Thaksin Shinawatra, el ex primer ministro tailandés, se ha convertido en una figura central en la discusión sobre la legalización del juego en línea y las criptomonedas en Tailandia. En un evento reciente celebrado en Bangkok, Thaksin expuso su visión sobre cómo estas iniciativas podrían transformar la economía tailandesa, generando ingresos significativos y promoviendo una regulación más eficiente de estas actividades. Durante su intervención, Thaksin destacó que Tailandia, como la segunda economía más grande del sudeste asiático, debería aprovechar el potencial del juego en línea. A pesar de que la mayoría de las formas de juego son ilegales en el país, la realidad es que la actividad es extremadamente popular entre los tailandeses. Thaksin argumentó que la legalización del juego en línea podría captar entre dos y cuatro millones de usuarios en Tailandia, generando ingresos que podrían alcanzar los 100 mil millones de baht (aproximadamente 3.
94 mil millones de dólares) anualmente. Según él, esta es una oportunidad que no puede ser ignorada por el gobierno. El ex primer ministro subrayó que los tailandeses tienen ahorros acumulados que rondan los 300 mil millones de baht y que los flujos de ganancias y pérdidas en esta actividad alcanzan aproximadamente 500 mil millones de baht al año. “Si logramos establecer un impuesto del 20%, los ingresos para el gobierno podrían superar los 100 mil millones de baht al año”, aseguró Thaksin, resaltando el impacto potencial que tendría la legalización en las arcas estatales. Uno de los aspectos más interesantes de su propuesta es la implementación de un sistema de identificación para controlar el acceso al juego en línea.
Thaksin sugirió que el gobierno podría desarrollar un mecanismo similar a un pasaporte que regularía quiénes pueden participar en estas actividades. Esto no solo ayudaría a prevenir el acceso de menores de edad, sino que también permitiría un mejor seguimiento de los jugadores que podrían estar en riesgo de desarrollar adicciones al juego. "Queremos establecer un sistema que garantice la seguridad y la transparencia", declaró Thaksin, quien ha sido un firme defensor de regular el juego como una forma de fomentar el empleo y aumentar el turismo en el país. La legalización del juego en línea no es el único tema en el que Thaksin está intentando influir. También se mostró optimista acerca de la necesidad de que Tailandia abra sus puertas a las criptomonedas, animando a las instituciones financieras del país a adoptar un enfoque más digital.
Refiriéndose a la situación en Estados Unidos, Thaksin mencionó la reciente elección de Donald Trump como presidente y su enfoque pro-cripto, incluyendo el nombramiento de Paul Atkins, conocido por su defensa de la desregulación en el sector de las criptomonedas, como líder de la Comisión de Valores de EE. UU. Thaksin hizo un llamado para que la Comisión de Valores de Tailandia (SEC) adoptara medidas más avanzadas, sugiriendo que el país debería permitir el comercio de stablecoins o monedas respaldadas por activos. Este cambio modernizaría el sistema financiero tailandés y al mismo tiempo ofrecería alternativas más seguras a los ciudadanos. La propuesta de Thaksin se alinea con los esfuerzos actuales del gobierno tailandés por explorar el uso de criptomonedas como forma de pago, con Phuket como un posible sitio para un proyecto piloto en esta iniciativa.
El ex premier argumentó que las criptomonedas son simplemente otra forma de moneda y que no deberían verse como una amenaza. "No habrá riesgo, es solo otra moneda en el mundo", afirmó, instando a las autoridades a seguir el ejemplo de otras naciones que han adoptado un enfoque positivo hacia las criptomonedas. Sin embargo, este entusiasmo por la legalización del juego en línea y las criptomonedas no está exento de desafíos. En un país donde las estructuras sociales y culturales son fuertes y, a menudo, conservadoras, la aceptación de estas actividades podría encontrar resistencia. Grupos religiosos y conservadores han criticado el juego debido a su asociación con problemas sociales como la adicción y la corrupción.
Por lo tanto, el gobierno de Tailandia y sus defensores necesitarán llevar a cabo una amplia campaña de concienciación para explicar los beneficios económicos y sociales de estas medidas. A pesar de estas preocupaciones, Thaksin continúa firme en su punto de vista de que la legalización del juego y la aceptación de las criptomonedas son pasos esenciales para que Tailandia avance. Al convertir estas actividades en fuentes de ingresos controladas y reguladas, el gobierno podría no solo nutrir la economía, sino también canalizar el dinero que actualmente se mueve en la clandestinidad hacia el crecimiento del sector público. El ex primer ministro añade que este tipo de iniciativas no solo aportan ingresos, sino que también crean una nueva aceite para la maquinaria económica de Tailandia. La creación de empleo en sectores vinculados a las apuestas y la tecnología financiera puede resultar esencial para revitalizar ciertas áreas del país que han visto un estancamiento en su desarrollo.
La influencia de Thaksin en la política tailandesa es innegable, y su estrecha relación con su hija, Paetongtarn Shinawatra, quien ha asumido un papel activo en el gobierno, puede resultar fundamental en la implementación de estas políticas. A medida que la administración actual busca formas de estimular la economía, el mensaje de Thaksin sobre las oportunidades que ofrecen el juego en línea y las criptomonedas podría resonar cada vez más fuerte. Pese a los desafíos culturales y políticos, el ex primer ministro parece estar preparando el camino para una transformación en la forma en que Tailandia aborda el juego y las criptomonedas. Como un actor clave en la política tailandesa, su influencia y visión sobre el futuro económico del país son un reflejo del cambio de actitud hacia las regulaciones que en otras partes del mundo ya están dando resultados. Con estas iniciativas, Tailandia podría no solo obtener un respiro financiero, sino también posicionarse como un líder en el sudeste asiático en la modernización de su industria del juego y las finanzas digitales.
Con el mérito de la propuesta de Thaksin, el país se enfrenta a una encrucijada significativa que podría definir su rumbo en los próximos años.