En un contexto en el que la criptomoneda y la tecnología blockchain han tomado un papel estelar en el ecosistema financiero, los defensores del mundo cripto tienen grandes expectativas y demandas para el próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. A medida que se acerca su asunción oficial el 20 de enero de 2025, se han intensificado los llamados para que inicie su mandato con un enfoque proactivo hacia las criptomonedas y los activos digitales. Durante su campaña electoral, Trump atrajo la atención de muchos entusiastas de las criptomonedas al prometer un régimen regulatorio más amigable y accesible. Entre sus promesas, se encontraba la idea de formar una "reserva estratégica" de bitcoin, así como la creación de un consejo dedicado a la criptografía. Estos compromisos superaron las expectativas de un sector que ha sentido la presión de un entorno regulador más restrictivo bajo la administración del presidente saliente, Joe Biden.
Desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, los reguladores estadounidenses han tomado medidas drásticas contra las criptomonedas. Con un enfoque centrado en la protección del consumidor, muchas empresas del sector han encontrado un clima hostil en su propio país, lo que les ha llevado a buscar refugio en naciones que ofrecen políticas más acogedoras para las criptomonedas. En este contexto, los partidarios de Trump están urgidos a que cumpla sus promesas de campaña, considerando que la falta de acción podría resultar en una mayor desventaja competitiva frente al resto del mundo. Las voces más prominentes del sector cripto han comenzado a hacer eco de sus exigencias. Rebecca Rettig, directora de políticas legales de Polygon Labs Inc.
, subrayó la importancia de que las primeras órdenes ejecutivas de Trump establezcan claramente las prioridades de su mandato respecto a los activos digitales. "Es fundamental que provean un mapa de ruta para lo que se quiere lograr", señaló, acentuando la necesidad inmediata de orientación en un sector que ha estado incierto en su futuro. El optimismo que rodea la elección de Trump ya se ha trasladado a los mercados, con el precio del bitcoin alcanzando nuevos máximos. Después de la victoria de Trump en octubre, el valor del bitcoin superó la marca de los 107,000 dólares, reflejando el entusiasmo de los inversores y el sector por las promesas del nuevo presidente. Sin embargo, este precio no se ha mantenido estable y ha visto descensos, lo que cambia constantemente el panorama de inversión en criptomonedas.
La presión sobre Trump proviene de una conciencia colectiva dentro del sector, que entiende que las promesas políticas, aunque puedan ser rimbombantes en la campaña, a menudo enfrentan desafíos al momento de convertirse en políticas efectivas una vez en el cargo. Holger Mueller, analista de Constellation Research Inc., enfatiza que “hablar es fácil, pero gobernar es más complicado”. En este sentido, la comunidad cripto está atenta a las acciones inmediatas que Trump tomará para definir su administración en relación con las criptomonedas. Entre las solicitudes concretas, se destaca la creación de una reserva nacional de bitcoin y una solicitud para que Trump frene la resistencia de los bancos estadounidenses hacia las empresas cripto.
Esta resistencia ha dificultado que muchas startups del sector accedan a los servicios financieros tradicionales. Aunque una orden ejecutiva podría enviar señales positivas, la comunidad es consciente de que, debido a la independencia de los reguladores del sector bancario, estas órdenes no tendrían fuerza legal inmediata. La idea de establecer un consejo de la industria cripto, liderado por el designado "zar de criptomonedas", David Sacks, se ha manifestado como otra de las prioridades. Los defensores en el ámbito de las criptomonedas abogan por que Trump use su poder ejecutivo para definir principios básicos en la regulación de criptoactivos. Un enfoque sistemático podría no solo poner a Estados Unidos en la vanguardia del desarrollo tecnológico, sino también ayudar a sentar un precedente de cómo deben abordarse estas tecnologías disruptivas.
A medida que el tiempo avanza, surgen propuestas más audaces desde el Bitcoin Policy Institute, que ya ha elaborado un borrador que sugiere designar al bitcoin como un "activo de reserva estratégico". Este borrador sugiere que el Departamento del Tesoro de EE.UU. comience a adquirir bitcoin, gastando anualmente hasta 21 mil millones de dólares. Zack Shapiro, responsable de políticas del instituto, subrayó que "Estados Unidos necesita moverse rápidamente y comenzar a acumular bitcoin antes de que su precio suba sin que tengamos ninguna reserva".
Es claro que los cripto defensores están presionando para que Trump tome acciones concretas durante sus primeros 100 días en la oficina, una fase crítica que podría definir el rumbo del sector para los próximos años. La comunidad cripto espera ansiosa que Trump cumpla su promesa de transformar el ambiente regulatorio, facilitando así el crecimiento de una industria que ha demostrado ser resiliente y de rápido crecimiento a nivel global. Sin embargo, los analistas siguen debatiendo si las capacidades ejecutivas de Trump son suficientes para llevar a cabo estas propuestas tan ambiciosas. Algunos especulan que mientras que ciertas acciones pueden ser ejecutadas a través del Departamento del Tesoro, otras podrían requerir la intervención del Congreso, lo que complicaría su implementación. De cara a este nuevo escenario político, el evento histórico de un nuevo presidente coincide con momentos de transformación en el mundo de las criptomonedas.