El primer encuentro con Arby's: una fiesta de carne que vale la pena Recientemente, decidí dar un paso más en mi travesía culinaria, y me dirigí a Arby's por primera vez. Este famoso restaurante de comida rápida, conocido por su lema "Tenemos las carnes", prometía una experiencia singular y no decepcionó. Con un pedido que costó $38, me encontré con una abundante festín que fácilmente podría haber alimentado a tres personas. La historia comenzó una tarde soleada en Long Island, Nueva York. Mi madre y yo llegamos con curiosidad y un leve escepticismo sobre lo que nos esperaría.
Al entrar, notamos que el lugar estaba casi vacío, lo que nos dio la oportunidad de elegir un lugar agradable para sentarnos. La decoración tenía un toque occidental, diferenciándose de otros lugares de comida rápida, con un ambiente acogedor que invitaba a relajarse. Después de revisar el menú, nos decidimos por una variedad de opciones que prometían satisfacer nuestro deseo de carne. Optamos por tres sándwiches, dos guarniciones, un postre y un par de refrescos. La elección fue estratégica: queríamos probar lo mejor de Arby's en nuestra primera visita.
El primer plato que probé fue el sándwich de Brisket Ahumado. Dicho sándwich llegó en una caja distintiva, resaltando el famoso lema de Arby's. Al abrirla, una deliciosa y abundante carne se asomaba, y su aroma era invitante. Este sándwich contiene brisket ahumado durante 13 horas, cubierto con queso cheddar, crujientes aros de cebolla y salsa barbacoa, todo en un pan tostado. Cada bocado era un placer, la carne estaba tan jugosa que casi se deshacía en la boca, una experiencia que podría compararse con la de un restaurante de barbacoa gourmet.
A continuación, llegó el turno del sándwich de Pollo Crujiente. Mi madre había optado por esta opción, y debo decir que no me decepcionó. Un trozo generoso de pollo crujiente se encontraba entre dos panes, adornado con lechuga, tomate y mayonesa. El pollo estaba perfectamente cocido, y el sabor de su empanizado era exquisito. Adicionalmente, le añadí un toque de Horsey Sauce, una salsa a base de mayonesa y rábanos, lo que elevó aún más la experiencia gustativa.
Finalmente, probé el sándwich Clásico de Roast Beef. Aunque esperaba mucho de él, debo confesar que fue el que menos impacto tuvo en mí. La carne, aunque sabrosa, parecía un poco seca y menos emocionante en comparación con los otros platos. Aún así, el uso de la salsa Arby's ayudó a mejorar la experiencia, aunque me dejó con la sensación de que debería haber optado por otra variedad en su lugar. Las guarniciones fueron igualmente sorprendentes.
Las papas fritas rizadas, que me habían recomendado, son todo un clásico en Arby's. Almorzar con ellas fue una experiencia deliciosa, crujientes y con esa espiral perfecta que cualquier amante de las papas fritas apreciaría. Las probé con varias salsas que estaban al alcance de mi mano, desde ketchup hasta una mostaza dulce. También decidimos probar los palitos de mozzarella, que llegaron acompañados de una salsa marinara. Aunque eran agradables y crujientes, no alcanzaron la brillantez del resto de los platillos.
Era como si hubieran sido un acompañamiento más ligero en comparación con el festín cárnico que estábamos disfrutando. Sin embargo, su sabor no dejó de ser satisfactorio y, a pesar de que no fueron un gran atractivo, llenaban el plato. El broche de oro para finalizar nuestra experiencia fue una galleta de chispas de chocolate con trozos de mantequilla de maní de Reese's. Cada bocado era un deleite, especialmente después de haber disfrutado de tanto sabor salado. La galleta estaba tibia, y cada trozo se derretía en la boca, brindando un final perfecto a nuestra comida.
Todo esto, en total, se tradujo en $38.56 (incluyendo impuestos), lo que nos pareció absolutamente razonable por la cantidad y calidad de la comida que recibimos. En comparación con otros restaurantes de comida rápida donde el precio a menudo se acompaña de porciones escasas, esta experiencia fue refrescante. Reflexionando sobre lo que habíamos probado, no solo estaban bien elaborados los sándwiches, sino que también la variedad era notable. Arby's tiene un menú extenso que va más allá de lo típico.
Aunque solo probamos una pequeña muestra, está claro que hay muchas más delicias por descubrir, incluyendo hamburguesas, alitas de pollo, y más. Para aquellos que argumentan que el valor de la comida rápida ha disminuido debido a la inflación, mi experiencia en Arby's fue una agradable sorpresa. A pesar del aumento generalizado de precios, su menú se mantiene consistente y accesible. De hecho, pude comprobar que, un año después de mi visita, el costo de las mismas opciones todavía se encontraba casi al mismo nivel, con solo un leve aumento debido a impuestos. Salir de Arby's con el estómago lleno y una sonrisa en mi rostro fue el resultado perfecto de este primer encuentro.
Nos fuimos con la promesa de regresar y explorar más del menú. La comida era sustancial, deliciosa, y el ambiente del restaurante fue acogedor. Al despedirnos, noté una campana en la entrada que indicaba a los clientes que podían tocarla si estaban satisfechos con el servicio. Decidí no hacer ruido, pero la sensación de haber disfrutado de una gran comida fue suficiente para mí. En conclusión, mi primera experiencia en Arby's no solo me mostró que la cadena tiene mucho que ofrecer, sino que también convertí este restaurante en un nuevo favorito.
Con tantas opciones y un precio asequible, no puedo esperar para regresar y probar más de su oferta, incluyendo, sin duda, su famoso Jamocha Shake. Si nunca has probado Arby's, ¡te animo a que lo hagas! La fiesta de carne espera.