Amazon se ha consolidado como uno de los gigantes indiscutibles en el mundo de la tecnología y el comercio electrónico. Desde sus inicios como una librería en línea hasta convertirse en un titán que domina tanto el comercio minorista como la computación en la nube, la transformación y adaptación constante de Amazon siguen siendo impresionantes. Ante el escenario actual y las fluctuaciones del mercado, muchos inversores se preguntan si la acción de Amazon representa una compra sólida y rentable a largo plazo. Para responder a esta cuestión, es fundamental profundizar en la estructura del negocio de Amazon, sus estrategias de crecimiento, su historial de rentabilidad y los posibles riesgos que enfrenta en los próximos años. Amazon no solo es uno de los principales actores en la venta al por menor, sino que su división de servicios en la nube, Amazon Web Services (AWS), es un motor clave para sus ingresos y crecimiento futuro.
Históricamente, la acción de Amazon ha demostrado un rendimiento muy favorable para sus inversores. Según estudios recientes, quienes invirtieron en Amazon al inicio de cualquier año en las últimas dos décadas, habrían obtenido ganancias a los cinco años, incluso en periodos más cortos. Por ejemplo, aunque la acción se haya depreciado más del 20% desde su máximo en 2024, los inversionistas permanecen en terreno positivo en términos generales. Este dato refleja la resiliencia y la capacidad de crecimiento constante de la empresa incluso en condiciones económicas desafiantes. Su negocio de retail sigue siendo enorme y multifacético.
Al considerar las ventas netas de Amazon en el primer trimestre de 2025, se observa que solo el negocio minorista —que incluye tiendas en línea, físicas y servicios para terceros vendedores— representa aproximadamente el 64% del total, sumando cerca de 100 mil millones de dólares. Este segmento se beneficia de una infraestructura logística extendida que asegura rapidez y eficiencia en las entregas a millones de clientes en el mundo. Esta ventaja competitiva es difícil de replicar y, a pesar de la competencia feroz, Amazon mantiene una posición dominante. No obstante, hay retos evidentes en el horizonte. Por ejemplo, la incertidumbre vinculada a los aranceles y políticas comerciales internacionales genera dudas entre algunos inversores.
El director ejecutivo, Andy Jassy, ha señalado que el futuro en temas de tarifas es incierto y que no se puede predecir con exactitud cuándo ni cómo se resolverán estas cuestiones. Afortunadamente, esta problemática es compartida por toda la industria, por lo que no se espera que Amazon sea afectado de manera desproporcionada respecto a sus competidores. Esta estabilidad en su negocio central permite a Amazon continuar expandiendo y consolidando otras áreas estratégicas, especialmente AWS. La división de computación en la nube representa un potente motor de crecimiento con ventas acumuladas que superan los 112 mil millones de dólares en los últimos doce meses. AWS creció un 17% solo en el primer trimestre de 2025, lo que refleja no solo tamaño, sino también un enorme potencial sin explotar.
La demanda global por servicios en la nube sigue al alza, impulsada por la digitalización de empresas, avances en inteligencia artificial y necesidad de infraestructuras de datos robustas. Aunque algunos inversores están más enfocados en otras empresas de inteligencia artificial y tecnología de vanguardia, AWS está creciendo a un ritmo espectacular en el sector de la IA, incorporando nuevos servicios y soluciones que podrían posicionar a Amazon como un líder en esta revolución tecnológica. La combinación de su infraestructura robusta y la inversión continua en innovación garantiza que la división de AWS no solo mantenga su relevancia, sino que se convierta en un diferencial competitivo insoslayable. Por otra parte, Amazon también ha incursionado en otros mercados y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial aplicada al comercio minorista, la automatización en logística y la expansión de sus tiendas físicas y servicios de entrega ultrarrápida. Estas iniciativas podrían contribuir a diversificar sus fuentes de ingresos y reducir la dependencia exclusiva del retail tradicional.
Desde la perspectiva macroeconómica, es importante considerar que el panorama general no es exento de riesgos. La volatilidad en los mercados financieros, inflación variable, interrupciones en la cadena de suministro y cambios regulatorios pueden influir en el desempeño bursátil de Amazon. Sin embargo, su historial de adaptación y la solidez financiera con la que cuenta ofrecen garantías para que puedan sortear estas dificultades. El perfil de Amazon como una acción a largo plazo resulta atractivo para inversores que están dispuestos a superar la volatilidad temporal y enfocarse en el crecimiento sostenido. La empresa tiene un historial probado de innovación que ha impulsado la creación de valor para sus accionistas durante más de veinte años.
Su combinación de dominio en comercio electrónico y liderazgo en la nube establece bases firmes para el crecimiento futuro. Además, la empresa continúa expandiendo su ecosistema de servicios y productos, lo que aumenta la fidelidad y el engagement de sus usuarios. La integración tecnológica y la personalización de la experiencia del cliente son claves para mantener competitividad en un mercado dinámico. Por último, aunque algunas voces del mercado especulan sobre una posible saturación o desaceleración del crecimiento, los datos actuales y proyecciones del sector sugieren que Amazon está lejos de alcanzar su punto máximo. La oportunidad que presenta la expansión global de internet, el crecimiento del comercio electrónico en mercados emergentes y la continua adopción de la nube aún ofrecen un campo muy amplio por explorar.
En conclusión, para quienes consideran una inversión a largo plazo, Amazon presenta un perfil sólido respaldado por su tamaño, capacidad de innovación y diversificación de negocios. A pesar de las incertidumbres del corto plazo, su predominio en comercio minorista y crecimiento imparable en servicios de nube constituyen fundamentos sólidos para pensar en un retorno positivo en los próximos años. Mantener la calma ante la volatilidad y confiar en la visión estratégica de la empresa puede ser la clave para capitalizar el potencial que Amazon ofrece para inversores con horizonte de largo plazo.