Cemex, una de las compañías cementeras más emblemáticas de México, ha presentado resultados financieros mixtos en el primer trimestre de 2025, enfrentando un entorno desafiante en su mercado local pero mostrando avances importantes gracias a sus movimientos estratégicos internacionales. La empresa informó una caída de 18% en su EBITDA, indicador que refleja la rentabilidad operacional antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, situándose en 601 millones de dólares. Esta disminución está alineada con las expectativas del mercado, pero llama la atención por el impacto que ha tenido la debilidad del peso mexicano y la reducción en los volúmenes de venta dentro del país. La caída en las ventas de Cemex en México se explica en buena medida por el comportamiento poco usual del mercado durante el pasado año, cuando hubo una aceleración para completar proyectos gubernamentales de infraestructura antes de las elecciones presidenciales. Este adelanto generó un efecto rebote a la baja en la demanda para el cierre de 2024 y los primeros meses de 2025, afectando los ingresos y la producción local.
Adicionalmente, el debilitamiento del peso frente al dólar imponía una carga adicional para la empresa, afectando sus resultados al registrar un impacto negativo de aproximadamente 65 millones de dólares en el EBITDA. Sin embargo, a pesar de las dificultades en el mercado doméstico, Cemex logró quintuplicar prácticamente su ganancia neta, alcanzando 734 millones de dólares en el primer trimestre. Este incremento sustancial se debe principalmente a la venta de activos en la República Dominicana, que contribuyó con 618 millones de dólares provenientes de operaciones discontinuadas. Esta estrategia de desinversión forma parte de su plan de negocios que orienta el foco hacia mercados considerados más rentables y con mayores oportunidades de crecimiento, como Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y África. La dirección de Cemex ha hecho un giro importante en los últimos años, priorizando regiones como Estados Unidos, que en el primer trimestre de 2025 se consolidó como su mercado más grande por ventas, seguido por Europa, Medio Oriente y África, y finalmente México.
Este cambio responde a la visión del nuevo CEO, Jaime Muguiro, quien asumió el cargo en abril de 2025 tras la jubilación de Fernando González. Muguiro, con amplia experiencia liderando Cemex USA, está impulsando una revisión exhaustiva de costos y estructura organizacional, buscando eficiencias que puedan generar ahorros significativos para fortalecer la rentabilidad. La perspectiva para el resto del año confirma un estancamiento en el EBITDA, con proyecciones que indican que se mantendrá estable en un nivel superior a los 3,000 millones de dólares. En este contexto, la empresa continúa evaluando oportunidades para adquisiciones pequeñas y medianas en el mercado estadounidense, lo que complementaría su portafolio en la región y aumentaría su participación en sectores con alta demanda de materiales para construcción. Simultáneamente, Cemex ha avanzado en la venta de activos considerados no esenciales en mercados emergentes como Guatemala, Filipinas, y Colombia, puesto que busca concentrar recursos y capital en áreas con mayor rentabilidad y potencial de expansión.
Los analistas financieros han calificado los resultados como mixtos: mientras celebran el aumento de las ganancias netas y la efectividad en la estrategia de desinversión, expresan preocupación por la caída en las ganancias operativas básicas, condicionadas por factores externos al control inmediato de la empresa, como la fluctuación cambiaria y la volatilidad del mercado interno mexicano. No obstante, la confianza en la gestión de Muguiro y la estructura de crecimiento sostenida por la diversificación geográfica parecen ser puntos a favor de la compañía en el futuro cercano. Desde una perspectiva macroeconómica, Cemex enfrenta un entorno donde el mercado mexicano se recupera lentamente, impactado por cuestiones como la desaceleración en proyectos públicos y la inestabilidad del tipo de cambio. A pesar de esto, la demanda residencial y comercial mantiene una base sólida, lo que podría traducirse en una normalización gradual en los siguientes trimestres. Mientras tanto, la apuesta por Estados Unidos consolida a Cemex como un actor relevante en la industria cementera internacional, aprovechando un mercado robusto con importantes inversiones en infraestructura y construcción privada.
El segmento de construcción en Estados Unidos sigue mostrando dinamismo gracias al crecimiento demográfico, la inversión en vivienda y la renovación de infraestructura nacional, factores que motivan la compra de materiales de construcción como el cemento, concreto premezclado y agregados. Cemex, con su presencia destacada en ese país, está posicionada para capitalizar estas tendencias y compensar parcialmente la debilidad sufrida en el mercado mexicano. La implementación de medidas internas de eficiencia y ajuste de estructura apunta a optimizar la cadena productiva de Cemex, con especial atención en el control de costos y la innovación tecnológica. Estos esfuerzos son clave para resistir presiones externas y mantener márgenes saludables ante incertidumbres económicas y fluctuaciones en las materias primas que afectan a la industria. En resumen, Cemex navega por un periodo de transición donde enfrenta retos en su mercado de origen pero refuerza su posición corporativa a nivel global con decisiones estratégicas importantes.
La diversificación geográfica, la venta de activos no esenciales y la mirada puesta en el mercado estadounidense conforman la estrategia que pretende sostener el crecimiento y la rentabilidad de la empresa en el mediano plazo. Gracias a una gestión renovada y al enfoque en eficiencia, Cemex busca equilibrar los impactos negativos locales con una mayor solidez internacional, lo que se refleja en resultados financieros que, aunque desiguales, marcan una hoja de ruta clara para enfrentar los desafíos futuros con optimismo y resiliencia.