Qualcomm Incorporated, con sede en San Diego, California, es uno de los nombres más reconocidos en la industria tecnológica, especialmente en lo que respecta a la tecnología inalámbrica. Más allá de ser simplemente un fabricante de semiconductores, Qualcomm se ha consolidado como una empresa que desarrolla y comercializa tecnologías fundamentales para la conectividad móvil. Su papel es especialmente crucial en la era del 5G, donde los avances en comunicación inalámbrica cambian la forma en que el mundo se conecta y opera. A lo largo del último año, el desempeño bursátil de Qualcomm ha presentado desafíos significativos. A pesar de ser un jugador clave en la industria, sus acciones han registrado una caída considerable del 22.
51% en los últimos 52 semanas, cerrando a $139.90 por acción en mayo de 2025, con una capitalización de mercado cercana a los 153 mil millones de dólares. Esta caída ha generado incertidumbre entre inversionistas y analistas, sin embargo, es importante entender esta fluctuación en el contexto de su modelo de negocio y el entorno tecnológico global. Un aspecto clave para entender a Qualcomm es su característica de “empresa tecnológica de valor”. Este término se refiere al hecho de que, aunque Qualcomm es una compañía tecnológica, presenta cualidades que la asemejan a empresas de valor, como flujos de caja sólidos y un negocio de licenciamiento estable y recurrente.
En lugar de ser un típico stock tecnológico de alto crecimiento con alta volatilidad, Qualcomm combina innovación con fundamentos financieros robustos. Uno de los pilares del modelo de negocio de Qualcomm es su tecnología de licenciamiento. La empresa posee patentes esenciales para la fabricación de chips inalámbricos, particularmente para tecnologías como 3G, 4G y ahora 5G. Esta propiedad intelectual le permite cobrar regalías a fabricantes de teléfonos y otros dispositivos que utilizan sus patentes. Esta actividad de licenciamiento ha sido un terreno de disputa, pues algunos de sus clientes más grandes han intentado reducir o evadir estos pagos a través de demandas y acciones legales.
A pesar de estos enfrentamientos, Qualcomm ha demostrado ser capaz de sostener esta fuente de ingresos, consolidándose como una ventaja competitiva diferencial. La relevancia que tiene Qualcomm en el ecosistema 5G es crucial. El despliegue global de redes 5G ha aumentado la demanda de componentes y tecnologías que Qualcomm domina. Sus procesadores Snapdragon continúan siendo favoritos en celulares de alta gama, ofreciendo no solo potencia de procesamiento sino también soporte avanzado para nuevas generaciones de conectividad. Este liderazgo tecnológico posiciona a Qualcomm para aprovechar las tendencias futuras en el mercado, donde la conectividad inalámbrica sigue siendo el motor de crecimiento principal.
A pesar de estos aspectos positivos, algunos inversionistas permanecen cautos debido a la competencia y las tensiones regulatorias. Empresas como MediaTek, así como fabricantes chinos de chips, están ganando terreno, ofreciendo alternativas competitivas a precios más bajos, lo que ejerce presión sobre los márgenes de Qualcomm. Además, la compañía debe navegar un entorno regulatorio complejo en varios países que podría impactar sus prácticas de licenciamiento. Estas variables introducen riesgos que los inversionistas deben considerar. Desde el punto de vista financiero, Qualcomm ha reportado resultados destacables en 2025.
Los ingresos no GAAP alcanzaron los 10.8 mil millones de dólares en el segundo trimestre fiscal, con ganancias por acción no GAAP de 2.85, superando las expectativas del mercado. Esto refleja una gestión eficiente y la capacidad de generar utilidades sólidas a pesar de los desafíos externos. La empresa también mantiene un balance robusto y una generación de caja significativa, lo que le permite reinvertir en innovación y mantener su competitividad.
El interés en Qualcomm también se refleja en las carteras de los inversionistas institucionales. Si bien no es una de las acciones más populares entre los hedge funds, su posición no ha disminuido considerablemente, aumentando de 74 a 79 carteras en el último trimestre de 2024. Esto indica que, a pesar de la volatilidad reciente, existe confianza en su potencial de valor a largo plazo. Al analizar el contexto del mercado económico global en 2025, Qualcomm opera en un momento de alta incertidumbre debido a causas como las tensiones comerciales internacionales, particularmente relacionadas con tarifas, que en marzo de 2025 influyeron en las caídas bursátiles. Este ambiente ha reforzado la percepción de activos considerados “seguros”, y, a pesar de ello, Qualcomm logró destacar como una de las pocas compañías tecnológicas que obtuvo un retorno positivo en el primer trimestre del año según el fondo Mairs & Power Balanced Fund.
Las perspectivas a futuro para Qualcomm son alentadoras si se consideran las tendencias en tecnología inalámbrica y la demanda constante por soluciones avanzadas de conectividad. Además, la empresa está explorando la integración de tecnologías emergentes como inteligencia artificial aplicada a comunicaciones, lo que podría acelerar su posicionamiento y ofrecer nuevas fuentes de ingresos. Sin embargo, la ejecución de estas estrategias dependerá de su capacidad para innovar, proteger sus patentes y manejar eficientemente la competencia global. Para inversionistas interesados en tecnología, Qualcomm representa un interesante equilibrio entre estabilidad y potencial de crecimiento. Su modelo de negocio de licenciamiento, combinado con su liderazgo en procesadores de alta gama y tecnologías 5G, ofrecen fundamentos sólidos.