En el mundo de las artes marciales mixtas y los deportes de combate, pocas voces tienen tanto peso y reconocimiento como la de Joe Rogan. Como comentarista y apasionado seguidor de la UFC, Rogan se ha convertido en un referente informativo y crítico para todos los amantes del MMA. Recientemente, su opinión ha generado un intenso debate tras expresar su descontento con una de las decisiones más polémicas tomadas por Dana White y la UFC: el lanzamiento de Power Slap en lugar de enfocarse en una promoción de kickboxing. Desde la llegada de Power Slap en 2022, una modalidad de slap fighting que se popularizó con eventos en el APEX de Las Vegas y más tarde en Abu Dhabi y Arabia Saudita, el mundo de los deportes de contacto ha visto cómo esta disciplina generaba tanto interés como escepticismo. Sin embargo, no todos han acogido esta innovación con entusiasmo.
Figuras como John McCarthy, ex árbitro de UFC, han señalado sin tapujos que el slap fighting es prácticamente “traumatismo cerebral sancionado”. Joe Rogan, aunque con un tono más comedido, compartió una visión crítica similar, dejando claro que el Power Slap no le resulta atractivo ni emocionante. La verdadera controversia surge cuando Rogan lamenta que UFC haya apostado por esta modalidad de slap fighting en lugar de aprovechar su peso en el mundo del MMA para impulsar el kickboxing. Según sus palabras en el podcast Fight Companion, el comentarista fue muy claro: “Creo que la UFC cometió un gran error cuando decidieron entrar en el slap fighting. Siempre les he dicho que deberían entrar en el kickboxing”.
Rogan destaca que, en realidad, el kickboxing ha evolucionado y ya no es esa disciplina aburrida de antaño; las peleas hoy en día son explosivas y los nocauts, impresionantes. Para Rogan, lanzar un segmento o even una promoción completa dedicada al kickboxing dentro del formato UFC sería un acto revolucionario. Él propone un enfoque donde se combata exclusivamente con técnicas de pie, utilizando guantes de MMA dentro de una jaula, combinando la intensidad del MMA con la espectacularidad del kickboxing. Además, señala que otras organizaciones como Glory tienen talentos de élite, pero la falta de visibilidad limita el crecimiento de esta disciplina. El problema radica en que nadie conoce a esos luchadores, nadie está mirando, y eso es algo que la UFC podría cambiar al integrar sus habilidades promocionales y alcance global para poner en primer plano a estos atletas.
Por otro lado, Dana White ha confirmado que no está interesado en crear una organización de kickboxing, sino que su foco está puesto en impulsar una nueva promoción de boxeo que se lanzará en 2025, en colaboración con Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita. Este proyecto pretende crear una estructura robusta para el desarrollo de talento mundial en boxeo y aprovechará la infraestructura del UFC Performance Institute en distintas partes del mundo, además de utilizar la experiencia de producción y promoción de TKO. Esta decisión estratégica ha generado opiniones divididas en la comunidad de fanáticos y expertos. Mientras algunos consideran que apostar por el boxeo puede fortalecer el portfolio de deportes de combate asociados al UFC, otros, como Rogan, creen firmemente que ignorar el kickboxing es un error que podría costarle caro a la organización a largo plazo. El trasfondo de esta polémica va más allá de simples preferencias personales y toca aspectos profundos sobre cómo se debe expandir un deporte.
El MMA ha sido un fenómeno global que ha capturado la atención de millones. Sin embargo, dentro del MMA, disciplinas como el kickboxing han perdido relevancia debido, en parte, al desconocimiento y la falta de apoyo estructural. Si UFC decidiera invertir en una promoción de kickboxing, podría no solo dinamizar su oferta de combate, sino también atraer a un público que valora la técnica y la espectacularidad del striking puro. El auge del Power Slap, en cambio, ha generado polémica no solo por su formato sino por las preocupaciones sobre la seguridad de los competidores. La brutalidad de recibir una bofetada abierta generó alarmas entre profesionales de la salud deportiva y veteranos del MMA.
La decisión de UFC y Dana White de meterse en este negocio ha sido interpretada como un intento de capitalizar una tendencia viral, pero que puede dañar la integridad y reputación del deporte. Para comprender mejor la crítica de Rogan, es importante evaluar cómo es la percepción del público hacia el kickboxing hoy en día. Organizaciones como Glory poseen una base sólida de luchadores que entregan combates emocionantes y técnicamente elaborados. Sin embargo, sin la promoción adecuada, su alcance sigue siendo limitado. UFC, por otro lado, con su éxito global y estrategias de marketing, tiene el potencial de cambiar esta situación radicalmente.
Además, el formato sugerido por Rogan, de un kickboxing dentro de jaulas con guantes MMA, podría unir lo mejor de ambos mundos: la visceralidad y espectáculos del MMA junto con la pureza técnica del striking, generando combates únicos y atractivos para la audiencia contemporánea. Esta iniciativa no solo beneficiaría a los fanáticos sino también a los atletas, quienes tendrían más oportunidades para brillar y desarrollar carreras dentro de una firma reconocida mundialmente. Por último, el interés de Dana White en el boxeo puede ser visto como una apuesta segura dado el historial del deporte y su popularidad mundial. Sin embargo, no hay duda de que el kickboxing, con sus propias raíces y estilos variados, representa una oportunidad para diversificar la oferta del deporte y atraer nuevos nichos de público. A medida que el mundo de los deportes de combate evoluciona, la decisión de UFC y sus líderes tendrá un impacto considerable en el futuro del sector.
La crítica de Joe Rogan no es solamente una opinión, sino un llamado a reconsiderar cómo las grandes organizaciones pueden innovar sin sacrificar la esencia y el crecimiento sano de los deportes de contacto. En conclusión, mientras Dana White avanza hacia el mundo del boxeo y explora nuevas tablas de promoción, la voz crítica de Joe Rogan refleja un anhelo profundo de los fanáticos por una oferta más diversa y técnica que incluya el kickboxing. El debate queda abierto, y solo el tiempo mostrará si UFC escuchará esta valiosa advertencia o si seguirá apostando por apuestas controversiales como el Power Slap, esperando consolidar su dominio en un mercado cada vez más competitivo y exigente.