En los Estados Unidos, el interés por Bitcoin y otras criptomonedas sigue creciendo, y no es solo dentro del sector privado o entre inversionistas individuales. Actualmente, 26 estados están empujando proyectos de ley relacionados con la incorporación de Bitcoin en las reservas de sus gobiernos estatales, una iniciativa que podría cambiar radicalmente la forma en que los estados administran sus finanzas públicas. En este contexto, Arizona está en el centro de atención, acercándose a hacer historia como el primer estado estadounidense que formalmente incluirá Bitcoin en sus reservas financieras oficiales. El 27 de febrero de 2025, el Senado de Arizona aprobó dos proyectos de ley relacionados con Bitcoin. El primero, identificado como SB 1373, propone la creación de un Fondo Estratégico de Reservas de Activos Digitales gestionado por el tesorero estatal.
Este fondo incorporaría tanto dinero asignado por el estado como activos digitales que el estado haya incautado. Con medidas específicas para minimizar riesgos, el proyecto limita las inversiones en criptomonedas al 10% de las reservas totales anuales y establece que cualquier préstamo de estos activos debe realizarse sin asumir riesgos financieros adicionales. El segundo proyecto, SB 1025, va un paso más allá al permitir que fondos públicos puedan ser invertidos activamente en Bitcoin y otras criptomonedas. Co-patrocinado por la senadora Wendy Rogers y el representante Jeff Weninger, este proyecto busca no solo custodiar activos digitalmente incautados sino también permitir compras directas, activando una estrategia más agresiva y dinámica con criptomonedas. Ambos proyectos han avanzado hacia la Cámara de Representantes para su votación final, con una posible aprobación que situaría a Arizona como un referente nacional e incluso internacional en la integración de Bitcoin dentro de la administración pública.
Este movimiento de Arizona no ocurre en un vacío. Mientras este estado se lanza con determinación a la adopción de criptomonedas a nivel institucional, estados como Wyoming y Montana han decidido tomar la ruta opuesta, rechazando proyectos similares. La principal preocupación de estos estados es la volatilidad del mercado de Bitcoin y el riesgo que representan para los recursos públicos. Consideran que la inestabilidad de las criptomonedas es demasiado alta como para incorporarlas en sus reservas financieras, lo que refleja una división clara en el panorama estadounidense respecto a la aceptación de activos digitales en la esfera pública. Esta tensión entre la innovación y la cautela no solo está presente en los estados mencionados, sino que también se extiende a otros lugares como Utah, donde las autoridades han mostrado interés creciente en explorar el potencial de las criptomonedas.
Por otro lado, dieciocho estados están en diferentes etapas de evaluación de proyectos, lo que indica que la adopción de Bitcoin en reservas gubernamentales sigue siendo un tema candente y en evolución. Desde el punto de vista regulatorio, el fundador del Satoshi Action Fund, Dennis Porter, ha pronosticado que las reglas federales llegarán pronto para abordar aspectos fundamentales como los stablecoins, la estructura del mercado y, finalmente, la inclusión de reservas en Bitcoin, de modo que el escenario legal estará más claro y uniforme. Por ahora, las decisiones quedan en manos de los estados, que experimentan con diferentes modelos y enfrentan el desafío de equilibrar innovación y gestión del riesgo. Curiosamente, la propuesta de Arizona viene en un momento en que el mercado de Bitcoin atraviesa cierta turbulencia. Después de alcanzar máximos por encima de los 80.
000 dólares, la criptomoneda ha sufrido una caída del 17% en una sola semana, y algunos analistas anticipan que podría bajar aún más, situándose en torno a los 70.000 o 75.000 dólares. Factores externos, como las políticas arancelarias del expresidente Donald Trump, han impactado la confianza de los inversores, contribuyendo a la volatilidad. A pesar de estas fluctuaciones, los defensores de Bitcoin mantienen una postura firme.
Michael Saylor, una figura prominente en la comunidad Bitcoin, bromeó ante la caída reciente diciendo: “Vende un riñón si es necesario, pero no vendas tus Bitcoins”, señalando la fe a largo plazo en el valor y relevancia de esta criptomoneda. No obstante, la realidad de la volatilidad y el debate sobre la estabilidad de Bitcoin como recurso financiero siguen siendo un obstáculo que deben considerar los responsables políticos. El avance de Arizona podría marcar un antes y un después para cómo se perciben las criptomonedas en el ámbito gubernamental. De ser aprobado por la Cámara de Representantes, este estado establecería un precedente valioso para el resto de la nación, mostrando que es posible integrar Bitcoin en las finanzas públicas con un marco regulatorio prudente y estratégico. Este cambio también plantea interrogantes importantes.