La palabra recesión suele causar preocupación y ansiedad entre los inversores y el público general, especialmente cuando los pronósticos indican una alta probabilidad de que ocurra en el corto plazo. Sin embargo, dentro de cada ciclo económico negativo existen oportunidades para quienes están preparados y saben cómo actuar. Humphrey Yang, exasesor financiero y creador de contenido reconocido, comparte valiosas estrategias para no solo sobrevivir a una recesión, sino también para sacar provecho durante estos periodos de incertidumbre financiera. Desde la perspectiva de Humphrey Yang, la clave para enfrentar una recesión con éxito está en mantener una mentalidad disciplinada frente a la inversión y evitar reacciones impulsivas que suelen ser comunes en momentos de crisis económica. Su primer consejo es mantenerse invertido en el mercado, a pesar de las caídas y la volatilidad que habitualmente acompañan a las recesiones.
La tentación de retirar las inversiones para evitar pérdidas puede resultar en el peor error financiero que alguien puede cometer. Según Yang, la pérdida de ganancias se produce fundamentalmente cuando se abandona el mercado justo en los días más importantes, aquellos en los que el mercado se recupera y ofrece retornos positivos notables. Él explica que el mercado de valores generalmente oscila de manera diaria entre movimientos leves, usualmente entre un -1% y un 1%, y solamente en contadas ocasiones se presentan cambios bruscos que superan el 3%. Si un inversor no se encuentra dentro de la plaza en esos días críticos de recuperación, podría perder una parte significativa de sus ganancias acumuladas en el tiempo. El experto ejemplifica la importancia de esta idea con estadísticas contundentes: perder solo diez de esos días valiosos en un lapso de treinta años podría reducir las ganancias totales en más de un 50%.
Si la ausencia se extiende a veinte días, las pérdidas potenciales sobre las ganancias alcanzan un alarmante 73%, y si se extiende a treinta, la reducción podría ser superior al 80%. Estas cifras ponen en perspectiva la importancia de mantener una estrategia paciente y comprometida durante épocas de alta incertidumbre económica. Además, estudios de firmas financieras como Charles Schwab respaldan este enfoque, señalando que un inversor que mueva su cartera completamente a efectivo durante un mes luego de una caída significativa del mercado podría ver reducido a la mitad el rendimiento de sus inversiones en un periodo de seis meses. Esta evidencia subraya que intentar “salir” del mercado para evitar pérdidas inmediatas podría ser más perjudicial a largo plazo. Más allá de mantener la inversión, Yang enfatiza la necesidad de aceptar la volatilidad como una realidad inherente al mercado bursátil, especialmente durante la recesión.
La volatilidad representa las fluctuaciones y movimientos bruscos en los precios de los activos que pueden generar nerviosismo y miedo incluso en quienes tienen experiencia en inversiones. No obstante, negar esta característica o tratar de evitar la exposición total al riesgo en mercados bursátiles puede limitar severamente el potencial de crecimiento y ganancias. Tomar conciencia de que las correcciones de mercado y los descensos notables son eventos normales en cualquier trayectoria de inversión es necesario para cultivar una visión realista y de largo plazo. La capacidad para aceptar estas fluctuaciones, sin tomar decisiones dramáticas o basadas en las emociones, diferencia a los inversores exitosos de aquellos que terminan perjudicados en tiempos de crisis económica. Por último, Humphrey Yang recomienda la estrategia del promedio de costo en dólares como la herramienta más confiable para invertir durante ciclos de mercado inciertos.
Esta técnica consiste en comprar acciones o activos financieros de forma periódica y constante, independientemente del precio, lo que permite promediar el costo de adquisición y minimizar el impacto de la volatilidad. El promedio de costo en dólares elimina la presión de intentar “timing the market”, que es la difícil tarea de intentar adivinar los momentos más oportunos para comprar o vender acciones. En lugar de eso, se enfoca en mantener un flujo constante de inversión, lo que puede generar un rendimiento más estable a lo largo del tiempo y evitar las pérdidas significativas que puede causar tratar de anticipar el mercado. Esta metodología también aporta disciplina al inversor, promoviendo la constancia y evitando decisiones impulsivas motivadas por cambios repentinos en la economía o la psicología colectiva. Durante una recesión, cuando la incertidumbre y el miedo están a flor de piel, el promedio de costo en dólares puede ser el aliado que permite mantener la inversión y beneficiarse cuando el mercado eventualmente se recupere.
En resumen, enfrentar una recesión con éxito requiere de una visión informada y estratégica. Humphrey Yang destaca que mantenerse invertido, aceptar la volatilidad del mercado y aplicar el promedio de costo en dólares son las tácticas fundamentales para proteger y hacer crecer el patrimonio aun en los períodos económicos más difíciles. Para quienes buscan seguridad y crecimiento a largo plazo, abandonar el mercado por miedo a bajas temporales puede resultar en un costo elevado. Prepararse con educación financiera, control emocional y una estrategia disciplinada puede convertir la adversidad en una valiosa oportunidad para incrementar las finanzas personales y salir fortalecido cuando el ciclo económico cambie. De esta manera, las recesiones no deben verse únicamente como tiempos para minimizar pérdidas, sino como momentos en los que una buena planificación y un enfoque inteligente pueden abrir ventanas para obtener beneficios que impulsan el futuro económico.
La clave está en evitar las decisiones reactivas y basar las acciones en principios de inversión sólidos y probados. Así, aunque la economía nos presente desafíos, es posible navegar el camino con confianza, constancia y éxito.