En los últimos años, el mercado de criptoactivos ha experimentado un crecimiento exponencial, transformando la forma en que los inversores acceden a productos financieros y generando nuevas oportunidades pero también riesgos significativos. Reconociendo esta complejidad y el aumento de la actividad ilícita vinculada a los activos digitales, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha dado un paso trascendental para fortalecer su capacidad regulatoria mediante la ampliación y cambio de nombre de su unidad especializada en el tema. La unidad antes conocida simplemente como la Cyber Unit ha evolucionado para convertirse en la Crypto Assets and Cyber Unit, reflejando su enfoque más amplio que abarca no solo la protección contra delitos cibernéticos, sino también la regulación integral de diversas formas de activos digitales, incluidas criptomonedas, tokens no fungibles (NFT), monedas estables (stablecoins) y las plataformas financieras descentralizadas (DeFi). Este cambio oficial fue comunicado por la SEC en un comunicado de prensa que anunció la incorporación de 20 nuevos miembros a la unidad, entre ellos abogados especializados en investigaciones, fiscales de juicios y analistas de fraudes. Esta expansión casi duplica el tamaño de la unidad, una medida que el presidente de la SEC, Gary Gensler, calificó como esencial para combatir el fraude y el incumplimiento en uno de los mercados más volátiles y en rápida evolución del planeta.
Desde su creación en 2017, la unidad ha tenido un papel fundamental en la persecución de más de 80 acciones de cumplimiento relacionadas con ofertas fraudulentas y no registradas de productos criptográficos, recuperando más de 2 mil millones de dólares en alivio monetario para inversores afectados. Sin embargo, el ecosistema digital ha cambiado drásticamente desde entonces. Las herramientas tecnológicas, los modelos de negocio emergentes y los riesgos asociados requieren una supervisión robusta y bien coordinada para proteger tanto a los individuos como al sistema financiero. El presidente Gensler ha sido enfático en advertir que los mercados de criptomonedas representan un “Lejano Oeste” financiero, caracterizado por una regulación insuficiente que deja expuestos a los inversores a numerosas formas de abuso, desde esquemas Ponzi hasta ofertas iniciales de monedas (ICO) fraudulentas. En este sentido, la Crypto Assets and Cyber Unit no solo persigue casos de fraude, sino que también trabaja para garantizar la transparencia y el cumplimiento normativo de las nuevas clases de activos digitales.
La unidad tiene ahora un mandato expandido para abordar desafíos específicos que presentan las plataformas DeFi, que permiten realizar transacciones financieras sin intermediarios tradicionales, y los NFTs, que han revolucionado la propiedad digital y la monetización de activos creativos. Además, la atención se centra en las stablecoins, monedas digitales vinculadas a activos tradicionales como el dólar estadounidense, que representan un cruce entre las finanzas tradicionales y el mundo digital, con implicaciones regulatorias y de estabilidad financiera considerables. Dentro de las funciones ampliadas de la unidad destaca también la vigilancia sobre el cumplimiento de las normativas de ciberseguridad en las empresas públicas. El fortalecimiento de las regulaciones sobre la divulgación de incidentes de seguridad es una prioridad clave para evitar que ataques cibernéticos o brechas de datos pasen inadvertidos, afectando la integridad de los mercados y la confianza pública. Gensler ha impulsado activamente la formulación de nuevas reglas que obliguen a las compañías a reportar incidentes de manera oportuna y eficaz.
Este esfuerzo regulatorio se enmarca en un contexto global donde los gobiernos y entidades reguladoras buscan equilibrar la innovación tecnológica con la protección del consumidor y la prevención de actividades ilícitas. En marzo de 2022, el presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva para fomentar el desarrollo responsable de activos digitales, que se complementa con la labor de la SEC y otras agencias para construir un marco normativo claro y eficaz. La expansión y cambio de nombre de esta unidad de la SEC subrayan la importancia que tiene para los reguladores estadounidenses afrontar con recursos adecuados los retos que plantean los criptoactivos y la ciberseguridad en el mercado financiero. Esta medida también envía una señal a la industria y a los inversores: la supervisión se intensifica y será más rigurosa en la era digital. Además de perseguir a actores fraudulentos y aplicar sanciones, la Crypto Assets and Cyber Unit desempeña un rol educacional y preventivo.
La información pública sobre riesgos, fraudes comunes y mejores prácticas para la inversión segura son elementos fundamentales para fortalecer las defensas de los usuarios y promotores legítimos del ecosistema. El desafío de regular un mercado dinámico y en constante transformación exige que las autoridades mantengan un enfoque flexible y actualizado. La integración de expertos en tecnología, derecho y análisis de fraude dentro de la unidad responde a esta necesidad multidisciplinaria, permitiendo un abordaje más eficaz frente a la sofisticación creciente de los esquemas ilegales y las complejidades técnicas del espacio digital. Para los inversores, esta noticia es una garantía de que la SEC está reforzando sus capacidades para proteger sus intereses en un entorno digital que puede ser tanto innovador como riesgoso. La supervisión más estricta no solo busca sancionar irregularidades, sino establecer un marco de confianza y transparencia que fomente el desarrollo sostenible y la adopción responsable de nuevos productos financieros.