Donald Trump, una de las figuras más influyentes y controvertidas de la política estadounidense, ha estado en el centro del debate recientemente debido a sus contradicciones sobre las ganancias que habría obtenido con el memecoin que lanzó a principios de 2025. Esta moneda digital, conocida como Official Trump (TRUMP), ha capturado la atención tanto del mundo de las criptomonedas como de los medios de comunicación por su historia atípica y la polémica política que la acompaña. El lanzamiento del memecoin de Trump tuvo lugar el 17 de enero, pocos días antes de que regresara al cargo presidencial el 20 de enero. La moneda alcanzó un precio pico de 73,43 dólares tan solo unos días después, lo que generó esperanza y entusiasmo entre los inversores y simpatizantes. Sin embargo, tras ese auge inicial, el valor comenzó a descender de manera estable hasta situarse en poco más de 11 dólares a principios de mayo, representando una caída cercana al 85% desde su máximo histórico.
En una entrevista con Kristen Welker, emitida el 4 de mayo en NBC News en "Meet the Press", Trump respondió de manera poco clara y contradictoria cuando se le preguntó si estaba obteniendo beneficios con el memecoin. Inicialmente, aseguró no estar obteniendo ningún beneficio, pero luego admitió que ni siquiera había revisado si eso era cierto. Estas respuestas han generado un fuerte debate sobre la transparencia y la posible falta de claridad que rodea sus negocios criptográficos. Además, Trump hizo una comparación entre la posesión de la moneda digital y la participación tradicional en el mercado bursátil, sugiriendo que si el valor de sus activos subiera debido a su gestión, entonces estaría ganando beneficios. Sin embargo, este argumento fue considerado por muchos como una forma de evadir la pregunta directa sobre las ganancias reales procedentes del memecoin.
El dominio del memecoin TRUMP recae en dos empresas: CIC Digital LLC, una afiliada de la Trump Organization, y Fight Fight Fight LLC, co-propiedad de la primera. Juntas, estas entidades poseen el 80% de los 1.000 millones de tokens emitidos. La mayoría de estas monedas están bloqueadas y serán liberadas gradualmente hasta el año 2028. El primer desbloqueo importante ocurrió el 18 de abril, cuando se liberaron 40 millones de tokens que alcanzaron un valor de aproximadamente 454 millones de dólares.
Según un análisis realizado por Financial Times en marzo, el proyecto de memecoin ha generado al menos 350 millones de dólares hasta el momento. Esto incluye 314 millones derivados de la venta efectiva de los tokens y 36 millones adicionales en concepto de comisiones. Esta cifra pone de manifiesto la magnitud económica detrás de esta iniciativa y explica por qué el tema se ha convertido en objeto de escrutinio público y político. Las conexiones de Trump con el mundo de las criptomonedas han sido fuertemente criticadas por sus opositores, quienes acusan un posible conflicto de intereses, dado que, desde su posición política, podría influir en la regulación del sector para su beneficio personal y empresarial. Incluso algunos miembros de su propio partido, como las senadoras republicanas Cynthia Lummis y Lisa Murkowski, han mostrado su desaprobación, particularmente ante la oferta de Trump de invitar a cenar a los principales poseedores del memecoin, un gesto que muchos han interpretado como un intento de recompensa a sus inversores más importantes.
En ese mismo marco, Trump afirmó durante la entrevista que planeaba devolver su salario presidencial al gobierno y, cuando fue cuestionado sobre si haría lo mismo con sus ganancias provenientes de la criptomoneda, su respuesta fue evasiva. Puso como ejemplo que no considera justo devolver aumentos de valor de sus propiedades inmobiliarias simplemente porque su valor subió mientras ejercía el cargo de presidente. Esto generó más dudas sobre su concepto de ética y transparencia en sus manejos financieros. Más allá del memecoin, Trump volvió a manifestar su compromiso con el mundo crypto y resaltó la importancia de mantenerse competitivo frente a países como China, que han avanzado significativamente en la adopción y regulación de activos digitales. Subrayó que, si Estados Unidos no avanza en la promoción y regulación favorable de las criptomonedas, perderá terreno frente a otras naciones que están apostando fuertemente por esta tecnología emergente.
El exmandatario también señaló que el actual presidente Joe Biden, a quien acusó de cambiar sus posturas sobre las criptomonedas para ganar apoyo en ciertos sectores, ha tenido una gestión contradictoria respecto al sector, aunque en realidad Biden no compitió directamente contra Trump en las últimas elecciones, sino que fue Kamala Harris quien figuró como candidata a la vicepresidencia. El contexto político y económico en torno al memecoin TRUMP refleja un fenómeno en el que la línea entre la política, el negocio y la innovación tecnológica se vuelve cada vez más borrosa. La polémica gira en torno a la responsabilidad de los líderes políticos cuando se involucran en activos digitales que pueden influir en mercados y en la percepción pública. Finalmente, la historia del memecoin de Donald Trump ejemplifica un caso único donde la figura de un expresidente se une al vertiginoso mundo de las criptomonedas, un terreno que está lejos de estabilizarse y que sigue generando interés tanto a nivel financiero como mediático. La transparencia en estos casos cobra una importancia vital para evitar conflictos de intereses y mantener la confianza pública.
Conforme avanza el tiempo y se acercan las próximas fechas de liberación de tokens, se espera que nuevas revelaciones y movimientos en el precio del memecoin TRUMP mantengan la atención sobre esta historia que mezcla poder político, tecnología disruptiva y estrategias de mercado altamente volátiles.