Ethereum se encuentra en un momento crucial de evolución con la propuesta para aumentar significativamente la capacidad de blobs en su red como parte de la próxima actualización conocida como Pectra. Esta iniciativa busca cuadruplicar el límite actual de gas por blob, pasando de 128 kB a 512 kB, una medida que fue concebida inicialmente bajo el nombre de proto-danksharding y que llegó a Ethereum a través del EIP-4844. El objetivo primordial detrás de esta mejora es aumentar el rendimiento y la eficiencia del procesamiento de datos, beneficiando especialmente a las redes de segunda capa (Layer 2), las cuales realizan transacciones in situ con mayor rapidez y menor costo, y posteriormente consolidan esos datos sobre la cadena principal de Ethereum. Los blobs, o fragmentos de datos, representan paquetes de información de vida corta, diseñados para facilitar a las soluciones de rollup el manejo de múltiples transacciones agrupadas. Actualmente, cada bloque en Ethereum tiene capacidad para hasta seis blobs pero con un tamaño reducido, lo que limita el espacio disponible para estos datos.
Al incrementar el tamaño de cada blob, las redes de rollup como Arbitrum, Optimism y Base podrán operar con mayor capacidad, traduciendo esta mejora en tarifas de gas más bajas, una velocidad de finalización de las transacciones superior y en definitiva, un escalamiento más fluido y eficiente. Este cambio, aunque pueda parecer técnico y poco llamativo para el público general, tiene un impacto significativo en la arquitectura interna de Ethereum. Según declaraciones de Tim Beiko, uno de los desarrolladores core del proyecto, las pruebas realizadas con la capacidad de blobs ampliada han arrojado resultados prometedores, lo que motiva a los equipos de clientes a continuar con escenarios y pruebas en entornos controlados antes de definir la versión definitiva que será implementada durante el lanzamiento de Pectra. La base de este cambio parte de la naturaleza no permanente del almacenamiento de blobs. A diferencia de otros datos que se guardan en la cadena de bloques para mantener un registro indeleble e inmutable, los blobs tienen una vigencia temporal limitada, lo que facilita una mayor escalabilidad sin imponer una carga adicional en el almacenamiento a largo plazo de nodos de la red.
Al elevar el límite de gas, es posible que los rollups integren mucha más información en un solo blob, lo cual resulta en un aumento considerable de la capacidad sin necesidad de aumentar el número de blobs por bloque. Como parte integral de la actualización Pectra, esta propuesta sobre el aumento del tamaño de blobs no viene sola. El paquete completo de mejoras incluye también otras EIPs que se orientan tanto a mejorar el rendimiento general como la seguridad del protocolo. Un ejemplo de estas mejoras es la EIP-7251, que plantea un aumento en el balance máximo efectivo para validadores, además de ajustes en la gestión de las atestaciones, que son comunicaciones de validación dentro del protocolo, con el fin de optimizar los tiempos y la estabilidad en el consenso de la red. El desarrollo de Ethereum desde The Merge ha estado marcado por un enfoque claro: mantener la cadena base lo más ligera posible, fomentando la escalabilidad mediante el apoyo y la integración inteligente de soluciones de Layer 2.
Pectra representa un paso más en esta estrategia, reconociendo el papel vital que juegan los rollups para aliviar la congestión y los costos en la red principal. A pesar de que aún no se ha establecido una fecha oficial para el despliegue de Pectra, las expectativas apuntan a un lanzamiento durante el último trimestre de 2025, condicionado a que los resultados de las pruebas continúen siendo satisfactorios y libres de fallos críticos. Durante los próximos meses, el protagonismo recae en la fase de pruebas exhaustivas en distintos clientes y testnets, donde la estabilidad del aumento en la capacidad de blobs será evaluada a profundidad. De confirmarse la viabilidad técnica y operativa, Ethereum podrá ofrecer una capacidad de ancho de banda mucho mayor para las redes de segunda capa sin la necesidad de modificar la estructura fundamental o incrementar la complejidad en la cadena base. Esta evolución tiene un efecto directo en el ecosistema más amplio de Ethereum, incluyendo proyectos relevantes como zkSync o Linea, que buscan maximizar la eficiencia y minimizar los costos para desarrolladores y usuarios.