Desde su lanzamiento en 2020, Solana se ha presentado como una plataforma blockchain revolucionaria diseñada para ofrecer velocidades y costos excepcionalmente bajos, con el objetivo ambicioso de hospedar libros de órdenes centralizadas en su red. No obstante, tras cinco años de desarrollo e implementaciones, sus creadores han reconocido que la arquitectura tradicional de las blockchains no se ajusta completamente a las demandas específicas del mundo del trading. Esta constatación llevó a replantear un rediseño profundo de los mecanismos de consenso con una meta clara: crear una red verdaderamente descentralizada, rápida y eficiente, capaz de competir con gigantes financieros como el New York Stock Exchange (NYSE) o Nasdaq, los referentes en mercados bursátiles centralizados. La esencia para alcanzar este objetivo radica en ofrecer mejores precios que los exchanges tradicionales. En mercados financieros, la diferencia entre el precio más alto que un comprador está dispuesto a pagar y el precio más bajo al que un vendedor quiere vender –conocida como spread– es un indicador clave de eficiencia y liquidez.
Cuanto más estrecho es el spread, más favorable es el entorno para los traders, ya que reduce los costes indirectos de la transacción y refleja una mayor competencia y transparencia en el mercado. La dinámica del spread se fundamenta en un delicado equilibrio entre ganancias y pérdidas de los creadores de mercado, quienes asumen riesgos al proveer liquidez. Estos participantes ganan pequeñas cantidades operando contra traders menos informados, pero pueden sufrir pérdidas significativas cuando se enfrentan a movimientos bruscos de precios o información privilegiada, un fenómeno descrito coloquialmente como “coger centavos y perder dólares”. Este juego constante entre información y ejecución genera costos de selección adversa que influyen en la amplitud del spread. Entender la selección adversa implica analizar las estrategias de los creadores de mercado, quienes intentan ajustar sus órdenes para minimizar riesgos.
El desafío surge cuando el precio justo subyacente varía rápidamente y sale del rango delimitado por el spread. En ese momento, los creadores tienen que cancelar sus órdenes para evitar pérdidas, pero enfrentan una carrera contra otros participantes que buscan aprovechar esas órdenes obsoletas. Datos de exchanges centralizados revelan que, tras una variación de precio, los creadores de mercado solo logran cancelar sus órdenes a tiempo en una pequeña fracción de casos, alrededor del 13%. Esta realidad se agrava en sistemas basados en Solana, donde cuestiones técnicas como la presencia de un único proponente (o líder) durante períodos extendidos permiten que las subastas internas, como la de Jito, determinen quién gana esta competición. En consecuencia, los creadores tienen pocas posibilidades de evitar que sus órdenes sean “capturadas” y, por ende, se ven forzados a ampliar los spreads para protegerse, limitando la competitividad del mercado.
Para solucionar este problema, es fundamental otorgar a las aplicaciones mayor flexibilidad para controlar el orden en que se ejecutan las transacciones. Una propuesta innovadora es establecer una política de procesamiento que priorice las cancelaciones antes que las nuevas órdenes de compra o venta, conocida como “cancela antes de tomar”. Esta medida podría permitir que los creadores de mercado tengan una ventaja justa en la cancelación, reduciendo la pérdida causada por órdenes obsoletas y, a su vez, contribuyendo a un estrechamiento del spread. Sin embargo, implementar esta política no es trivial. Actualmente, Solana depende de un único líder que determina el orden de ejecución de las transacciones.
Si esa figura decide ignorar los pedidos de cancelación, se perpetúa la ventaja injusta para los tomadores y la desventaja para los creadores. La solución es adoptar múltiples líderes concurrentes en la red, lo que implica que si un líder censura una cancelación, el usuario siempre pueda enviar su transacción a otro líder. Este enfoque introduce una complejidad filosófica y técnica considerable, ya que es necesario diseñar un sistema claro, justo y eficiente para combinar los bloques de transacciones generados simultáneamente por diferentes líderes para evitar conflictos o inconsistencias. El mecanismo planteado para fusionar estos bloques se sustenta en la diferenciación de dos tipos de tarifas: la tarifa de inclusión, que se paga directamente a los validadores que agregan la transacción, y la tarifa de ordenamiento, que es quemada por el protocolo. Cuando se combinan bloques producidos por líderes múltiples en un slot particular, la red toma el conjunto unificado de todas las transacciones y las ordena según la tarifa de ordenamiento, para luego ejecutarlas en ese orden.
Este diseño otorga a las aplicaciones la capacidad de utilizar llamadas al sistema como get_transaction_metadata para conocer la tarifa de ordenamiento aplicada a las transacciones que las afectan, lo que les da herramientas potentes para controlar cómo se secuencian los eventos dentro del bloque. Para garantizar la justicia y evitar actos malintencionados, el consenso detrás de esta arquitectura busca lograr propiedades de binding y blinding. La primera evita que los líderes concurrentes incluyan información de otros bloques en los suyos para manipular la ejecución de transacciones, mientras que la segunda evita que puedan cancelar su propio bloque tras observar lo que contienen los bloques de otros líderes. Además, es fundamental respetar la «justicia de reloj de pared» (wallclock fairness), que asegura que los bloques de diferentes líderes se comprometen con un tiempo aproximado simultáneo para evitar ventajas temporales injustas. El esquema implementado para lograr esto recurre a técnicas avanzadas de codificación de bloques en fragmentos codificados por eliminación (erasure coded shreds), que son distribuidos entre una red de relevos (relays).
Cada líder envía fragmentos secuenciales a relevos diferentes, y tras un tiempo límite, estos relevos envían mensajes firmados al líder de consenso con información sobre los fragmentos recibidos. El líder de consenso construye un bloque que contiene suficientes confirmaciones de estos fragmentos para validar su validez antes de distribuirlo a la red general. Este proceso asegura con alta probabilidad las propiedades deseadas, aunque siempre existe margen para optimizaciones y mejoras futuras. Desde una perspectiva amplia, este avance representa un paso crucial para que Solana pueda cumplir su visión original al ofrecer un mercado descentralizado que pueda competir en precios y eficiencia con las bolsas centralizadas. El camino hacia un Nasdaq descentralizado no solo implica mejoras técnicas sino también una transformación en la arquitectura fundamental de blockchains, particularmente en cómo se maneja el consenso y el ordenamiento de transacciones.
