Mantra, una plataforma innovadora enfocada en la tokenización de activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés), se encuentra en un punto crítico tras experimentar una impresionante caída del 90% en el valor de su token OM. Este desplome masivo de precio, que eliminó más de cinco mil millones de dólares en capitalización de mercado en cuestión de horas, ha llevado a la comunidad y al equipo directivo a tomar medidas drásticas para contener la crisis y recuperar la confianza de los inversionistas. La estrategia principal que ha anunciado la empresa es la quema de hasta 300 millones de tokens OM, valorados en aproximadamente $160 millones. Lo relevante es que el 50% de estos tokens que serán destruidos pertenecen a John Patrick Mullin, fundador y figura central del DAO (Organización Autónoma Descentralizada) de Mantra, lo cual demuestra un compromiso fuerte y directo para la sustentabilidad del proyecto. La quema de tokens no es un fenómeno nuevo en el mundo cripto, pero en esta ocasión busca equilibrar aspectos clave del ecosistema, especialmente la reducción del suministro circulante para intentar recuperar valor y ofrecer mayores recompensas en las estrategias de staking.
El proceso implica un descenso en la relación de tokens bloqueados o “bondded ratio” de 31.47% a 25.30%, lo que significa que menos tokens estarán comprometidos para usos específicos dentro del sistema, generando dinámicas nuevas que podrían incentivar la participación de otros usuarios e inversionistas. Mullin y su equipo comenzaron a realizar el proceso de desestacado o “unstaking” para que estos tokens puedan ser enviados a la dirección oficial de quema antes del 29 de abril de 2025. Además de los tokens del fundador, se suman cantidades propiedad de socios estratégicos dentro del ecosistema de Mantra, aunque no se han divulgado detalles específicos sobre estos otros participantes.
La raíz de esta caída dramática en el precio del token OM se atribuye a liquidaciones masivas y vuelcos especulativos que ocurrieron en varias plataformas de intercambio. Esto habría provocado una reacción en cadena que llevó a la pérdida súbita de valor y la consecuente desconfianza en el mercado. El equipo de Mantra ha indicado que estos movimientos provocados por terceros son “irresponsables”, un fenómeno frecuente en mercados descentralizados donde la volatilidad y la falta de regulación pueden magnificar tendencias negativas en poco tiempo. Mantra tiene como propuesta central la tokenización de activos tangibles como bienes raíces, materias primas y otros bienes del mundo real. A través de su plataforma, los usuarios pueden invertir digitalmente en activos tradicionales de manera compliant, posibilitando una apertura mayor para inversionistas fuera del universo cripto clásico.
Esta función ha sido base para importantes asociaciones que buscan catapultar el alcance y el uso del token OM. Destaca la colaboración con DAMAC Group, una empresa emiratí con un valor de $1 mil millones en activos inmobiliarios, centros de datos y sector hotelero, firmada a principios de 2025. Esta alianza impulsó inicialmente el precio de OM y generó expectativas altas entre inversionistas institucionales y particulares. El token OM experimentó un crecimiento impresionante durante 2024, aumentando hasta un 400% en su valor a pesar de la ausencia de mucha conversación o promoción en las redes sociales cripto típicas como Twitter, Reddit o Telegram. Este fenómeno atrajo la atención de traders y fondos que buscaban oportunidades de alto rendimiento en proyectos de tokenización.
Sin embargo, el contexto de volatilidad extrema y movimientos especulativos desenfrenados demostró su fragilidad tras la crisis de abril, poniendo en tela de juicio las prácticas de gestión y control del mercado. La respuesta con la quema de tokens representa un esfuerzo genuino para restablecer un equilibrio. La reducción en el suministro busca limitar el exceso de oferta, un factor común que puede ayudar a estabilizar o incrementar el valor cuando es complementado con un aumento en la demanda o una mayor utilidad del activo. Adicionalmente, con esta decisión se pretende mejorar la capacidad y atractivo de la red para recompensar a los usuarios que hacen staking, fomentando la participación activa y la lealtad frente a las adversidades. En el plano tecnológico y operativo, Mantra continúa promoviendo la tokenización de activos reales, apuntando a un crecimiento sostenible y a la creación de un ecosistema robusto que aúne propiedad tangible con innovación blockchain.
La compañía apunta a una mayor integración con sectores tradicionales, buscando que el mercado de tokens y activos digitales se convierta en un canal viable para inversión en bienes raíces y otros sectores económicos fundamentales. A pesar de la quema anunciada y las medidas estratégicas, la reacción del mercado ha sido tibia, con una caída adicional del 3.3% en el precio de OM en las últimas 24 horas posteriores al anuncio. Este dato refleja la complejidad del momento y los desafíos que enfrenta Mantra para restaurar la confianza y el interés en su token. Para que la plataforma recupere un rumbo ascendente será clave no solo la gestión interna sino también la evolución del mercado cripto en general, así como la aceptación y adopción de los productos tokenizados por parte de inversionistas más tradicionales.
En resumen, la situación de Mantra evidencia lo dinámico y riesgoso que puede ser el mercado de tokens, donde innovaciones disruptivas se enfrentan a la volatilidad inherente y la presión de una comunidad global. El compromiso de Mullin y su equipo al quemar una cantidad significativa de tokens propios busca enviar un mensaje claro de responsabilidad y confianza, pero el verdadero desafío será mantener esta postura en el largo plazo y consolidar el valor de la plataforma mediante alianzas, desarrollo tecnológico y aceptación del mercado. El futuro de Mantra dependerá de su capacidad para aprender de esta crisis y fortalecer su modelo de negocio en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.