La adopción de las criptomonedas en India está creciendo rápidamente, transformando la manera en que millones de personas manejan sus finanzas. En 2024, más de 20 millones de indios poseían activos digitales, utilizándolos no solo como un medio para ahorrar ante la devaluación de la rupia, sino también para enviar remesas por un valor aproximado de 4 mil millones de dólares al extranjero. Esta dinámica ha impulsado la creación de más de 1,200 startups de blockchain para 2025, generando empleo y promoviendo habilidades tecnológicas en el país. No obstante, este auge también ha llevado a las autoridades fiscales a fortalecer la regulación y la tributación sobre las criptomonedas, buscando garantizar la transparencia y la recaudación adecuada en este nuevo mercado. El órgano encargado de administrar y hacer cumplir las normativas tributarias sobre criptomonedas es el Departamento de Impuestos sobre la Renta (Income Tax Department, ITD) de India, operando en coordinación con el Ministerio de Finanzas y la Junta Central de Impuestos Directos (Central Board of Direct Taxes, CBDT).
La nomenclatura legal adoptada en India para las criptomonedas es "Activos Digitales Virtuales" (Virtual Digital Assets, VDA), término establecido por la Ley de Finanzas de 2022 y complementado con reglas más estrictas en el Presupuesto de 2025. En la legislación india las criptomonedas no se consideran dinero en efectivo ni moneda de curso legal, sino que son tratadas como propiedad digital o bienes. Esto implica que solo se tributa cuando se obtienen ingresos o ganancias a partir de ellas, ya sea mediante la venta, intercambio o ingresos generados por actividades vinculadas con las criptomonedas. El sistema tributario para las criptomonedas en India comprende principalmente tres impuestos: el impuesto sobre las ganancias de capital, el impuesto sobre la renta ordinaria y la retención en la fuente o TDS (Tax Deducted at Source). El impuesto sobre las ganancias de capital grava las ganancias netas obtenidas por la venta o intercambio de criptomonedas, aplicando una tasa fija del 30% además de un cargo adicional del 4% destinado a fondos de salud y educación.
El impuesto sobre la renta se aplica a ingresos provenientes de actividades como minería, staking, airdrops o salarios pagados en criptomonedas, sujetándose a las tasas generales del impuesto sobre la renta que oscilan entre un 5% para ingresos bajos hasta un 30% para ingresos superiores a 15 lakh rupias al año. La retención en la fuente, vigente desde 2022, retiene un 1% en las transacciones que superan ciertos montos, generalmente 50,000 rupias, facilitando el rastreo por parte del ITD. El Presupuesto de 2025 introdujo medidas más contundentes para el combate a la evasión fiscal en activos digitales, estableciendo un impuesto del 60% sobre activos no declarados o "secretos" que se encuentren en auditorías o inspecciones, situándose como una medida preventiva contra el lavado de dinero y la economía sumergida. A diferencia de otros países, India aún no contempla impuestos sobre la riqueza o herencias derivadas de criptomonedas. Cuando se trata de transacciones específicas, en India la compra de criptomonedas con rupias nacionales no genera un evento gravable.
Sin embargo, si en la venta o el intercambio existe una ganancia, esta se tributa al 30%. Las recompensas obtenidas vía minería o staking son consideradas ingresos ordinarios, y deben ser declaradas a su valor en rupias al momento de la recepción. El pago con criptomonedas por puestos de trabajo o por bienes y servicios se grava como ingreso ordinario, sujetándose a las correspondientes tasas impositivas. También se grava con un 30% las ganancias derivadas del intercambio entre criptomonedas, como de Bitcoin a Ethereum, así como la venta de NFTs si se obtienen beneficios. Para cumplir con las regulaciones fiscales, los contribuyentes deben reportar sus créditos y ganancias en la declaración anual de impuestos utilizando los formularios ITR-2 para personas físicas y ITR-3 para negocios.
Para facilitar esta labor, se ha creado la sección "Schedule VDA" donde se registran todas las operaciones con criptomonedas desde 2023, detallando fechas, montos y valores en rupias de cada transacción usando aplicaciones o billeteras digitales. Los plazos de presentación son estrictos, con una fecha límite general al 31 de julio para personas naturales y extendiéndose hasta el 31 de octubre para negocios con auditoría, basados en el año fiscal que termina el 31 de marzo. La omisión en la declaración o el pago de impuestos sobre criptomonedas puede resultar en multas que van desde 10,000 hasta 200,000 rupias, además de graves consecuencias legales en casos de evasión. La implementación de la retención de impuestos en la fuente y la colaboración con plataformas de intercambio permiten al ITD identificar y fiscalizar operaciones importantes, a pesar de que las transacciones peer-to-peer aún presentan desafíos regulatorios. Cabe destacar que la compensación de pérdidas generadas en comercio o inversión de criptomonedas contra ganancias o ingresos es inexistente bajo la regulación vigente tras el Presupuesto de 2025.
Esto significa que los pequeños inversores no pueden mitigar su carga impositiva con pérdidas previas, aunque las empresas sí pueden deducir gastos relacionados con actividades productivas, como la compra de equipos para minería, exclusivamente para el impuesto sobre la renta ordinaria. El futuro de la tributación sobre activos digitales en India apunta a un fortalecimiento de la vigilancia y la transparencia. Desde abril de 2026, está previsto que las plataformas de intercambio compartan de forma obligatoria toda la información sobre transacciones con las autoridades tributarias, dificultando significativamente la posibilidad de evadir impuestos. Aunque existe expectativa en algunos sectores acerca de una posible flexibilización o reducción de tasas impositivas, especialmente si otros países ajustan sus políticas, la postura oficial del gobierno sigue siendo mantener una fiscalización estricta y un nivel impositivo elevado para minimizar riesgos. En conclusión, el panorama de la tributación de criptomonedas en India implica una carga fiscal considerable para quienes obtienen ganancias o ingresos vía activos digitales, con una tasa del 30% sobre ganancias de capital y el seguimiento riguroso por parte del ITD.
Es fundamental que los usuarios mantengan un registro detallado de sus operaciones y cumplan con las fechas de declaración para evitar sanciones severas. En un entorno regulatorio que se flexibiliza poco y se endurece en términos de supervisión, buscar asesoramiento profesional experto se vuelve una necesidad para operar con seguridad y eficiencia en este emergente sector digital. Para quienes planean invertir o ya manejan criptomonedas en India, el conocimiento profundo de las normas impositivas, sus obligaciones y las novedades del marco legal es esencial. Esta guía ofrece un punto de partida para entender cómo funcionan los impuestos sobre criptomonedas en el país, sus implicancias prácticas y las perspectivas que marcarán el rumbo del mercado en los próximos años.
