universo creativo con la misma pasión y determinación, descubriendo nuevos territorios en los que su singularidad puede brillar con renovada fuerza.