La Ethereum Foundation, una de las organizaciones más influyentes en el ecosistema de las criptomonedas y blockchain, ha anunciado una reestructuración significativa en su liderazgo que marca un hito importante en la evolución de esta plataforma. El cambio principal radica en la creación de una clara separación entre la junta directiva y el equipo de gestión, con la finalidad de impulsar de manera más efectiva los objetivos estratégicos y operativos de Ethereum. Esta reforma se produce en un contexto marcado por críticas dentro de la comunidad sobre la percepción de falta de compromiso del organismo con ciertos sectores clave, especialmente en finanzas descentralizadas (DeFi) y la innovación tecnológica relacionada. Antes de esta reestructuración, la Ethereum Foundation operaba con una estructura que combinaba funciones de supervisión y gestión, lo que, según algunos sectores de la comunidad y analistas, limitaba su capacidad para reaccionar rápidamente a los retos y oportunidades del mercado. La nueva organización pretende dividir esas responsabilidades para lograr un enfoque más especializado y eficaz.
La junta directiva, ahora definida como un “consejo de seguridad”, tiene la responsabilidad de proteger los valores y la visión a largo plazo de la fundación, asegurando que se mantenga la integridad del proyecto y sus principios fundamentales. En paralelo, el equipo de gestión es el encargado de ejecutar las iniciativas diarias, gestionar proyectos específicos y garantizar que las estrategias definidas se lleven a cabo con éxito. Con esta visión, la Ethereum Foundation nombró como codirectores ejecutivos a Hsiao-Wei Wang y Tomasz K. Stańczak, quienes asumieron sus roles el 28 de abril de 2025. Stańczak, además de su nueva función ejecutiva, continúa colaborando con Nethermind, una reconocida firma dedicada a la infraestructura de Ethereum, y está involucrado en el lanzamiento próximo de un fondo de capital de riesgo enfocado exclusivamente en Ethereum.
Por su parte, Wang se presenta como un puente clave entre la junta y el equipo de gestión, con la función de facilitar la comunicación y alineación de objetivos entre estos dos órganos críticos. La junta directiva está compuesta por figuras destacadas como Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum y mente técnica principal detrás del proyecto, cuya experiencia es indispensable para mantener la innovación en el núcleo tecnológico de Ethereum. Aya Miyaguchi, presidenta de la fundación, mantiene la supervisión de la visión general y las relaciones externas, cumpliendo un papel crucial en la representación pública y coordinación estratégica. Patrick Storchenegger, asesor legal suizo, se encarga de asuntos legales y de cumplimiento, áreas cada vez más complejas dada la evolución regulatoria global en criptomonedas. Finalmente, Wang también forma parte de este consejo, reforzando la conexión y supervisión directa de las operaciones ejecutivas.
En cuanto al equipo de gestión, se integran también figuras importantes como Bastian Aue, encargado de la estrategia organizacional, reclutamiento y formación, aspectos vitales para moldear un equipo preparado para los retos futuros. Josh Stark se centra en la ejecución de proyectos, comunicaciones y marketing, funciones esenciales para aumentar la visibilidad y adopción del ecosistema Ethereum. Los cambios en el liderazgo se enmarcan en una clara agenda que prioriza tres grandes áreas para el próximo año: la escalabilidad del layer 1 (capa uno) de Ethereum, la mejora en la interoperabilidad a nivel layer 2 (capa dos) y la optimización de la experiencia del usuario. En este sentido, la fundación está trabajando en soluciones técnicas avanzadas para mejorar la capacidad de la red principal. Investigadores de la fundación como Dankrad Feist y Sophia Gold han presentado propuestas innovadoras como las EIPs 9678 y 9698, cuyo propósito es aumentar el límite de gas para incrementar el número de transacciones que la red puede procesar, un cuello de botella tradicional de Ethereum.
Además, el enfoque en las soluciones layer 2 cobra especial relevancia. Estas tecnologías permiten realizar transacciones y operaciones fuera de la cadena principal, descargando la presión sobre Ethereum y ofreciendo mejoras significativas en costes y velocidad. La fundación busca no solo fortalecer estas capas alternativas sino también hacerlas más accesibles y visibles para desarrolladores y usuarios, facilitando un ecosistema más robusto y dinámico. La atención a la experiencia del usuario también está ganando protagonismo dentro de esta reestructuración. Mejorar la interfaz, reducir la complejidad y garantizar una experiencia segura y fluida son aspectos fundamentales para la adopción masiva y la retención de usuarios y proyectos dentro de Ethereum.
Los codirectores han expresado su compromiso con acelerar el camino de desarrolladores, startups e instituciones hacia la construcción y adopción de soluciones basadas en Ethereum, facilitando así un crecimiento sostenido y la innovación continua. Esta restructuración llega tras una serie de críticas dentro de la comunidad Ethereum, que consideraba que la fundación no estaba suficientemente involucrada ni atendía con la prioridad requerida el desarrollo y promoción del ecosistema, especialmente en áreas de DeFi. Kain Warwick, fundador de Synthetix, una de las principales plataformas DeFi, expresó abiertamente que la fundación no mostraba interés por la innovación dentro de ese sector. Estas críticas generaron un llamado a la acción para la dirección de la fundación, que ha respondido con un compromiso renovado y una estructura que permite una gestión más eficiente y dirigida. El desafío para Ethereum no solo radica en la tecnología o la comunidad interna, sino que también se encuentra en un entorno de competencia creciente, con redes como Solana, Avalanche y otras ofreciendo alternativas atractivas en términos de costo y velocidad.
Por ello, la Ethereum Foundation reconoce que debe reforzar sus esfuerzos tanto en desarrollo como en comunicación para mantener y aumentar la posición de Ethereum como la principal plataforma de contratos inteligentes del mundo. El papel de la junta, con potestad para nombrar y destituir a los codirectores ejecutivos, añade un nivel de responsabilidad y control que ayuda a garantizar que la fundación no se aleje de sus valores fundamentales de resistencia a la censura, innovación abierta, privacidad y seguridad. Esta gobernanza equilibrada entre supervisión y ejecución es clave para la estabilidad futura de la organización y su capacidad para adaptarse con agilidad a las demandas del ecosistema. Esta nueva etapa para la Ethereum Foundation marca un equilibrio delicado entre mantener su rol como guardiana del núcleo tecnológico y visionario del proyecto, y adaptarse a las realidades de un mercado cambiante y una comunidad cada vez más exigente. La combinación de experiencia técnica, legal y estratégica en su liderazgo apunta a un futuro donde Ethereum podrá afrontar sus desafíos de escalabilidad y competencia con mayor cohesión.
En conclusión, la reestructuración realizada por la Ethereum Foundation representa un esfuerzo decidido por profesionalizar su gestión, responder a las demandas de la comunidad y posicionar la red para una próxima fase de crecimiento e innovación. Los nombramientos de Hsiao-Wei Wang y Tomasz K. Stańczak como codirectores ejecutivos, junto con el fortalecimiento del consejo directivo, buscan crear sinergias que impulsen tanto la base tecnológica como la experiencia del usuario. Estas medidas son un paso fundamental para que Ethereum mantenga su liderazgo y relevancia en la industria blockchain, garantizando que el futuro del ecosistema esté en manos capaces, comprometidas y alineadas con los valores que han hecho de Ethereum una plataforma pionera y mundialmente reconocida.