En los últimos años, la rápida adopción de las criptomonedas ha transformado no solo la manera en que manejamos nuestras finanzas, sino también cómo podemos acceder a productos financieros tradicionales como las hipotecas. Las hipotecas respaldadas por criptomonedas, un concepto relativamente nuevo, están ganando terreno entre compradores de vivienda tecnológicos e inversores en activos digitales. Estas modalidades financieras permiten usar criptomonedas como garantía para obtener un préstamo hipotecario, abriendo puertas a quienes no cumplen con los requisitos convencionales o prefieren no liquidar sus activos digitales. Las hipotecas respaldadas por criptomonedas funcionan mediante el uso de criptoactivos, como Bitcoin o Ethereum, como colateral en lugar de efectivo o propiedades. En este esquema, el prestatario no vende sus criptomonedas; en cambio, las bloquea en una cuenta de custodia segura administrada por el prestamista.
A cambio, el comprador recibe un préstamo en dólares estadounidenses para financiar la compra de su vivienda. Así, la cantidad prestada se basa en el valor declarado y aceptado de las criptomonedas depositadas como garantía. Uno de los aspectos más llamativos de esta modalidad es que no se requiere un pago inicial en efectivo, lo que significa que es posible financiar hasta el 100% del valor de la propiedad utilizando exclusivamente criptoactivos. Esto puede resultar especialmente beneficioso para inversores con un portafolio cripto considerable que desean mantener sus activos sin generar un evento fiscal por su venta. Al mantener bloqueadas las criptomonedas, los propietarios conservan la posibilidad de beneficiarse de su apreciación futura mientras realizan los pagos mensuales de la hipoteca como en un préstamo tradicional.
La diferencia fundamental entre las hipotecas respaldadas por criptomonedas y las hipotecas convencionales radica en el tipo de garantía comprometida. Mientras que en la hipoteca clásica el inmueble adquirido sirve como colateral, en el caso criptográfico, es el portafolio digital del comprador el que está en riesgo. En la práctica, si el prestatario incumple con sus pagos, el prestamista tiene el derecho de vender las criptomonedas depositadas para recuperar el saldo pendiente del préstamo. Este mecanismo puede proporcionar mayor flexibilidad financiera, dado que los prestamistas de hipotecas cripto, en general, no exigen comprobantes de ingresos ni verificaciones estrictas de historial crediticio. Sus decisiones se basan primordialmente en el valor de la garantía, eliminando barreras que tradicionalmente han frenado a emprendedores, autónomos o personas con historial crediticio limitado.
Además, el proceso de aprobación y cierre suele ser notoriamente más rápido, a veces en cuestión de días, gracias a la reducción burocrática y el uso de tecnologías blockchain para validar transferencias y propiedad de los activos. No obstante, el uso de criptomonedas como aval está lejos de ser una solución perfecta y presenta riesgos específicos vinculados a la volatilidad de estos activos. El precio de las criptomonedas puede experimentar fluctuaciones dramáticas en periodos cortos, lo que obliga a los prestamistas a exigir garantías que superen el valor del préstamo. Por ejemplo, para una casa cuyo valor es de $500,000, puede ser necesario bloquear una cantidad en criptomonedas equivalente o incluso superior a esa cifra como medida para protegerse ante desplomes repentinos en el valor del colateral. Cuando el valor del colateral en criptomonedas disminuye bajo un umbral determinado, el prestatario enfrenta un “margin call”, es decir, la necesidad de aportar garantías adicionales o realizar pagos extras para cubrir la diferencia.
De no hacerlo, corre el riesgo de que el prestamista liquide parte o la totalidad de sus criptoactivos, lo que puede resultar en pérdidas significativas para el deudor. Esta volatilidad es el principal desafío para quienes consideran una hipoteca respaldada por criptomonedas y exige una vigilancia constante del mercado y una correcta planificación financiera. Existe la opción de utilizar stablecoins, criptomonedas cuyo valor está vinculado a activos estables como el dólar estadounidense, para minimizar la fluctuación del colateral. Monedas como USD Coin o Tether que mantienen su paridad con el dólar ofrecen una alternativa más segura dentro de este tipo de préstamos. Además, algunos prestamistas permiten combinar un pago inicial en efectivo con el colateral en criptomonedas, lo cual ayuda a mitigar riesgos y puede facilitar mejores condiciones hipotecarias.
