Michael Saylor, cofundador y ex director ejecutivo de MicroStrategy, ahora rebautizado como Strategy, continúa siendo una de las figuras más emblemáticas y controversiales en el mundo de las criptomonedas. Su apuesta por Bitcoin como activo de reserva para la corporación ha marcado un antes y un después en la integración de activos digitales en la contabilidad corporativa. Sin embargo, con la adopción reciente del sistema de contabilidad de valor justo por parte de la Junta de Normas de Contabilidad Financiera (FASB, por sus siglas en inglés), Strategy enfrenta ahora una pérdida no realizada cercana a los 5.900 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, una cifra histórica y que pone a prueba la convicción de Saylor respecto a la visión a largo plazo sobre Bitcoin. La nueva normativa de la FASB, implementada desde diciembre de 2024, ha obligado a las empresas que poseen activos digitales a valorar estos activos conforme a su precio de mercado de forma periódica.
Esto implica que las fluctuaciones del mercado, tan características de Bitcoin y las criptomonedas en general, impactan directamente en los estados financieros trimestrales y anuales. Hasta antes de esta actualización contable, las criptomonedas se consideraban activos intangibles y solo podían registrar pérdidas cuando el precio caía debajo del valor contable inicial, pero no se reflejaban las ganancias a menos que ocurriera una venta. Este método generaba una contabilidad más estable pero menos transparente en cuanto al valor real de las inversiones. Con este cambio, el valor en libros de Bitcoin en el balance de Strategy debe ajustarse a su valor de mercado en cada periodo, lo que claramente introduce una mayor volatilidad y visibilidad sobre las fluctuaciones del precio de la criptomoneda. Esta volatilidad ha sido evidente en la reciente presentación financiera, que reflejó una pérdida no realizada de aproximadamente $5.
9 mil millones debido a la caída del precio de Bitcoin desde niveles superiores a $83,000 hasta ubicarse por debajo de $79,000. No obstante, lo que llama la atención en esta coyuntura es que Strategy no ha vendido ninguna de sus tenencias de Bitcoin, sosteniendo su posición con gran convicción. Desde que comenzó a comprar Bitcoin en 2020, la empresa ha adoptado un enfoque de acumulación constante, adquiriendo más unidades incluso durante momentos de alta volatilidad. En el primer trimestre de 2025, la compañía invirtió alrededor de 1.920 millones de dólares para comprar 22,048 Bitcoin, ampliando la tenencia total de la empresa a más de 528,000 Bitcoins, con un precio promedio de compra por moneda de 66,384.
56 dólares. Esta estrategia, aunque expone a Strategy a una valoración negativa en sus estados financieros debido a la fluctuación del mercado, indica la confianza profunda en el potencial a largo plazo de Bitcoin como reserva de valor y activo estratégico. La compañía, bajo la influencia de Michael Saylor, considera que las ganancias reflejadas en el corto plazo son menos relevantes si se toma en cuenta la posibilidad de que Bitcoin revalúe significativamente en el futuro. Además, la pérdida contable ha sido parcialmente compensada por beneficios fiscales por valor de 1.690 millones de dólares, lo que ayuda a mitigar el impacto en la liquidez y estabilidad financiera de la empresa.
Paralelamente, Strategy ha mantenido una activa participación en los mercados de capital, recaudando aproximadamente 7.690 millones de dólares a través de la emisión de acciones durante el primer trimestre de 2025. Esto refleja no solo la fortaleza financiera de la compañía sino su compromiso firme en respaldar y continuar con la estrategia de adquisición de Bitcoin. El comportamiento del precio de las acciones de Strategy (ticker MSTR en Nasdaq) refleja la volatilidad del mercado y la percepción de los inversionistas respecto al riesgo que conlleva la exposición alta a criptomonedas. Después de la actualización financiera, las acciones bajaron cerca de un 5.
11%, cotizando alrededor de 14.98 dólares por acción. Esta fluctuación ha generado debate entre analistas sobre la sostenibilidad a corto plazo de la compañía y la prudencia de integrar activos digitales altamente volátiles en una empresa listada en bolsa. Michael Saylor ha sido un defensor férreo del Bitcoin durante años, no solo como un activo especulativo sino como una alternativa viable a las monedas fiduciarias y una protección contra la inflación y la erosión del poder adquisitivo de los dólares y otras divisas. Su visión apunta a que, a pesar de las caídas temporales en el precio, con el tiempo Bitcoin puede convertirse en el principal activo digital del siglo XXI, con un impacto profundo en la economía global y el sistema financiero tradicional.
La decisión de Strategy de no vender pasa en parte por la confianza en esta narrativa y en su modelo de negocio. La venta en momentos de pérdidas significativas podría no sólo cerrar la puerta a una recuperación futura, sino también enviar una señal contraria al mercado y a sus propios inversionistas sobre la solidez y convicción en el proyecto. Por otro lado, la transición al nuevo sistema contable refleja una evolución importante en cómo las empresas y reguladores están respondiendo a la creciente incorporación de activos digitales en los portafolios corporativos. Esta voluntad de transparencia y adaptación a las condiciones reales del mercado marca una diferencia clave en comparación con el pasado, cuando las criptomonedas podían ser manejadas contablemente de manera que minimizaban la volatilidad aparente en los estados financieros. Este episodio pone en relieve también los desafíos que enfrentan las empresas que invierten en criptomonedas en términos de gestión financiera, cumplimiento normativo y comunicación con sus accionistas.
La volatilidad inherente a Bitcoin no solo impacta la riqueza en tiempo real, sino también temas críticos de reputación y valoración empresarial. La perseverancia de Michael Saylor y Strategy frente a la pérdida de 5.900 millones de dólares, sin ceder a la presión de liquidar sus activos digitales, ofrece un testimonio claro sobre su confianza en la innovación financiera y el potencial transformador de Bitcoin. Para inversores, analistas y entusiastas de las criptomonedas, este caso sigue siendo una referencia emblemática de cómo las empresas navegan en el complicado pero prometedor terreno de los activos digitales. En resumen, la historia de Michael Saylor y Strategy representa un cruce entre innovación financiera, visión a largo plazo y los desafíos prácticos de operar con activos disruptivos dentro de un marco regulatorio que se adapta lentamente.
La actualización contable de valor justo ha reconfigurado la manera en que se mide y reporta el valor de Bitcoin en las finanzas corporativas, revelando la verdadera naturaleza volátil de estos activos. A pesar de la considerable pérdida no realizada, la estrategia de acumulación y resistencia de Strategy refuerza la narrativa del potencial monumental que Bitcoin podría alcanzar en el futuro. Lo que está claro es que el camino seguirá siendo incierto y volátil, pero con actores como Michael Saylor marcando el ritmo y estableciendo precedentes para la era de la economía digital.