En el dinámico universo de las criptomonedas, octubre de 2025 marca un hito importante para BlackRock con su iShares Bitcoin Trust (IBIT). Este fondo cotizado en bolsa (ETF) ha experimentado su segunda mayor entrada de capital desde su lanzamiento en enero de 2024, acumulando cerca de 970.9 millones de dólares en sólo un día, una cifra significativa que evidencia la creciente confianza institucional en esta clase de activos digitales. La magnitud de este flujo financiero no sólo supera muchas expectativas del mercado, sino que también destaca en contraste con sus competidores. Mientras que BlackRock atraía cerca de mil millones de dólares, otros ETFs de bitcoin como Fidelity’s FBTC, Bitwise’s BITB y ARK’s ARKB sufrieron salidas de capital importantes, con pérdidas de decenas de millones.
Este desplazamiento de fondos sugiere una consolidación hacia productos con mayor reconocimiento, solidez y respaldo institucional, atributos que BlackRock ha sabido capitalizar eficientemente. El entorno macroeconómico y la evolución del precio de bitcoin han sido factores determinantes en este fenómeno. En la semana previa a esta notable entrada, el precio de bitcoin se disparó un 7.2%, alcanzando cotizaciones cercanas a los 94,900 dólares. Este repunte ha coincidido con una mayor adopción y diversificación en las estrategias de inversión, donde los fondos ETFs sirven como vehículos más accesibles y regulados para que inversores tradicionales se expongan a bitcoin sin necesidad de adquirirlo directamente.
Una de las claves del atractivo del IBIT radica en la gestión y prestigio de BlackRock, el mayor administrador de activos a nivel mundial. La entrada al espacio de las criptomonedas por parte de un gigante financiero con décadas de experiencia ha provocado un efecto de confianza que rompe con la volatilidad y los rumores que suelen rodear al sector. Esta confianza se traduce en un movimiento acrecentado de capital hacia IBIT, solidificando la posición de BlackRock como un referente en la oferta de productos financieros vinculados a activos digitales. Desde su creación, IBIT ha atraído más de 4.5 mil millones de dólares en flujos netos a partir del 22 de abril, un periodo en el que el mercado global de criptomonedas ha mostrado signos de mayor madurez y profesionalización.
Este crecimiento sostenido desafía las tendencias de mercado convencionales que suelen reflejar volatilidad y desinterés temporal. Expertos de la industria han opinado sobre estos movimientos, subrayando la importancia de su impacto. Nate Geraci, presidente de The ETF Store, comentó sorprendendido la magnitud del flujo:“Casi mil millones de dólares entrando en el iShares Bitcoin ETF en un solo día...
es la segunda mayor entrada desde su lanzamiento en enero de 2024. Recuerdo cuando no había demanda alguna”. Por su parte, Eric Balchunas, analista senior de ETFs en Bloomberg, afirmó que los ETFs están en “modo de dos pasos adelante después de uno hacia atrás”, describiendo así la dinámica de adopción progresiva pero con altibajos naturales en la consolidación de este tipo de instrumentos. Mientras eso sucede en el ámbito de fondos cotizados, el mercado de derivados bitcoin también experimenta movimientos interesantes. La apertura de interés (open interest) en futuros de bitcoin en el CME ha registrado una caída durante cuatro días consecutivos, descendiendo hasta un nivel de 132,750 BTC.
Este fenómeno suele interpretarse como una reducción en el apalancamiento y la especulación a corto plazo, aunque también podría presagiar una próxima recuperación. La rentabilidad anualizada de la estrategia conocida como basis trade, que consiste en comprar bitcoin al contado y vender futuros para asegurar un margen, ha subido de alrededor del 5% a un 9% en lo que va de abril. Este incremento en el rendimiento impulsa a los inversores a retomar operaciones en futuros, lo que podría revertir la caída de la apertura de interés y traer dinamismo renovado al mercado derivado. El aumento de la rentabilidad en basis trade está estrechamente ligado a la demanda de futuros, reflejando cómo los instrumentos derivados funcionan como una herramienta para gestionar el riesgo y aprovechar oportunidades en el contexto del mercado de bitcoin. Su comportamiento, por ende, se convierte en un indicador relevante para entender la salud y madurez del ecosistema criptográfico.
Para inversionistas tradicionales y nuevas audiencias, el ascenso de IBIT representa una apertura hacia la inclusión financiera mediante una infraestructura regulada que reduce barreras de acceso y genera mayores garantías legales. Muchas veces, los fondos ETFs permiten una exposición indirecta a bitcoin, evitando la complejidad del almacenamiento y la custodia directa, que han sido obstáculos para quienes desean participar en estos activos pero con menor tolerancia al riesgo. La estrategia de BlackRock para posicionar IBIT en el mercado global refleja un entendimiento profundo de las demandas y tendencias actuales. Al ofrecer un producto transparente, líquido y con una estructura regulada, BlackRock no solo capta recursos sino que también contribuye a la legitimación y expansión del ecosistema de criptomonedas dentro de la corriente principal financiera. Además, el contexto general del mercado sugiere que el interés por bitcoin y derivados continuará creciendo, impulsado no sólo por incrementos de precio sino también por evolución en la infraestructura, regulaciones más claras y una mayor educación financiera sobre activos digitales.