El 19 de agosto de 1994 quedará grabado en la memoria de la comunidad informática de la Universidad de California en Berkeley como la fecha en que se apagó por última vez Ucbvax, un servidor legendario que durante años fue un pilar en el desarrollo y la evolución de las redes universitarias y el correo electrónico. Esta despedida no solo representó el fin de una máquina, sino que simbolizó el cierre de una era tecnológica en el ámbito académico y el paso hacia nuevas infraestructuras más modernas y potentes. La ceremonia, que tuvo lugar en la antigua sala de computación del cuarto piso de Evans Hall, reunió a algunos de los programadores y técnicos más importantes que colaboraron en mantener a Ucbvax operando durante tantos años. Entre ellos destacaban figuras claves como Keith Sklower, Eric Allman y Kirk McKusick, quienes en un acto cargado de emoción y respeto procedieron al apagado protocolar de la computadora que llevaba ese nombre tan reconocido. El evento fue testimonio de la relevancia que esta máquina tuvo en la historia del cómputo en UC Berkeley y del impacto que dejó en la comunidad técnica tanto local como global.
Ucbvax comenzó su vida útil en el verano de 1978, cuando el departamento de ciencias de la computación de Berkeley adquirió su primera computadora Digital Equipment Corporation (DEC) VAX, gracias a una subvención otorgada por la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF) impulsada principalmente por el profesor Richard Fateman. En ese entonces, el servidor funcionaba bajo una variante del sistema operativo UNIX desarrollada por Bell Labs, uno de los sistemas más influyentes en la evolución de la informática moderna. El interés particular que tenían los investigadores del departamento en implementar soporte para memoria virtual, una característica ausente en la versión original de UNIX de AT&T, fue un motor crucial para el desarrollo posterior de las variantes BSD (Berkeley Software Distribution), que eventualmente transformarían el mundo del software libre y los sistemas operativos. La designación "ucbvax" no fue casual. Cuando Bell Labs ofreció que su computadora se conectara con la de Berkeley utilizando el protocolo UUCP para facilitar colaboraciones en investigación, se buscó un nombre que respetara las convenciones de nomenclatura en redes.
Así nació "ucbvax", que pronto se convirtió en uno de los nodos principales dentro de la red de Usenet y uno de los primeros servidores que comenzaron a difundir noticias y correo electrónico a nivel global. Con el paso de los años, Ucbvax se transformó en una pieza fundamental, administrando grandes cargas de correo electrónico y noticias, llegando incluso a ser uno de los dos gateways entre la ARPANET — predecesora histórica de Internet — y el campus de Berkeley. La creciente demanda de recursos y el volumen de datos que Ucbvax debía manejar condujeron a la decisión de trasladar algunas funciones a otras máquinas para optimizar el desempeño. Por ejemplo, las labores de gestión de correo y noticias se separaron para dedicarlas a otras computadoras especializadas, mientras Ucbvax mantenía otras tareas críticas. Inicialmente, Ucbvax correspondió a un modelo VAX 750, una de las primeras computadoras basadas en la arquitectura VAX producidas por DEC, pero luego, por presiones comerciales y tecnológicas, pasó a una actualización especial que transformó la máquina en una DECstation 3200.
A pesar de esta modernización, su esencia y nombre permanecieron intactos. El hecho de que Ucbvax fuera el primer servidor VAX en el departamento de ciencias de la computación y al mismo tiempo el último en ser retirado, subraya la extraordinaria longevidad y estabilidad que logró mantener, en un campo caracterizado por la rápida obsolescencia tecnológica. Su apagado simbolizó un punto de inflexión: la transición hacia sistemas más recientes y el fin de una etapa que había sentado las bases para el desarrollo del correo electrónico, el intercambio de noticias digitales y la conectividad entre universidades e instituciones de investigación. La ceremonia de despedida no solo cumplió con el acto protocolar de desconectar la máquina, sino que estuvo cargada de significados profundos. El tributo literario que Eric Allman, creador del popular sistema Sendmail, ofreció evocó décadas de trabajo constante y colaboración en equipo que hicieron de Ucbvax mucho más que una simple computadora.
La metáfora con un personaje casi humano — "un máquina de infinitos chistes y de software excellentísimo" — destaca el cariño y respeto que generó esta tecnología entre quienes dedicaron años de su vida a mantenerla operativa. Ucbvax no desapareció del todo tras su jubilación funcional. En línea con una antigua tradición local, el hardware fue reconvertido para un nuevo uso: pasó a servir como controlador para un sistema de acceso por tarjeta óptica utilizado por el departamento de policía de la universidad. Este reciclaje revela una filosofía pragmática y respetuosa con la tecnología, donde incluso al final de su vida útil, un equipo podía seguir aportando valor aunque en otro ámbito. Asimismo, la dirección IP asociada a Ucbvax fue retirada, pero el nombre siguió activo y encaminado hacia otro servidor, con la ironía de ser conocido como "nak.
berkeley.edu", administrado por el departamento de Servicios de Información y Tecnología de Berkeley. Esto mantuvo una continuidad en la identidad digital del antiguo servidor, facilitando la transición de servicios sin perder la memoria histórica. La historia de Ucbvax está intrínsecamente ligada al desarrollo de las redes universitarias y a la expansión de Internet tal como lo conocemos ahora. Fue pionero en la implementación y gestión de servicios que hoy parecen sencillos pero que en su momento representaron avances tecnológicos significativos.
Al servir de nodo crucial en las comunicaciones académicas y al facilitar el acceso a sistemas distribuidos, Ucbvax contribuyó tanto a la colaboración científica como a la difusión del conocimiento en la era pre-Internet masiva. Más allá de sus funciones técnicas, Ucbvax fue un símbolo cultural para las generaciones de estudiantes y profesionales de Berkeley. Era común verlo como el hogar digital de cientos de usuarios, desde estudiantes hasta profesores, y la interacción diaria con este servidor formó parte de la experiencia universitaria de muchos. La cuenta atrás para su apagado generó nostalgia y también una curiosidad histórica sobre los vehículos tecnológicos que vinieron después. La despedida de Ucbvax invita a reflexionar sobre el ritmo vertiginoso de la innovación tecnológica y sobre la importancia de preservar el legado histórico de las infraestructuras digitales.
En un mundo donde el hardware cambia con rapidez y los datos parecen inmateriales, conocer la historia de máquinas como Ucbvax ayuda a valorar el esfuerzo humano, la colaboración científica y la evolución que ha permitido el Internet actual. En definitiva, Ucbvax fue mucho más que una computadora; fue un protagonista fundamental en una época clave para la tecnología y la comunicación. Su historia es un testimonio del ingenio, dedicación y pasión de aquellos que lo construyeron y mantuvieron vivo, y de cómo una máquina puede convertirse en parte del tejido cultural y académico de una institución. El legado de Ucbvax perdura no solo en los bits y bytes que alguna vez procesó, sino en la fibra misma de la comunidad que ayudó a conectar. Recordar el paso de Ucbvax es rendir homenaje a la historia de la computación y a todas las personas que, a través de su trabajo y dedicación, impulsaron el desarrollo tecnológico necesario para que hoy disfrutemos de un mundo hiperconectado y digitalizado.
La transición del viejo sistema hacia nuevas tecnologías no solo representa un avance, sino también la continuidad de un legado que seguirá inspirando a futuras generaciones de innovadores y científicos.
