En el vasto mundo de las criptomonedas, las stablecoins han emergido como pilares fundamentales para garantizar estabilidad y liquidez en un mercado históricamente volátil. Entre todas, Tether (USDT) se posiciona como el gigante inquebrantable que domina este sector, incluso frente a una competencia creciente y el surgimiento de nuevos emisores que buscan arrebatarle su trono. Datos recientes proporcionados por la firma de investigación Web3 Nansen confirman que, a pesar del auge de otras stablecoins como USD Coin (USDC) y la innovadora USDe de Ethena, Tether conserva cerca del 66% de participación de mercado en stablecoins vinculadas al dólar estadounidense, dejando al segundo lugar, USDC, alrededor del 28%, y a Ethena con apenas más del 2%. El dominio sostenido de Tether no es mera casualidad, sino resultado de una serie de factores estratégicos que han fortalecido su posición como la stablecoin preferida tanto por traders retail como por instituciones. En primer lugar, su extensa base de usuarios es significativa: casi tres veces la cantidad de usuarios que tiene Uniswap, una de las plataformas de intercambio descentralizadas más populares, y supera en más de un 50% las transacciones de la segunda aplicación más usada según los informes de Nansen.
Esta preferencia se traduce en un alto volumen de actividad onchain, consolidando a Tether no solo como una moneda estable, sino como un motor vital para la liquidez y funcionalidad del ecosistema financiero descentralizado. En términos de rentabilidad, Tether también sobresale. De acuerdo con los datos para 2024, la empresa emisora de USDT proyecta ingresos cercanos a los 14 mil millones de dólares. Este nivel de ingresos se obtiene gracias a un modelo de negocio en el que los dólares recibidos para la emisión de USDT son invertidos en instrumentos financieros altamente líquidos y generadores de rendimiento, como bonos del Tesoro de Estados Unidos. Estas inversiones optimizadas permiten maximizar su rentabilidad sin sacrificar la estabilidad y confianza en la paridad 1:1 con el dólar.
Mientras tanto, USDC, emitido por Circle, ha mostrado un crecimiento acelerado desde noviembre, un fenómeno que Nansen atribuye a cambios regulatorios favorables en Estados Unidos tras la victoria electoral de Donald Trump que incentivaron un ambiente más favorable para las criptomonedas. Esta stablecoin, regulada y auditada, ha captado especialmente a instituciones que buscan la claridad y seguridad regulatoria como parte fundamental de su estrategia de adopción. Sin embargo, a pesar de ese crecimiento acelerado, USDC aún no supera la cuota de mercado que posee Tether y debe lidiar con una competencia cada vez más fuerte de actores tradicionales que entran en el mercado con sus propios proyectos de stablecoins, incluyendo instituciones financieras relevantes como Fidelity y pagos digitales como PayPal. Además, la reciente adquisición de Bridge por parte de Stripe y su decisión de desarrollar una nueva stablecoin es un indicio claro de que la competencia en este nicho está intensificándose rápidamente. Esto abre un panorama dinámico en el que las stablecoins pasarán de ser simple tecnología a productos financieros integrados profundamente en operaciones comerciales y sistemas de pago globales.
Ethena, por su parte, destaca por su stablecoin USDe que ofrece un diferencial importante: un rendimiento anualizado aproximado del 19%. Esta propuesta de valor yield-bearing ha atraído la atención de usuarios interesados en ganancias adicionales, integrando la stablecoin no solo en protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) sino también en intercambios centralizados (CEXs). Aunque su participación en el mercado es modesta, se posiciona como una alternativa competitiva, particularmente para quienes buscan maximizar retornos sin alejarse de la seguridad y estabilidad propias de las stablecoins. Desde la perspectiva del usuario, la preferencia por stablecoins como USDT y USDC no está determinada únicamente por el potencial de rendimiento. Nansen destaca que la mayoría de usuarios priorizan la liquidez y la estabilidad por encima de cualquier rendimiento adicional.
Es decir, se percibe que muchos inversionistas y operadores están dispuestos a sacrificar ganancias potenciales con tal de contar con monedas estables cuyo riesgo de desacople o despegue del dólar sea mínimo, especialmente en tiempos de volatilidad del mercado. El panorama regulatorio es otro elemento clave en esta ecuación. La claridad y el respaldo legal se han convertido en requisitos indispensables para la adopción masiva, especialmente por parte de grandes inversores institucionales. La regulación más firme y favorable hacia monedas como USDC ha aumentado su atractivo, mientras que a Tether se le sigue observando con cautela debido a cuestionamientos históricos sobre sus reservas y transparencia. No obstante, el mercado ha compensado estas dudas con una confianza que se refleja en la preferencia masiva y volumen de operaciones que sigue teniendo en la actualidad.
De cara al futuro, la dinámica del mercado de stablecoins parece configurarse como un “winner-takes-most”, donde la concentración de usuarios y volumen de transacciones tiende a favorecer a los actores ya establecidos. Este escenario se sostiene en que las redes y plataformas con mayor liquidez y actividad generan un efecto de red que atrae aún más usuarios, dificultando la entrada o expansión rápida de nuevas stablecoins a gran escala. En resumen, aunque la competencia está creciendo y nuevos participantes intentan innovar con propuestas de valor diferenciadas, Tether mantiene su dominio con una combinación de amplia adopción, modelo de ingresos sólido, y la posición de liderazgo más establecida en el mercado. USDC y Ethena representan alternativas valiosas que pueden capitalizar nichos específicos o preferencias regulatorias, especialmente en un entorno donde el respaldo legal y la transparencia ganan protagonismo. No obstante, el futuro de las stablecoins probablemente estará marcado por la coexistencia de pocos actores líderes que manejan la mayor parte del mercado, manteniendo la estabilidad y funcionalidad esenciales para la evolución del ecosistema cripto.
Las stablecoins son mucho más que un simple activo digital; constituyen la piedra angular para la integración de las criptomonedas en la vida cotidiana y los sistemas financieros globales. Por ello, entender quiénes lideran este espacio y las razones detrás de su éxito es crucial para inversionistas, desarrolladores y reguladores que buscan navegar un mercado en constante transformación y en plena expansión.