Sin embargo, no todos los prestamistas aceptan cualquiera tipo de criptomoneda. Por lo general, los más reconocidos aceptan Bitcoin, Ethereum y ciertas stablecoins, mientras que altcoins menos líquidos o con historial de alta volatilidad como Dogecoin o tokens de memes suelen ser rechazados. Esto se debe a que los prestamistas buscan activos que puedan valorar y liquidar con rapidez y transparencia en caso de un incumplimiento. Las opciones para obtener hipotecas respaldadas por criptomonedas continúan siendo limitadas comparadas con las hipotecas tradicionales. Solo unas pocas entidades financieras especializadas brindan estos productos, y suelen estar sujetas a estrictos criterios, regionalización geográfica y perfiles de cliente muy específicos.
Firmas como Milo, Figure y Ledn están entre las pocas que ofrecen este tipo de financiamiento, aunque en general se trata de un mercado todavía emergente y en constante evolución culpa de la regulación incierta y la volatilidad intrínseca de los activos digitales. Para aquellos interesados en aplicar, el proceso implica una solicitud online similar a una hipoteca tradicional, pero con un énfasis en demostrar la legitimidad y propiedad de los criptoactivos que se ofrecerán como garantía. Esto requiere proporcionar documentación detallada sobre las transacciones, billeteras y origen de fondos en criptomonedas, además de cumplir con las verificaciones estándar de identidad y residencia. Uno de los grandes atractivos de este tipo de préstamos es la posibilidad de mantener el portafolio de criptomonedas intacto y diferir el pago de impuestos sobre ganancias hasta el momento en que el dueño decida vender. Esto contrasta con la venta inmediata que normalmente se realiza para obtener el efectivo necesario para la compra de una vivienda mediante una hipoteca convencional.
Además, la ausencia de verificaciones de ingresos o historial crediticio extiende esta opción a compradores no tradicionales, quienes muchas veces se encuentran excluidos del sistema bancario tradicional. Sin embargo, la ausencia de protección gubernamental sobre estas hipotecas genera incertidumbre. No cuentan con seguros proporcionados por entidades como la FDIC ni están respaldadas por programas federales como Fannie Mae o Freddie Mac, lo que aumenta el riesgo para el consumidor y el prestamista. En consecuencia, es crucial para quienes contemplan esta alternativa investigar minuciosamente al prestamista, revisar con atención todas las cláusulas del contrato, especialmente las relacionadas con la liquidación de colateral y la gestión de la volatilidad. Además, algunos expertos recomiendan diversificar y no comprometer la totalidad de las criptomonedas como garantía, en aras de reducir el impacto potencial de una liquidación forzada.
También es importante estar preparados para la posibilidad de refinanciación: algunos prestatarios pueden optar por cambiar más adelante a una hipoteca tradicional cuando mejoren sus ingresos o historial crediticio, aunque esto conlleva la necesidad de retirar el colateral en criptomonedas y podría generar una obligación fiscal. Para aquellos inversores cripto con un portafolio robusto, las hipotecas respaldadas por criptomonedas representan una oportunidad valiosa para adquirir vivienda sin perder la exposición a un mercado digital en crecimiento. Incluso resulta una herramienta viable para quienes encuentran dificultades en obtener un crédito hipotecario tradicional debido a formatos convencionales rígidos o circunstancias laborales atípicas. El panorama regulatorio alrededor de estos préstamos sigue siendo cambiante y depende en gran medida de cada jurisdicción. La evolución política y legal determinará en gran medida el futuro de las hipotecas cripto y su integración en el sistema financiero convencional.
Por ello, usuarios y prestamistas deben mantenerse informados y preparados para adaptarse a nuevos requisitos y normativas. En resumen, las hipotecas respaldadas por criptomonedas ofrecen un esquema financiero innovador que desafía paradigmas establecidos al permitir a los propietarios financiar la compra de vivienda utilizando sus activos digitales como garantía. A pesar de sus riesgos y limitaciones, esta modalidad abre una puerta para una creciente comunidad de compradores que desean aprovechar el valor de sus inversiones en el mundo cripto sin renunciar a la oportunidad de convertirse en propietarios de su hogar. La clave está en comprender a fondo sus ventajas y riesgos, elegir prestamistas confiables y manejar con cautela la volatilidad inherente de este ecosistema revolucionario.