La tensión creciente entre Estados Unidos y China en materia comercial sigue dejando su huella en la industria tecnológica global y, en particular, en gigantes fabricantes de semiconductores como AMD. La empresa estadounidense, referente en procesadores y aceleradores gráficos, se enfrenta a un importante revés provocado por las nuevas restricciones impuestas por la administración estadounidense en la exportación de tecnologías avanzadas a China. Estas medidas, diseñadas para limitar el acceso de China a ciertos productos clave en inteligencia artificial (IA) y computación avanzada, afectarán los ingresos proyectados de AMD en aproximadamente 1.500 millones de dólares durante el año 2025. La raíz del problema radica en los recientes controles de exportación aplicados a las ventas de GPUs (unidades de procesamiento gráfico) y aceleradores de IA, especialmente la línea Instinct MI308 dirigida al mercado chino.
Estas medidas obligan a AMD a sujetar la venta de estos productos a licencias especiales, complicando y en muchos casos imposibilitando su comercialización en uno de los mercados más grandes y estratégicos a nivel mundial. La empresa reveló esta realidad en una llamada con inversores y analistas, manifestando las dificultades que estas reglas suponen para su posicionamiento en el ámbito de la inteligencia artificial, donde compite directamente con otras multinacionales como Nvidia. A pesar del panorama adverso, la CEO de AMD, Lisa Su, mostró confianza en que la compañía podrá mitigar las pérdidas gracias al sólido portafolio de productos tecnológicos que tienen previsto lanzar y a contratos multimillonarios con importantes socios como Oracle. La empresa espera que los ingresos provenientes de sus aceleradores Instinct aumenten en “dobles dígitos” porcentuales durante el ejercicio fiscal de 2025, un indicio claro de que AMD apuesta fuerte por mantener y ampliar su liderazgo en el mercado de aceleradores gráficos y computación de alto rendimiento. Durante el primer trimestre de 2025, AMD reportó un crecimiento notable en sus resultados financieros a pesar del incierto contexto global.
Los ingresos crecieron un 36% anual, alcanzando los 7.400 millones de dólares, impulsados en gran medida por su segmento de centros de datos, donde las ventas aumentaron un 57% hasta los 3.700 millones. Estos resultados se deben a un fuerte impulso en la producción de chips para servidores y aceleradores específicos para tareas de IA, que continúan ganando relevancia a nivel mundial. AMD destacó que, de no haber existido las restricciones de exportación, las perspectivas para el segundo trimestre de 2025 habrían sido aún más positivas, con ingresos proyectados para alcanzar los 8.
100 millones de dólares, lo que significa un crecimiento secuencial del 9,4% y un 47% interanual. Sin embargo, la intervención del gobierno estadounidense reduciría esta cifra en aproximadamente 700 millones, dejando la proyección en alrededor de 7.400 millones con un margen de variación. Las áreas más afectadas serán aquellas vinculadas a la venta de sus GPUs Instinct MI308 en China, un producto clave para su oferta en IA, mientras que otros segmentos como clientes y gaming tendrán un desempeño más favorable. El segmento de videogaming ha mostrado cierta debilidad en el último período debido a una reducción en la demanda de chips personalizados para consolas de Sony, Microsoft y Valve, que implicó una caída del 30% en ingresos de esa división.
Un punto crítico para AMD es el impacto que tendrán las nuevas restricciones en su inventario. La compañía ya ha anunciado una provisión contable que podría alcanzar los 800 millones de dólares para cubrir chips que no podrá vender debido a las limitaciones. Esto incluye inventarios acumulados y contratos de compra previamente comprometidos que ahora representan un pasivo para la empresa. La magnitud de esta carga financiera refleja la importancia estratégica del mercado chino para AMD y la severidad del impacto de las políticas comerciales. Comparado con otros competidores, la situación de AMD es difícil pero menos drástica que la de Nvidia, que reportó una provisión de 5.
500 millones de dólares relacionada con ciertos modelos de GPUs de alta gama que no podrán ser comercializados a clientes chinos. Esta diferencia subraya la mayor exposición de Nvidia a ciertos segmentos de mercado, aunque ambas empresas enfrentan desafíos importantes derivados del clima geopolítico. Frente a esta coyuntura, AMD ha acelerado el lanzamiento de su próxima generación de aceleradores Instinct con el objetivo de mantenerse competitivo y captar una mayor cuota de mercado en la segunda mitad de 2025. Entre los productos más esperados se encuentra el modelo MI355X, que ofrece un rendimiento de punto flotante de alta precisión comparable con la generación Blackwell de Nvidia, pero con el plus de una mayor capacidad de memoria, alcanzando los 288 GB de memoria HBM3e. Esto lo posiciona como una solución adecuada para ejecutar grandes modelos de inteligencia artificial utilizados por empresas como Meta y OpenAI con eficiencia y menor uso de recursos.
Oracle será uno de los primeros clientes en desplegar un gran clúster de estos nuevos aceleradores, acompañados por procesadores Epyc de quinta generación y tarjetas inteligentes Pollara 400 smartNICs, ampliando la presencia de AMD en los centros de datos en la nube. Sin embargo, la competencia continúa siendo intensa. Nvidia planea lanzar una versión más poderosa de su línea Blackwell Ultra más adelante en el año, con mejoras en el rendimiento de punto flotante denso y una capacidad de memoria también de 288 GB, lo que promete cerrar la distancia tecnológica que AMD intenta aprovechar con su estrategia. De cara al futuro, Lisa Su también anticipó la llegada en 2026 de sistemas a nivel rack basados en la generación MI400, que estarán diseñados para competir en rendimiento tanto en tareas de inferencia como de entrenamiento de modelos de IA. Hasta ahora, AMD había carecido de una arquitectura a escala rack que rivalice con la oferta de Nvidia en este segmento, por lo que estos desarrollos serán cruciales para fortalecer su posicionamiento en el centro de datos.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China ha generado también una dimensión adicional de incertidumbre para la industria tecnológica global. Las restricciones de exportación afectan a múltiples proveedores y clientes, modificando cadenas de suministro, planes de inversión y estrategias de penetración de mercado. La industria de semiconductores, especialmente la enfocada en la inteligencia artificial, se encuentra en el centro de esta compleja interacción política y económica. A pesar de los obstáculos, AMD parece preparada para mantener una trayectoria de crecimiento, aunque atenuada por la pérdida de acceso rápido a uno de los mercados más grandes del mundo. Su capacidad para innovar, adelantar lanzamientos y asegurar alianzas estratégicas será determinante para superar el impacto del entorno geopolítico.
En resumen, la guerra comercial está costando a AMD miles de millones en ingresos, pero la empresa sigue apostando por la innovación tecnológica y alianzas clave que pueden ayudar a equilibrar la balanza. Las próximas generaciones de aceleradores Instinct y procesadores Epyc serán vitales para competir de manera efectiva en el dinámico y muy competido campo de la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento, mientras el escenario político internacional sigue evolucionando y dictando nuevas reglas del juego para las grandes corporaciones tecnológicas.