En los últimos años, Apple ha consolidado su presencia en Hollywood con Apple TV+, su plataforma de streaming que busca competir en un mercado dominado por gigantes como Netflix, Disney+ y HBO Max. Desde su lanzamiento en 2019, Apple ha realizado apuestas audaces con producciones originales protagonizadas por grandes nombres de la industria, con la esperanza de transformar su servicio en un referente del entretenimiento de calidad. Sin embargo, la pregunta que se plantea es si estas inversiones y decisiones estratégicas están realmente rindiendo frutos en un mercado cada vez más competitivo y cambiante. Apple TV+ nació bajo una gran expectativa, apoyada por un evento de lanzamiento espectacular con celebridades como Oprah Winfrey y Steven Spielberg. Su enfoque ha sido diferente al de sus competidores, privilegiando la calidad y el talento de primer nivel por sobre la cantidad de contenidos.
Series como “Severance”, “The Morning Show” y “Your Friends & Neighbors”, así como películas como “CODA”, ganadora del Oscar a Mejor Película, han recibido elogios y reflejado el compromiso de Apple con el contenido original y sofisticado. Desde la perspectiva del liderazgo de Apple, particularmente del CEO Tim Cook, Apple TV+ se ha convertido en un destino “indispensable” para los espectadores, alcanzando récords de audiencia en su último trimestre financiero. No obstante, esta imagen de éxito debe contrastarse con los números de suscriptores, que, según analistas, se sitúan por debajo de las expectativas y de muchos rivales directos. En específico, Daniel Ives, analista de Wedbush Securities, estimó que Apple TV+ cuenta con alrededor de 57 millones de suscriptores, cifra que dista mucho de los 100 millones que Wall Street esperaba. Esta realidad se debe, en gran medida, a la estrategia de Apple de apostar por la excelencia creativa y un catálogo más reducido, en contraposición con servicios que priorizan volumen y diversidad para retener a los usuarios.
A pesar de que la calidad es alta, la falta de un amplio catálogo y la inexistencia de contenido icónico y antiguo que fidelice a los suscriptores representa un desafío importante. Competidores como Disney+ y Netflix cuentan con extensas bibliotecas que aseguran un flujo constante y variado de material para todos los gustos, haciendo que los usuarios tengan menos motivos para cancelar sus suscripciones. Además de la audiencia, el factor económico es crucial para evaluar si la apuesta de Apple en Hollywood ha sido acertada. Según reportes industriales, Apple TV+ estaría operando con pérdidas cercanas a mil millones de dólares anuales, lo cual a corto plazo puede ser preocupante. El sector del streaming está bajo constante presión para generar ganancias y justificar inversiones millonarias en contenido y tecnología.
En contraste, Apple entiende su plataforma no solo como un negocio independiente, sino como una pieza dentro del vasto ecosistema de servicios que ofrece, incluyendo Apple Music, iCloud y Apple News, todos ellos contribuyendo al modelo de suscripción que ya representa una cuarta parte de las ventas totales de la compañía. La visión de Apple es distinta a la de los estudios tradicionales. No buscan simplemente competir en cantidad, sino en la experiencia y el impacto a largo plazo. Así, buscan construir relaciones sólidas y personalizadas con talentos reconocidos, aportando flexibilidad y apoyo creativo que muchos otros streamers no pueden ofrecer debido a su volumen. Ejemplos de esto son producciones como “Physical”, que exploró temas complejos y contó con la confianza de Apple para desarrollarse sin interferencias excesivas.
En términos de cine, Apple ha apostado fuerte con películas que reúnen estrellas y directores aclamados, como la próxima película sobre Fórmula 1 con Brad Pitt, un proyecto que pretende emular el éxito taquillero de “Top Gun: Maverick”. Sin embargo, algunos títulos anteriores han tenido problemas en la taquilla tradicional, lo cual ha generado cuestionamientos sobre la eficacia de su estrategia para competir en salas y en la era post-pandemia, donde las ventanas de exhibición se han acortado o eliminado. Los esfuerzos de Apple para distribuir Apple TV+ también han evolucionado. La negociación para vender suscripciones a través de Amazon Channels ha incrementado el alcance, capturando aproximadamente el 30% de los nuevos registros. Además, reducciones temporales en el precio mensual han servido para atraer más audiencia, demostrando que Apple está ajustando su modelo para adaptarse a las dinámicas del mercado y ampliar su base de usuarios.
No obstante, los retos externos también afectan la proyección de Apple TV+, incluyendo factores macroeconómicos y geopolíticos como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que podrían impactar la cadena de suministro de Apple y reducir el presupuesto destinado a áreas como el streaming. A pesar de todo esto, expertos y colaboradores en la industria mantienen un optimismo cauteloso. Consideran que Apple ha comenzado una carrera de resistencia en la que la inversión a largo plazo y la construcción de una marca de alta calidad en el entretenimiento darán frutos con el tiempo. La clave estará en mantener el equilibrio entre calidad y cantidad, y en cómo Apple logre ofrecer contenidos suficientes para mantener el flujo constante de suscriptores sin perder su identidad. En resumen, Apple ha hecho apuestas significativas y visibles en Hollywood que han generado reconocimiento y han establecido a Apple TV+ como un actor serio en la industria del entretenimiento.
Sin embargo, la rentabilidad y expansión en términos de audiencia aún son cuestiones abiertas. La apuesta de Apple parece ser a largo plazo, buscando una fusión entre innovación tecnológica y excelencia creativa, que podría rediseñar el concepto de streaming y el papel de las grandes compañías tecnológicas en la producción audiovisual. El futuro dirá si esta estrategia disruptiva logra consolidar a Apple TV+ no solo como una plataforma apreciada por críticos y talentos, sino también como un negocio rentable y con una amplia base de usuarios fieles.