Los mercados bursátiles de Estados Unidos cerraron la última jornada con una disminución moderada en sus principales índices, reflejando la intriga y volatilidad que envuelve a los inversionistas ante la próxima ronda de negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China. El Dow Jones Industrial Average, el S&P 500 y el Nasdaq Composite, tres de los indicadores más seguidos para medir la salud financiera del país, extendieron una ligera caída señalando un ambiente de incertidumbre antes de las conversaciones clave previstas para este fin de semana en Ginebra, Suiza. Estas conversaciones han estado en el foco del mercado, dado que representan una oportunidad para disminuir el conflicto comercial que durante meses ha afectado tanto a la economía global como a la confianza empresarial. La guerra comercial entre ambos países ha sido una fuente constante de tensión, traducida en la imposición de múltiples aranceles y medidas de represalia que han impactado las cadenas de suministro y la dinámica del comercio internacional. El presidente Donald Trump, en un gesto que sorprendió a muchos analistas, insinuó a través de sus redes sociales una posible reducción de los aranceles que actualmente aplican a un amplio rango de importaciones chinas.
En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump sugirió que una tarifa del 80% “parece correcta”, en referencia a un ajuste desde un nivel mucho más elevado que había sido impuesto previamente. Sin embargo, la Casa Blanca aclaró posteriormente que no se había definido ningún cambio definitivo, y que las conversaciones que mantendrá el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, con delegados chinos determinarán los próximos pasos. Esta insinuación ha generado una reacción mixta en Wall Street. Por un lado, el mercado respondió con subidas efímeras en la apertura de la sesión, impulsado por la esperanza de un alivio en la política comercial. El Dow subió inicialmente un 0.
2%, el S&P 500 un 0.4%, y el Nasdaq un 0.5%. Sin embargo, a medida que avanzó la jornada, el optimismo se moderó debido a la cautela natural ante estos anuncios preliminares y la ausencia de acuerdos específicos anunciados. La semana también estuvo marcada por un rally impulsado por la firma de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido, que reforzó la confianza en una posible expansión de tratados de libre comercio y acuerdos bilaterales que puedan mitigar los efectos negativos de la guerra comercial con China.
Trump destacó en rueda de prensa que estas acciones eran una señal de su compromiso para cerrar múltiples pactos comerciales beneficiosos para Estados Unidos, e incluso urgió a los ciudadanos a comprar acciones en el mercado, confiando en un futuro más favorable para la economía. Entre las acciones individuales, Tesla destacó notablemente con una subida superior al 4% en la jornada del viernes, alcanzando sus niveles más altos desde febrero y cerrando la semana con una tendencia alcista sólida. El fabricante de vehículos eléctricos continúa siendo un referente en el sector tecnológico y automotriz, y su desempeño sugiere un optimismo de los inversionistas sobre su potencial para mantener el crecimiento, incluso en un contexto económico desafiante. En contraste, algunas compañías como Expedia enfrentaron una caída tras reportar resultados por debajo de las expectativas, reflejando una demanda débil en el mercado interno que podría estar vinculada a la incertidumbre general respecto a la economía y a las posibles consecuencias de la guerra comercial. Pinterest, por su parte, sorprendió con un alza significativa de más del 10% tras publicar una perspectiva optimista sobre sus ingresos futuros, indicando que el gasto en publicidad sobre su plataforma continúa firme a pesar de las presiones externas.
El mercado de criptomonedas también experimentó un repunte con Bitcoin superando nuevamente la barrera de los 103,000 dólares tras una reciente caída que llevó su precio a niveles alrededor de los 75,000 dólares. Este repunte ha sido parcialmente atribuido a la esperanza en la reducción de tensiones comerciales y al anuncio de adquisiciones estratégicas en el sector tecnológico, como la compra de la plataforma de opciones Deribit por Coinbase, por 2.9 mil millones de dólares. Las materias primas reflejaron un comportamiento positivo al cierre de semana, con el oro experimentando una subida moderada que responde al aumento de la incertidumbre geopolítica y a la búsqueda de activos refugio. Los precios del petróleo Brent y West Texas Intermediate también avanzaron, impulsados por el optimismo en torno a las conversaciones comerciales y la mejora en las expectativas de la demanda global.
Las principales preocupaciones que persisten en el mercado están vinculadas a la duración del conflicto comercial y su impacto en la inflación y el crecimiento económico. Algunos funcionarios de la Reserva Federal han alertado sobre el riesgo de que los impuestos adicionales a las importaciones aumenten los costos de producción y provoquen presiones inflacionarias que podrían ralentizar la recuperación económica. A nivel sectorial, las acciones industriales y energéticas tuvieron un desempeño relativamente mejor durante la semana, mientras que los sectores tecnológico y sanitario mostraron resultados más mixtos. Esta dinámica refleja la sensibilidad de cada sector frente a los cambios en la política comercial y la confianza del consumidor. Mirando hacia adelante, la atención del mercado permanece concentrada en las negociaciones que se desarrollarán en suelo suizo.
La expectativa generalizada es que estas conversaciones podrían marcar un punto de inflexión en la relación comercial entre Estados Unidos y China, permitiendo una reducción gradual de los aranceles y la apertura a nuevas oportunidades de comercio bilateral. Sin embargo, la cautela sigue siendo predominante entre los inversionistas, dado que las negociaciones han sido históricamente complejas y los desacuerdos en temas clave como la propiedad intelectual, transferencia de tecnología y subsidios industriales podrían continuar generando obstáculos. La economía mundial está siendo observada de cerca, ya que cualquier avance en la resolución del conflicto comercial tendría repercusiones positivas en las cadenas de suministro globales, el comercio internacional y, en definitiva, en el dinamismo económico de varios países. Además, la política monetaria y fiscal que adopten Estados Unidos y China en este contexto jugará un papel crucial en la capacidad de los mercados para sostener una trayectoria ascendente. Los inversores buscarán señales claras sobre ajustes en las tarifas, pero también sobre posibles incentivos y estímulos que puedan fortalecer la recuperación tras años de incertidumbre constante.