El fútbol ha evolucionado a lo largo de las décadas, no solo en su estilo de juego o en los aspectos físicos, sino también en cómo se entiende la mente de los jugadores. Durante años, entrenadores, analistas y medios se han centrado en las estadísticas físicas, los goles, asistencias o los kilómetros recorridos sobre el césped para evaluar el rendimiento. Sin embargo, la dimensión psicológica, tan importante en la élite deportiva, resultaba más difícil de cuantificar. Hoy en día, la inteligencia artificial (IA) está abriendo una nueva era para el análisis psicológico de futbolistas y otros deportistas profesionales, llevando la evaluación mental a un nivel mucho más detallado y objetivo. El uso de IA en el deporte no es del todo nuevo, ya que desde hace años se utilizaban tecnologías para analizar aspectos físicos y tácticos, pero ahora el foco se ha puesto en el lenguaje corporal, las expresiones faciales, las interacciones no verbales y los comportamientos en momentos clave durante el partido.
A través de cámaras y algoritmos capaces de observar miles de horas de partidos y entrenamientos, se detectan patrones sutiles que antes podían pasar desapercibidos para los ojos humanos. Gestos como una mirada fija, una señal de apoyo a un compañero tras un error o una postura corporal determinada, pueden revelar estados emocionales, niveles de confianza o incluso rasgos de liderazgo. Una de las figuras pioneras en esta revolución es Yaw Amankwah, exdefensor de alto nivel en ligas europeas y ahora analista especializado en esta metodología. Amankwah destaca que al alejarse de la táctica y enfocarse exclusivamente en la psicología del juego, se puede descubrir una gran riqueza de información. Estos datos son recopilados mediante una combinación de observación manual y tecnologías de IA, y luego se traducen en métricas que describen la personalidad de juego de los atletas, como su resiliencia bajo presión, capacidad para comunicarse o su nivel de agresividad controlada.
Colaborando con el profesor Geir Jordet, experto en psicología deportiva, han desarrollado una extensa base de datos que contiene más de 100,000 observaciones únicas de partidos de ligas de primer nivel, incluyendo la Premier League y la WSL. Esta herramienta permite a equipos y entrenadores comparar a un jugador con sus semejantes en la misma posición, situándolo en percentiles que muestran si destaca por su control emocional o si es propenso a perder los nervios en momentos determinantes. Por ejemplo, un defensa central puede ser evaluado y encontrarse dentro del 5% superior en liderazgo y control en situaciones de alta presión, lo que es invaluable a la hora de tomar decisiones sobre alineaciones o futuras contrataciones. Los beneficios de este tipo de análisis van mucho más allá de la simple estadística. Julian Nagelsmann, entrenador que incorporó estas técnicas durante su etapa en el Bayern Munich, enfatizaba cómo estos datos psicológicos añadían una perspectiva diferente a la selección y estrategia del equipo.
El expsicólogo del Bayern, Max Pelka, quien colaboró en aplicar estas observaciones, señala que la psicología tradicional en los clubes solía ser subestimada o difícil de concretar en cifras, pero la llegada de la IA está eliminando esas barreras, convirtiendo aspectos antes intangibles en variables medibles que influyen en la toma de decisiones. El análisis psicológico mediante IA también tiene un impacto crucial en el desarrollo personal de los jugadores. Al conocer su propio perfil y cómo se manifiestan sus emociones y comportamientos en la cancha, muchos deportistas han mostrado interés en mejorar estos aspectos. Algunos se han involucrado activamente en aprender a usar el lenguaje corporal para influir positivamente en sus compañeros y en el equipo, potenciando así su rol como líderes naturales o creando un mejor clima dentro del vestuario. El uso de estas herramientas se está expandiendo, y clubes como Brighton & Hove Albion están implementando sistemas similares para evaluar a sus jugadores en tiempo real y durante la revisión de partidos.
Si bien la frecuencia del análisis puede variar, estos informes psicológicos detallados se convierten en parte integral del proceso de preparación y evaluación técnica del equipo. La ventaja que otorga la IA a la hora de procesar enormes cantidades de datos en poco tiempo permite que el conocimiento sobre la dimensión psicológica del rendimiento sea cada vez más accesible y preciso. El futuro que plantean Jordet y Amankwah sugiere una integración aún más profunda de la IA en el reclutamiento de talento. En un mercado futbolístico tan competitivo y con inversiones millonarias en fichajes, poder identificar “banderas rojas” en comportamientos que puedan influir negativamente en el rendimiento o la adaptación de un jugador es fundamental. Del mismo modo, descubrir jugadores que, por su perfil psicológico y su adaptación al equipo, puedan ser grandes aportes pero no estén aún en la mira, representa una ventaja estratégica en la búsqueda de talentos emergentes.