El mundo de la contabilidad en el Reino Unido está experimentando una transformación sin precedentes gracias a la implementación de Making Tax Digital (MTD) para el impuesto sobre la renta. Esta nueva iniciativa, que entrará en vigor en abril de 2026 para ciertos contribuyentes, no solo representa un cambio significativo en la manera en la que los profesionales manejan las obligaciones fiscales, sino que también plantea multitud de retos y, a la vez, abre puertas a oportunidades innovadoras para el sector contable. Para entender la magnitud de este cambio, es fundamental destacar que MTD busca digitalizar completamente el proceso de declaración y gestión de impuestos, exigiendo a los contribuyentes y agentes fiscales la presentación trimestral de resúmenes de ingresos y gastos mediante software compatible. Este nuevo sistema sustituye los métodos tradicionales y elimina por completo la posibilidad de utilizar la plataforma HMRC para ciertos niveles de ingresos, impulsando a firmas contables y clientes a adoptar soluciones tecnológicas avanzadas. Los contadores del Reino Unido, según una encuesta realizada recientemente por Accountex, perciben MTD como la principal preocupación para el próximo año.
Más del 80% de los profesionales encuestados identifican a MTD como el principal desafío que enfrentarán en 2025. Este dato refleja la magnitud del impacto que tendrá la digitalización del impuesto sobre la renta en la operativa diaria de las firmas contables y su relación con los clientes. No obstante, esta preocupación se contrapone con un alto grado de optimismo, dado que aproximadamente un 79% también considera que MTD representa una oportunidad significativa. Este doble sentimiento revela un panorama donde la digitalización y la modernización de procesos pueden permitir a los contadores especializarse en servicios de mayor valor añadido y crear una relación más cercana con sus clientes gracias a una comunicación más frecuente y precisa. Los beneficios directos del MTD ya se están evidenciando entre los contribuyentes y profesionales que han adoptado esta digitalización temprana.
Según datos oficiales de HMRC, un 45% de los negocios reportan ahorros de tiempo de hasta 40 horas por año, un avance que mejora considerablemente la eficiencia operacional. Además, un 40% señala una mejor gestión tanto financiera como administrativa, y un 20% atribuye a MTD un impulso claro hacia la transformación digital integral. La eficiencia generada tiene un impacto económico estimado de entre 603 y 915 millones de libras anuales en valor de tiempo ahorrado. Sin embargo, la preparación para esta nueva fase no es homogénea. A pesar del éxito en los mandatos anteriores de MTD en 2019 y 2022, todavía un 34% de los contadores expresan no estar listos para la extensión que se aplicará en 2026 a los sole traders y propietarios de inmuebles cuyos ingresos superen las 50,000 libras.
Esta falta de preparación puede convertirse en un problema importante, considerando que inicialmente esta medida afectará al 20% de los clientes de los profesionales contables, con una expectativa de aumento a partir de 2027 y 2028 conforme se reduzcan los umbrales de ingresos. Es importante entender que el impacto de MTD para el impuesto sobre la renta supone un cambio cultural dentro del sector. No se trata únicamente de implementar nuevo software o cumplir con normativas, sino de transformar la forma en la que los contadores gestionan la relación con sus clientes, los procesos internos y la prestación de servicios. La digitalización implica una comunicación más continua entre el profesional y el contribuyente, lo que lleva a una mayor transparencia y permite identificar oportunidades para ofrecer servicios complementarios, desde asesoramiento financiero hasta la planificación estratégica fiscal. Por otro lado, la inteligencia artificial (IA) emerge como un aliado crucial en esta transición.
Aunque MTD es la preocupación dominante, casi el 39% de los encuestados destacan la adopción de IA como uno de los principales desafíos, y a la vez, como una oportunidad para optimizar procesos, mejorar la experiencia del cliente y captar nuevos negocios. Las herramientas basadas en IA pueden automatizar tareas repetitivas, analizar grandes volúmenes de datos y proporcionar insights que anteriormente demandaban mucho tiempo y esfuerzo. Estas tecnologías avanzadas potencian la capacidad de los contadores para centrarse en tareas de mayor valor, como el asesoramiento personalizado y el diseño de estrategias fiscales adaptadas a cada cliente. Así, MTD y la IA se reflejan en un cambio hacia un modelo de negocio de contabilidad más proactivo y consultivo. La cliente también juega un papel central en esta evolución.
La necesidad de educar a los clientes sobre los cambios, capacitarlos en el uso de software compatible y gestionar la adaptación al nuevo sistema digital es una tarea fundamental para los contadores. La anticipación y la preparación temprana pueden mitigar problemas de última hora y asegurar que las declaraciones trimestrales se presentan de forma correcta y puntual. La resiliencia y la adaptabilidad serán claves para los despachos contables que busquen aprovechar las oportunidades que MTD ofrece. La alineación de equipos internos, la inversión en tecnología, el desarrollo de nuevas capacidades y la comunicación efectiva con los clientes forman el núcleo del éxito en esta nueva era fiscal. Además, la reducción progresiva del umbral de ingresos que obliga a cumplir con MTD para el impuesto sobre la renta desde las 50,000 libras actuales a 30,000 en 2027 y 20,000 en 2028 indicia una expansión considerable del alcance de esta obligación y, por ende, el impacto en las firmas contables.
El sector contará con un margen relativamente corto para adaptarse a estas exigencias, lo que implica una hoja de ruta clara para la digitalización y la formación continua. Para muchas firmas, esta será una oportunidad para renovar su propuesta de valor, incorporar servicios tecnológicos y crear una estructura más ágil y orientada al cliente. Los pasos iniciales recomendados son identificar clientes que se verán afectados por el nuevo umbral de ingresos, seleccionar herramientas tecnológicas compatibles con MTD, entrenar al equipo en la utilización de estos sistemas y preparar una estrategia de comunicación efectiva para el cliente final. Esta estrategia permitirá enfrentar el reto de la digitalización con una postura proactiva, evitando riesgos de incumplimiento y mejorando la competitividad de la firma. En conjunto, esta transformación puede posicionar a los contadores del Reino Unido en un escenario donde la tecnología y la especialización son las piezas clave para su crecimiento sostenible.
En conclusión, Making Tax Digital para el impuesto sobre la renta representa un punto de inflexión para los profesionales contables del Reino Unido. Los cambios normativos y tecnológicos implican desafíos que exigen preparación rigurosa, pero también generan un entorno propicio para la innovación, la eficiencia y el fortalecimiento de la relación con los clientes. Aquellas firmas que comprendan el alcance de esta digitalización, adopten nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y fomenten una cultura de adaptación serán las mejor posicionadas para liderar el futuro de la contabilidad en el país.