Robert Kiyosaki, una figura influyente en el mundo de las finanzas personales, conocido por su libro best seller 'Padre Rico, Padre Pobre', ha decidido realizar un cambio significativo en su enfoque de inversión. Durante décadas, Kiyosaki ha promovido la importancia de ahorrar en metales preciosos como el oro y la plata, considerándolos un refugio seguro frente a la devaluación del dólar y la inestabilidad económica. Sin embargo, en los últimos meses, ha anunciado públicamente que está abandonando estas inversiones tradicionales para enfocarse en la adquisición de Bitcoin, la criptomoneda más conocida y valorada del mercado. Esta decisión no es casualidad, pues responde a un análisis profundo de la coyuntura económica mundial y de sus propias expectativas sobre el futuro del dinero y las finanzas globales. De acuerdo con las declaraciones que Kiyosaki compartió en "The Rich Dad Channel", hiso saber que ha estado acumulando plata desde 1964.
Sin embargo, el contexto ha cambiado radicalmente: la plata que antes adquiría a 10 centavos la onza hoy supera los 30 dólares por onza. Esta revalorización lleva a Kiyosaki a vender sus tenencias de plata para reinvertir en Bitcoin, una apuesta que considera más alineada con la realidad financiera actual y futura. Esta transición pone de manifiesto cómo, para él, las criptomonedas representan una nueva forma de preservar y aumentar el valor del patrimonio en medio de una inflación creciente y una política monetaria expansiva que, a su juicio, amenaza la estabilidad del dólar estadounidense. Una de las razones principales que Kiyosaki esgrime para esta nueva estrategia es la pérdida de confianza en la moneda tradicional de Estados Unidos. En sus publicaciones y entrevistas, ha señalado que los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal, están imprimiendo cantidades masivas de dólares en corto tiempo —en su estimación, un trillón cada 90 días—, lo que anticipa una depreciación acelerada de la moneda.
A pesar de tener afinidad personal con figuras políticas como el expresidente Donald Trump, Kiyosaki critica la falta de planes claros para manejar la deuda nacional y las consecuencias que esto puede tener en la economía. Además, Kiyosaki ha sido muy enfático en su predicción sobre un posible colapso del sistema financiero actual, respaldando la idea con comentarios en redes sociales donde compara incluso a Bitcoin con un “estafa” menor frente a lo que considera problemas mayores en el sistema monetario tradicional y el sistema bancario estadounidense, especialmente en la función y poder de la Reserva Federal. Según él, la corrupción y la mala gestión de la impresión monetaria producen una crisis inevitable, y por ello recomienda que los inversores protejan sus activos con criptomonedas que, en su opinión, poseen integridad y resistencia. La visión de Kiyosaki respecto a Bitcoin como una solución para enfrentar la inestabilidad económica es única, pues no solo enfatiza la compra directa de bitcoins sino que también señala una precaución especial frente a los fondos cotizados en bolsa (ETF) que replican el precio de Bitcoin. Explica que, aunque estos instrumentos financieros son útiles para muchos inversores, no representan una verdadera propiedad del activo y pueden tener desventajas en términos de seguridad y control.
Por consiguiente, insiste en que la compra y custodia directa de la criptomoneda es la vía más segura para capitalizar sus beneficios. Este cambio de enfoque también se refleja en la respuesta de Kiyosaki a los periodos de volatilidad en el precio de Bitcoin. Por ejemplo, cuando la criptomoneda experimentó caídas abruptas durante febrero de 2025, Kiyosaki lo interpretó como una oportunidad de compra. Su análisis sostiene que el verdadero problema no es la criptomoneda en sí, sino la fragilidad del sistema monetario mundial y la influencia negativa que ejercen grandes actores financieros. Esta mentalidad contraria a la multitud es característico del propio Kiyosaki, quien defiende la idea de invertir durante las crisis y aprovechar las perspectivas a largo plazo de las nuevas formas de dinero digital.
El respaldo público de Kiyosaki a personalidades como Michael Saylor, un reconocido defensor del bitcoin y ejecutivo de MicroStrategy, ratifica su decisión de seguir una estrategia inspirada en expertos con éxito probado. Él ha mencionado que sigue el plan táctico de Saylor para aumentar su riqueza y la de sus colaboradores, posicionándose así en la vanguardia del movimiento hacia activos digitales que prometen mayor resistencia frente a la inflación, devaluación y riesgos políticos. Este giro de Kiyosaki hacia Bitcoin subraya un fenómeno más amplio que se está viendo entre inversionistas experimentados y figuras influyentes: el reconocimiento creciente del potencial disruptivo de las criptomonedas y la necesidad de diversificar carteras para proteger el valor en un mundo cada vez más incierto. La inversión en oro y plata no ha dejado de ser popular, pero las circunstancias globales y las innovaciones tecnológicas están impactando profundamente la forma en que se conciben los activos refugio. Asimismo, la visión crítica de Kiyosaki sobre la deuda pública, la impresión monetaria desenfrenada y la confianza en las instituciones financieras tradicionales, representa una señal de alerta para quienes buscan estrategias de preservación de capital.
Su llamado a ser proactivos mediante la compra de bitcoin directamente refleja un enfoque pragmático, que aprovecha las ventajas de un mercado descentralizado y menos sujeto a manipulaciones políticas. La transición de Kiyosaki también invita a reflexionar sobre el futuro del dinero y las inversiones. El avance de las tecnologías blockchain, la creciente adopción institucional de las criptomonedas y la búsqueda de sistemas financieros más transparentes sugieren que la inversión en activos digitales podría ser la clave para protegerse contra las crisis económicas futuras. En resumen, Robert Kiyosaki está dejando atrás sus décadas de acumulación de oro y plata para apostar por Bitcoin como la próxima gran reserva de valor. Su cambio estratégico no solo representa un ajuste personal sino un reflejo de tendencias globales en el mundo financiero.
La búsqueda de integridad, transparencia y protección frente a la inflación y la incertidumbre económica están impulsando a muchos inversionistas a considerar seriamente las criptomonedas como parte fundamental de sus portafolios. La experiencia de Kiyosaki y su perfil público hacen que su posición sea una referencia significativa en el debate sobre las mejores formas de proteger el patrimonio en la era digital.