En el contexto actual donde las criptomonedas continúan ganando terreno en la economía global, el Banco Nacional Suizo (SNB) ha tomado una postura firme respecto a la posibilidad de incluir Bitcoin como un activo de reserva oficial. El presidente del SNB, Martin Schlegel, ha expresado claramente su rechazo frente a la idea de que Bitcoin se convierta en parte de los activos que respaldan la política monetaria y las reservas del país. Su argumento principal se basa en preocupaciones esenciales sobre la estabilidad, liquidez y seguridad que rodean a esta criptomoneda. La propuesta que plantea incluir Bitcoin en las reservas nacionales proviene de una iniciativa apoyada por 2B4CH, un think tank sin fines de lucro dedicado a la promoción de Bitcoin en Suiza, que busca una reforma constitucional que obligue al SNB a mantener Bitcoin en su balance. No obstante, esta idea no ha sido bien recibida por las autoridades monetarias, que consideran a Bitcoin un activo demasiado volátil e incierto para cumplir con los requisitos de liquidez y estabilidad propios de un banco central.
Martin Schlegel explicó que las reservas nacionales deben estar altamente liquidas para permitir su uso inmediato ante necesidades de política monetaria o crisis financieras. En contraste, la volatilidad de Bitcoin, con frecuentes y amplias fluctuaciones en su valor, hace que no sea una opción adecuada para estos propósitos. Desde su perspectiva, mantener reservas en activos fluctuantes podría poner en riesgo la estabilidad económica y limitar la capacidad de respuesta del Banco Nacional Suizo ante imprevistos. Además, Schlegel puntualizó que el hecho de que Bitcoin sea una moneda basada en software implica riesgos tecnológicos inherentes, como fallos en la programación, vulnerabilidades de seguridad y la posibilidad de errores que podrían comprometer la integridad de los activos. Estos factores refuerzan la opinión del SNB de que Bitcoin no cumple con las condiciones fundamentales para ser considerado un valor seguro dentro de las reservas del banco central.
Esta postura del Banco Nacional Suizo se dio a conocer en una entrevista realizada el 1 de marzo para el medio suizo Tamedia, donde Schlegel argumentó que la naturaleza digital y la arquitectura de Bitcoin no pueden compararse con los activos tradicionales, como el oro o las divisas de alta liquidez, que históricamente han sido la base para garantizar la estabilidad financiera. En contraste con la prudencia suiza, otros países han adoptado enfoques distintos respecto al papel de Bitcoin en sus finanzas públicas. El ejemplo más prominente lo ofrece El Salvador, que desde septiembre de 2021 ha acumulado Bitcoin como parte de sus reservas oficiales con la intención de impulsar su economía a través de la criptomoneda. Asimismo, varias jurisdicciones, incluidos Estados Unidos, la República Checa y Hong Kong, exploran activamente políticas semejantes, evaluando la posibilidad de integrar Bitcoin en sus estructuras financieras. Sin embargo, no todos han seguido esa senda.
Polonia, por ejemplo, decidió recientemente descartar la idea de añadir Bitcoin a sus reservas del banco central, una decisión que refleja las dudas y riesgos percibidos en cuanto a la estabilidad y la legalidad del uso de criptomonedas en contextos oficiales. El proyecto suizo impulsado por 2B4CH avanzó notablemente, contando con el auspicio oficial de la Cancillería Federal Suiza desde el 31 de diciembre. Para que la propuesta pueda ser sometida a referéndum, es necesario recolectar al menos 100,000 firmas, lo que representa aproximadamente el 1.11% de la población suiza de poco menos de nueve millones de habitantes. Esta fase de recolección de apoyos estará activa hasta el 30 de junio de 2026, ofreciendo un periodo considerable para fomentar el debate público sobre la inclusión de Bitcoin en las reservas nacionales.
Mientras tanto, a nivel interno, Suiza continúa posicionándose como un centro clave para la adopción y promoción de Bitcoin. En Lugano, por ejemplo, se celebra anualmente la conferencia “Plan ₿”, un evento destacado que reúne a expertos, entusiastas e inversionistas para discutir el futuro de las criptomonedas y su integración en la economía. Más allá de la postura del SNB, el mercado de Bitcoin sigue mostrando movimiento y relevancia. Actualmente, esta criptomoneda se cotiza alrededor de los 86,000 dólares, con análisis técnicos que señalan posibles puntos de resistencia y soporte. Expertos de la firma Time To Trade sugieren que si Bitcoin logra superar los 86,500 dólares con un volumen considerable, podría experimentar un rally que le permita alcanzar los 88,000 dólares, una cifra psicológicamente relevante para los inversionistas a corto plazo.
A pesar del rendimiento positivo en el mercado, la advertencia del Banco Nacional Suizo de mantener reservas altamente líquidas y seguras sigue siendo un punto de referencia para muchas economías que evalúan la incorporación de criptomonedas en sus balances oficiales. La volatilidad inherente a Bitcoin, combinada con los riesgos técnicos ligados a su naturaleza digital, genera una incertidumbre considerable sobre su papel como activo de reserva. En Estados Unidos, algunos estados ya han avanzado en esta línea, presentando iniciativas legales que permitirían que los gobiernos locales mantengan Bitcoin y otras criptomonedas como parte de sus reservas. Estados como Illinois, Kentucky, Maryland, New Hampshire, Nuevo México, Dakota del Norte, Ohio, Pennsylvania, Dakota del Sur y Texas exploran modelos legislativos que podrían facilitar esta integración. Particularmente, en Ohio, se introdujo la Ley 116 de la Cámara de Representantes, cuyo objetivo es evitar la imposición de impuestos adicionales sobre activos digitales cuando sean usados para pagos, alentando así un ambiente más favorable a la adopción de criptomonedas.