El 25 de abril de 2025, el Tribunal de Distrito de Tokio emitió un fallo que marcó un precedente importante para el comercio electrónico en Japón y, potencialmente, a nivel global. Amazon Japón fue multada con 35 millones de yenes por no haber actuado con la diligencia debida para evitar la venta de productos falsificados a través de su plataforma. Esta decisión judicial se originó tras una demanda presentada por dos compañías basadas en Kobe: Try and E, fabricante de oxímetros de pulso, y Excel Plan, distribuidor oficial de estos dispositivos médicos. El oxímetro de pulso es un dispositivo de uso médico que permite a las personas medir fácilmente el nivel de oxígeno en la sangre, un instrumento vital especialmente durante la pandemia de COVID-19 y en el seguimiento de diversas condiciones respiratorias. La aparición en Amazon Japón de productos falsificados que imitaban a los verdaderos oxímetros de Try and E generó una reducción significativa en las ventas de la compañía japonesa.
Los consumidores, confundidos por las ofertas y la apariencia engañosa de los productos, optaron por adquirir los modelos falsos o dudaron de la autenticidad de la marca original. En la demanda, ambas compañías reclamaron un total de 280 millones de yenes en daños. Sin embargo, el tribunal solo reconoció daños a Excel Plan, la distribuidora, concediéndole una compensación menor, pero significativa, de 35 millones de yenes. Este fallo se basa en la evaluación de que Amazon Japón incumplió su responsabilidad al no investigar debidamente las quejas y reportes formales presentados por Excel Plan sobre las listas de productos falsificados. En lugar de eliminar únicamente las ofertas fraudulentas, la plataforma eliminó completamente la página del producto original, afectando directamente la visibilidad y las ventas del artículo legítimo.
La jueza a cargo, Yuko Shintani, expresó en su resolución que la actitud de Amazon, al desestimar repetidamente las protestas y atribuir problemas a la documentación remitida por Excel Plan, fue negligente y contribuyó a la persistencia de la venta de productos piratas en el sitio. La acción judicial refleja un cambio en la percepción legal sobre la responsabilidad de los marketplaces en línea, quienes hasta ahora habían mantenido cierta distancia respecto a los vendedores externos y los productos que estos ofrecían. Este caso se enmarca en un contexto global donde el comercio electrónico ha experimentado un crecimiento dramático y, con él, la proliferación de productos falsificados o de dudosa procedencia. Empresas de todo el mundo enfrentan el reto de proteger sus marcas y productos frente a la venta ilegal en plataformas digitales, que a menudo operan con cientos o miles de vendedores externos cuyo control es difícil y costoso de implementar. Amazon, como gigante del comercio electrónico, ha estado en el centro de múltiples controversias relacionadas con esta problemática.
La multa impuesta por el tribunal japonés no solo supone un coste económico para Amazon Japón, sino que también envía un mensaje claro a otras plataformas digitales y actores en el mercado: deben asumir una mayor responsabilidad en la moderación y control de sus espacios de venta. La decisión judicial podría ser la antesala a reformas regulatorias en Japón que exijan un mayor nivel de compromiso y acción para eliminar productos ilegales o falsificados en los portales de comercio electrónico. Para los consumidores japoneses, esta noticia puede aumentar la confianza en las compras en línea, al saber que los tribunales y las autoridades están vigilando activamente para proteger sus derechos e intereses. También subraya la importancia de verificar siempre la autenticidad de los productos y comprar a distribuidores oficiales o tiendas reconocidas para evitar riesgos asociados con mercancía falsificada, que puede no solo afectar la economía sino poner en peligro la salud y la seguridad cuando se trata de dispositivos médicos como los oxímetros de pulso. Desde una perspectiva empresarial, fabricantes y distribuidores ahora disponen de un precedente legal al cual referirse para exigir mayor cooperación por parte de plataformas digitales.
La sentencia demuestra que los tribunales pueden exigir compensaciones por perjuicios causados al no controlar adecuadamente la presencia de productos falsos en los catálogos en línea. Además, esta situación podría obligar a compañías como Amazon a implementar medidas tecnológicas y de gestión más avanzadas, tales como sistemas de detección más eficaces, procesos de verificación rigurosos para los vendedores externos y una gestión más transparente de las quejas de marcas y distribuidores. La prevención y rápida eliminación de productos ilegítimos se convierte en un aspecto fundamental para asegurar un ecosistema comercial más seguro y confiable. Por último, esta multa a Amazon Japón cobra relevancia internacional, ya que otros países enfrentan desafíos similares en relación con los productos falsificados disponibles en plataformas digitales globales. La cooperación entre gobiernos, fabricantes, distribuidores y marketplaces podría intensificarse para hacer frente a este fenómeno, desarrollando regulaciones comunes y protocolos que garanticen la protección de derechos y el combate efectivo contra la piratería.
En conclusión, el fallo del Tribunal de Distrito de Tokio y la sanción económica impuesta a Amazon Japón por permitir la venta de productos falsificados en su plataforma representa un hito importante en la regulación del comercio electrónico en Japón. Más allá del impacto inmediato en las partes involucradas, la sentencia plantea nuevos estándares y expectativas en la responsabilidad de los marketplaces frente a la presencia de mercancía ilegal, favoreciendo un mercado digital más justo, transparente y seguro tanto para consumidores como para productores autorizados.