Bitcoin ha experimentado un notable rally que ha captado la atención de analistas e inversores a nivel mundial. La criptomoneda líder ha mostrado una recuperación significativa desde sus mínimos, impulsada en gran parte por un incremento histórico en los influjos de fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin al contado. Sin embargo, a pesar de que se han registrado ingresos netos récord superiores a los 3 mil millones de dólares en ETFs durante una sola semana, muchos expertos advierten que el crecimiento de Bitcoin podría detenerse o enfrentar una resistencia importante cerca del nivel psicológico de los $100,000. Esta situación genera un debate interesante sobre la relación entre el flujo de capital institucional en Bitcoin y su comportamiento de precios, así como las señales que dichos flujos podrían estar enviando acerca de un posible techo en el corto plazo. Históricamente, los ETFs de Bitcoin han servido como un puente importante entre los mercados tradicionales y el mundo cripto, facilitando la entrada a inversores institucionales y minoristas con menor fricción y riesgo que comprar Bitcoin directamente.
La reciente oleada de influjos récord a estos fondos refleja un creciente apetito por la exposición a la criptomoneda. Datos recientes muestran que durante la semana de mayor actividad en 2025, los ETFs al contado recibieron más de $3,060 millones en entradas netas, la cifra más alta registrada desde diciembre de ese año. Esta dinámica no solo evidencia un fuerte interés institucional, sino que también ha sido un motor fundamental detrás del rally de Bitcoin desde niveles cercanos a los $74,400 hasta más allá de los $100,000. No obstante, la pregunta que inquieta a muchos analistas es si esta saturación de entrada de capital podría estar marcando un punto de inflexión o incluso un techo a corto plazo para el precio de Bitcoin. Al revisar datos históricos, se observa que en ocasiones anteriores, importantes influjos en ETFs coincidieron con techos locales en el precio.
Por ejemplo, en marzo de 2024, se registraron entradas récord superiores a los mil millones de dólares en un solo día, coincidiendo con un pico cercano a los $73,300. Esto fue seguido por correcciones significativas, sugiriendo que grandes entradas de capital pueden estar relacionadas con momentos de sobreextensión del mercado. Sin embargo, no siempre ha sido así. En noviembre de 2024, el flujo semanal alcanzó los $3,380 millones, y en esa ocasión Bitcoin no experimentó una caída inminente sino que mostró una resiliencia notable, superando los $100,000 y alcanzando nuevos máximos históricos alrededor de $108,000 en diciembre de 2025. Esto señala que, aunque los entradas de ETF pueden tener cierto poder predictivo en el corto plazo para impulsar precios al alza, no necesariamente indican una reversión o un techo inmediato.
Un análisis más detallado utilizando modelos econométricos como el Vector Autoregressive (VAR) ha confirmado que los flujos netos de ETFs sobre Bitcoin tienden a predecir incrementos temporales en los precios pero no señales claras de techo o reversión. En otras palabras, aunque sugiere que la demanda institucional sigue siendo fuerte y puede alimentar nuevas alzas, no garantiza que Bitcoin pueda sostener niveles más altos sin enfrentar cierta presión de venta. Más allá de los flujos de ETFs, otros indicadores técnicos brindan perspectivas importantes sobre la trayectoria de Bitcoin. Tras el rally del 27% desde los mínimos de $74,400, Bitcoin logró consolidar niveles clave que antes actuaban como resistencia y ahora se consideran soportes fundamentales. Entre ellos, destacan las medias móviles simples de 50, 100 y 200 días ubicadas en rangos aproximados de $85,100, $90,570 y $89,300, respectivamente.
Estos soportes técnicos son cruciales para mantener la tendencia alcista y brindar confianza a los inversores. Sin embargo, el avance hacia la zona de los $95,000 ha sido un punto donde se ha encontrado una resistencia significativa reciente. Diversos analistas señalan que el nivel de $95,000 actúa como una barrera psicológica y técnica para Bitcoin, frenando su movimiento al alza y generando consolidación. En redes sociales y plataformas especializadas, como lo destacado por el analista AlphaBTC, el precio ha permanecido atrapado en un “cuadro rosa” alrededor de los $95,000 durante varios días consecutivos. Esto denota indecisión y posible acumulación o distribución por parte de grandes jugadores del mercado.
Adicionalmente, las herramientas de monitoreo de liquidez y órdenes de venta muestran una concentración considerable de ofertas en el rango de $97,000 a $100,000. La presencia de una alta presión de venta en esta zona sugiere que muchos participantes del mercado están dispuestos a vender antes de que Bitcoin logre superar el umbral de los $100,000, incrementando la probabilidad de que se produzca una corrección o consolidación tras llegar a este nivel. Las opiniones sobre la sostenibilidad del rally en estas cotas finales de precio no son unánimes. Algunos expertos, como Keith Alan, consideran que Bitcoin podría tener dificultades para mantener su cotización por encima de los $95,000 a pesar de la demanda evidente. Otros, como la firma QCP Capital, expresan que a corto plazo no existen catalizadores claros que impulsen la subida hacia los $100,000 o más allá de manera sostenida.
En suma, aunque los influjos récord en ETFs al contado demuestran que la confianza institucional en Bitcoin sigue robusta y continúan impulsando su precio, la subida parece enfrentar una resistencia técnica y psicológica importante en torno a los $100,000. Esta barrera coincide con zonas de concentración de órdenes de venta y niveles que históricamente han frenado avances más agresivos, lo que podría derivar en una corrección o periodo de consolidación antes de intentar nuevos máximos. Para los inversores, es clave entender que la dinámica entre flujos institucionales y precio no es lineal ni predecible con certeza absoluta. Mientras que los ETFs al contado pueden ser indicativos de un apetito creciente por Bitcoin, no garantizan automáticamente una tendencia alcista indefinida. La historia reciente demuestra que aunque influjos altos a veces anticipan techos temporales, otras veces reflejan solo fases de impulso antes de movimientos mayores.