La industria del transporte y la logística en Estados Unidos ha experimentado una gran volatilidad en los últimos meses, y Saia Inc., una de las principales empresas de carga parcial (LTL), no ha sido la excepción. Recientemente, las acciones de Saia sufrieron una caída abrupta del 30,7%, reflejando un panorama desafiante marcado por la incertidumbre derivada de tensiones comerciales y un comportamiento del consumo más cauteloso por parte de sus clientes. Esta caída se produce en un contexto complejo, donde los aranceles y otros factores del mercado han limitado la demanda y, a su vez, han complicado la etapa de crecimiento de la empresa, que se encuentra en plena fase de expansión tras la adquisición de terminales de Yellow Corp., una compañía que colapsó en 2023.
El impacto negativo de los aranceles es fundamental para entender la situación actual de Saia. Los temores por una guerra comercial prolongada entre Estados Unidos y otras economías han generado que muchos clientes frenen o revisen sus planes logísticos y de envíos. Esto se traduce en una menor actividad para transportistas como Saia, que a pesar de haber incrementado su capacidad anticipándose a una recuperación del mercado, ahora enfrenta un escenario donde la demanda está mucho más débil de lo esperado. En particular, mientras la empresa mantiene entre un 25% y 30% de capacidad excedente para estar preparada para un eventual repunte, esta carga adicional se convierte en un costo difícil de manejar cuando el volumen de envíos no crece al ritmo previsto. Durante el primer trimestre del año, Saia reportó ganancias por acción de 1,86 dólares, cifra que quedó considerablemente por debajo de las expectativas del mercado, con un déficit de 90 centavos respecto a las previsiones, y una caída de 1,52 dólares en comparación con el año anterior.
Este resultado decepcionante se vio aún más acentuado cuando los analistas ajustaron sus proyecciones a la baja en los meses previos al informe. Además, la empresa experimentó un cambio negativo en sus ingresos netos por intereses, pasando de un ingreso neto de 4,5 millones de dólares el año anterior a un gasto neto por intereses en este periodo, afectando directamente sus ganancias por acción. Otro factor relevante es el aumento en la deuda neta, la cual se incrementó en 207 millones de dólares interanuales para financiar principalmente las adquisiciones de terminales que se realizaron en 2024. Saia no solo adquirió un total de 28 terminales provenientes de Yellow Corp., sino que también dedicó tiempo y recursos significativos durante todo el año pasado a integrar estos nuevos activos en su red y a reubicar algunas instalaciones para optimizar su operación.
Gracias a estas acciones, la compañía ahora cubre los 48 estados contiguos de Estados Unidos, consolidando su posición como un operador nacional que busca aprovechar sinergias y ofrecer un servicio más amplio y eficiente. A pesar de esta ampliación territorial y la incorporación de nuevas terminales, Saia ha enfrentado caídas en su desempeño operativo en ubicaciones heredadas. Mientras en sucursales abiertas hace menos de tres años se ha observado un modesto crecimiento del 3% en envíos, los centros de servicio que ya formaban parte de su red experimentaron una leve disminución en volumen. Esto se refleja en una tendencia subseasonal que su equipo estima creó un impacto negativo en los ingresos en un rango de entre 25 y 40 millones de dólares durante el trimestre. Desde el punto de vista de ingresos, la empresa mostró un crecimiento del 4,3% interanual llegando a 788 millones de dólares en el primer trimestre.
Sin embargo, esta cifra debe matizarse con otros indicadores que evidencian presiones sobre la rentabilidad, como una caída del 5,8% en los ingresos por cada 100 libras transportadas, incluso cuando se excluyen los recargos por combustible. El aumento del tonelaje fue impulsado tanto por un incremento del 4,6% en los envíos diarios como por un 7,8% más de peso promedio por envío, pero esto no fue suficiente para compensar la caída en el rendimiento por unidad de carga. Uno de los puntos de entrevista más interesantes fue la comparación con la expectativa inicial que tenían muchos actores del mercado y del sector industrial respecto a una recuperación económica tras un periodo de recesión de dos años. A comienzos del año y hasta febrero, la actividad manufacturera parecía moverse en terreno positivo, según el índice Purchasing Managers’ Index (PMI), que indicaba expansión. Sin embargo, la escalada de aranceles anunciada y la incertidumbre política sobre estas medidas a partir de marzo erosionaron esta perspectiva.
Los clientes comenzaron a postergar sus envíos y a ajustar sus operaciones ante un posible ciclo de tensiones comerciales prolongadas. Esto tuvo un efecto inmediato y tangible en Saia, que habitualmente registra un aumento de envíos entre un 3% y 4% de febrero a marzo, pero esta vez tuvo que soportar una disminución en su volumen en sus zonas tradicionales. El mercado bursátil también reflejó con crudeza las dificultades de Saia. Mientras el S&P 500 cerraba con un modesto alza del 0,7% el día de la publicación de sus resultados, las acciones de Saia se desplomaron más del 30%, lo que acentúa su tendencia negativa. La caída acumulada en lo que va del año supera el 46%, mostrando una fuerte pérdida de confianza de los inversores, que temen que la combinación de costos altos, exceso de capacidad y demanda errática siga presionando la rentabilidad de la compañía.
Junto con los desafíos inherentes a la integración y optimización de su red ampliada, la compañía debe navegar un entorno complejo que mezcla factores macroeconómicos y políticos. El aumento de las tasas de interés, el cambio en la política comercial estadounidense y las fluctuaciones en la actividad manufacturera configuran un marco poco favorable para la expansión rápida y rentable. Para recuperar impulso, Saia tendrá que afinar su estrategia operativa y financiera. La gestión del exceso de capacidad deberá ajustarse cuidadosamente para evitar gastos innecesarios, mientras que la empresa seguirá buscando diversificar su base de clientes y potenciar los mercados emergentes dentro del país. Además, la reducción de costos y la implementación de tecnologías que optimicen la gestión de la cadena de suministro serán herramientas clave para mitigar el impacto de las condiciones externas.